NACIONES UNIDAS – El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió una investigación “creíble e independiente” sobre el hallazgo de fosas comunes con los cadáveres de más de 300 palestinos junto a hospitales en la Franja de Gaza, escenario de 200 días de una ofensiva militar de Israel.
El portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric, dijo este martes 23 que los informes sobre las fosas con los cientos de cadáveres “son extremadamente preocupantes, y constituyen una razón más para que todos estos sitios sean investigados a fondo”.
“Y aún otra razón por la que necesitamos un alto el fuego, ver el final de este conflicto, más acceso para el personal y bienes humanitarios, más protección de los hospitales y que los rehenes sean liberados”, agregó Dujarric.
En Ginebra, Suiza, la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh) indicó este martes 23 que “siguen apareciendo noticias inquietantes sobre fosas comunes en los alrededores de dos hospitales de Gaza donde el Ejército israelí llevó a cabo intensas operaciones”.
Las víctimas estaban enterradas en el hospital Nasser de Jan Yunis, en el centro de Gaza, y en el hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja.
Según fuentes palestinas, en Al Shifa se han recuperado 283 cadáveres, otros 30 en el Nasser, y se teme que hayan más en otras fosas, lo que según Acnudh “suscita una renovada preocupación por la comisión de posibles crímenes de guerra”.
“Entre los fallecidos había presuntamente personas mayores, mujeres y heridos, mientras que otros (cuerpos) fueron encontrados atados de manos… atados y despojados de sus ropas”, declaró Ravina Shamdasani, portavoz de Acnudh.
Añadió que cientos de cadáveres fueron “enterrados profundamente en el suelo y cubiertos de residuos”, y consideró que “podría haber muchas más víctimas, a pesar de la afirmación de las Fuerzas de Defensa israelíes de haber matado a 200 palestinos durante la operación en el complejo médico de Al Shifa”.
Previamente, el alto comisionado, Volker Türk, había expresado su “horror” ante la destrucción de los hospitales Nasser y Al-Shifa, y el hallazgo de esas fosas comunes.
“El asesinato intencionado de civiles, detenidos y otras personas que se encuentran fuera de combate es un crimen de guerra”, advirtió Türk, quien también llamó a que se lleven a cabo investigaciones independientes sobre las muertes.
Hasta el 22 de abril, más de 34 000 palestinos habían muerto en Gaza, entre ellos 14 685 niños y 9670 mujeres, según Acnudh citando a las autoridades sanitarias de la Franja. Otros 77 084 han resultado heridos, y se supone que hay más de 7000 bajo los escombros.
El actual conflicto estalló después de que el pasado 7 de octubre la milicia islamista Hamás atacó el sur israelí y en la operación murieron más de 1100 personas y cerca de 250 fueron tomadas como rehenes.
Como respuesta, Israel lanzó su ofensiva militar que busca eliminar a la milicia, con saldo de las miles de víctimas civiles más la destrucción o inutilización de viviendas y de casi toda la infraestructura de servicios en Gaza. La mayor parte de sus 2,3 millones de habitantes debieron huir de sus hogares.
Con respecto a los cadáveres en las fosas, el ejército israelí negó que sus soldados hubiesen enterrado cuerpos de palestinos y admitió que sus efectivos “examinaron cuerpos enterrados, “de manera cuidadosa y exclusivamente en lugares donde la información de inteligencia indicaba la posible presencia de rehenes”.
Según Israel, sus soldados practicaron pruebas de ADN en cadáveres para confirmar si entre ellos se hallaba alguno de los 133 rehenes israelíes que permanecen cautivos en Gaza tras su captura durante el ataque de octubre.
Türk también advirtió en una declaración contra la temida incursión israelí a gran escala en Rafah, la ciudad en el extremo sur de la Franja y donde se calcula que 1,2 millones de gazatíes “han sido acorralados por la fuerza”.
Resaltó que ya en Rafah se registraron ataques israelíes en los últimos días, en los que murieron principalmente mujeres y niños.
Entre ellos, un ataque contra un edificio de apartamentos en la zona de Tal Al Sultan, el 19 de abril, en el que murieron nueve palestinos, y un ataque al campamento de refugiados As Shabora que, según las noticias procedentes de la región, dejó cuatro muertos, entre ellos una niña y una mujer embarazada.
“Las últimas imágenes de una niña prematura sacada del vientre de su madre moribunda y de las dos casas adyacentes en las que murieron 15 niños y cinco mujeres van más allá de lo que es una guerra”, declaró Türk.
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