OTTAWA – Organizaciones que representan a seis millones de profesionales de la salud en todo el mundo pidieron un tratado ambicioso que aborde la crisis de los plásticos, incluido el sector sanitario, en la recta final de la conferencia internacional sobre la materia que se desarrolla en esta capital.
Peter Orris, de la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública, dijo que “al firmar la carta (dirigida a la conferencia), seis millones de profesionales de la salud demuestran su compromiso para proteger salud humana y planetaria, y cuentan con los delegados de INC-4 para mostrar su compromiso también”.
INC-4, en Ottawa, es la cuarta y penúltima sesión del Comité Intergubernamental de Negociación, establecido por las Naciones Unidas para desarrollar un instrumento jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica, incluida la marina.
La carta de asociaciones y federaciones de profesionales de la salud, acompañada de la firma personal de más de 900 médicos, pide que se desestimen los llamados a excluir al sector en los acuerdos para limitar el empleo de plásticos, como han propuesto algunos industriales.
“Eximir al sector sanitario del tratado sobre los plásticos paralizaría el alejamiento de los plásticos tóxicos y de un solo uso, y obstaculizaría la innovación”, expuso en la presentación de la carta Gary Cohen, presidente y fundador de la organización Salud sin Riesgos, promotora de la iniciativa ante la cita en Ottawa.
En su documento, los médicos afirman que el plástico “plantea una crisis constante para la salud humana y planetaria, que inevitablemente empeorará con el espectacular aumento previsto en la producción de plásticos, a menos que se tomen medidas globales”.
Desde mediados del siglo pasado en el mundo se han producido 9200 millones de toneladas de plásticos, de los cuales 7000 millones se han convertido en desechos, y cada año se agregan al menos otros 430 millones de toneladas.
Señalaron que existen impactos sobre la salud en cada etapa del ciclo de vida del plástico, incluidos los utilizados en el cuidado de la salud, que requieren miles de aditivos peligrosos, incluidos carcinógenos, neurotóxicos y disruptores endocrinos.
Esos aditivos “pueden filtrarse de los productos y desechos y persistir en el medio ambiente, amenazando a los pacientes, las comunidades, los trabajadores (incluidos los trabajadores de desechos) y los ecosistemas”.
La exposición a sustancias químicas peligrosas del plástico es una preocupación particular para los pacientes vulnerables, incluidos fetos, recién nacidos y niños pequeños, indicaron los galenos.
Esa toxicidad y exposición crónica representa una carga importante de atención para el sistema de salud en todo el mundo, y la falta de información completa sobre los ingredientes del producto impide los esfuerzos por reutilizar, reciclar y buscar alternativas más seguras.
En la carta se plantea que el sector de la salud requiere una consideración especial en el tratado sobre los plásticos, no una exención.
“Una exención general es incompatible con la misión sanitaria del sector e inhibiría la innovación y el impulso para la reducción, la reutilización y el rediseño de los plásticos. Es contrario a los crecientes esfuerzos globales por un sector de salud sostenible”, indica el documento.
Admite que los plásticos “se han vuelto omnipresentes en la atención médica, con un cambio dramático hacia artículos de un solo uso en las últimas décadas”, como por ejemplo tubos, guantes de examen, catéteres, dispositivos de infusión intravenosa, equipos de transfusión, de diagnóstico, envases, batas y otros insumos.
Sin embargo, consideran los firmantes que se pueden eliminar muchos usos no esenciales de los plásticos en el sector de la salud, incluidas las aplicaciones no médicas, como por ejemplo, mantenimiento, alimentos, interiores y oficinas.
Además, plásticos de usos esenciales a menudo pueden desintoxicarse y diseñarse para su reutilización.
Llamaron a los gobiernos “para que consideren un programa de trabajo sobre productos plásticos en el sector de la salud, en consonancia con otras iniciativas internacionales sobre salud y productos químicos, desechos, ecologización de la cadena de suministro y clima”.
La carta insiste en que “reducir nuestra peligrosa dependencia de los plásticos derivados de combustibles fósiles ayudará a limitar el calentamiento global y una mayor degradación de los ecosistemas del planeta”.
“No hacerlo conducirá a consecuencias nefastas para la salud y a la pérdida de recursos naturales clave y servicios ecosistémicos críticos para la salud de las especies humanas y no humanas”; concluyó el documento de los médicos.
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