Más de mil millones de personas en el mundo son obesas

Madre e hija se ejercitan paseando por una playa de la isla caribeña de Tobago. El Caribe es una de las regiones más afectadas por la obesidad y el sobrepeso en el mundo, pero el problema ha alcanzado dimensiones mundiales y se ha cuadruplicado en niños y adolescentes. Imagen: Alasdair Bell / OMS

GINEBRA – Una de cada ocho personas en la Tierra vive con obesidad, cifra que se ha duplicado entre los adultos y cuadruplicado entre niños y jóvenes en los últimos 30 años, advirtió un estudio divulgado este viernes 1 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que “este nuevo estudio pone de relieve la importancia de prevenir y tratar la obesidad desde los primeros años de vida hasta la edad adulta mediante la dieta, la actividad física y la atención adecuada”.

Los datos del estudio, compartido entre la OMS y la revista médica británica The Lancet, también mostraron que 43 % de los adultos tenían sobrepeso en 2022.

El análisis de las medidas de peso y estatura de más de 220 millones de personas de más de 190 países muestra cómo ha cambiado el índice de masa corporal en todo el mundo entre 1990 y 2022.

La prevalencia combinada de peso por debajo de lo normal y obesidad en adultos disminuyó en 11 países (6 %) en el caso de las mujeres y en 17 naciones (nueve por ciento) en el de los hombres.

Esa misma prevalencia combinada aumentó en 162 países (81 %) en el caso de las mujeres y en 140 países (70 %) en el caso de los hombres.

En 2022, la prevalencia combinada de delgadez y obesidad para adultos fue mayor en las naciones insulares del Caribe, Polinesia y Micronesia, y en los países de Medio Oriente y el norte de África.

En el caso de los niños y adolescentes en edad escolar los casos más marcados se encontraban en Polinesia y Micronesia y el Caribe para ambos sexos, y en Chile y Qatar para los varones.

En Europa, el sobrepeso y la obesidad figuran entre las principales causas de muerte y discapacidad, con estimaciones que sugieren que causan más de 1,2 millones de muertes al año.

La obesidad aumenta el riesgo de muchas enfermedades no transmisibles, entre ellas las cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades respiratorias crónicas.

Las personas con sobrepeso y las que viven con obesidad se vieron afectadas de forma desproporcionada por las consecuencias de la pandemia de covid-19, y a menudo sufren enfermedades más graves y otras complicaciones.

La obesidad se considera una causa de al menos 13 tipos diferentes de cáncer y probablemente responsable directa de al menos 200 000 nuevos casos al año de esa enfermedad solo en Europa.

Aunque las causas de la obesidad se conocen bien, al igual que las intervenciones basadas en pruebas necesarias para contener la crisis, el problema es que no se aplican, según la OMS.

“Retomar el camino para alcanzar los objetivos mundiales de reducción de la obesidad exigirá el trabajo de los gobiernos y las comunidades, con el apoyo de políticas basadas en pruebas científicas por parte de la OMS y los organismos nacionales de salud pública”, dijo Tedros.

También se requiere “la cooperación del sector privado, que debe rendir cuentas de las repercusiones de sus productos en la salud”, añadió.

En la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en 2022, los Estados miembros de la OMS adoptaron un plan para frenar a la obesidad, en apoyo a las medidas que se tomen en los países hasta 2030. Por el momento, 31 países han decidido aplicar este plan para poner fin a la epidemia de obesidad.

Entre las principales intervenciones recomendadas están medidas para fomentar las prácticas saludables desde el primer día, como la promoción, la protección y el apoyo para la lactancia materna.

También legislar sobre las prácticas perjudiciales de comercialización a los niños de alimentos y bebidas, y políticas aplicables a la alimentación y la nutrición en las escuelas que incluyan, por ejemplo, iniciativas para regular la venta de productos ricos en grasas, sal y azúcares en la cercanía de los centros de enseñanza.

Se sugieren políticas fiscales y de precios para fomentar la alimentación saludable, sobre el etiquetado nutricional.

Otra sugerencia es desarrollar campañas de sensibilización y formación relativas al ejercicio y la alimentación saludable, normas aplicables a la actividad física en las escuelas, e integración de los servicios de prevención y control de la obesidad en la atención primaria.

A-E/HM

 

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