VIENA – Las drogas sintéticas como el fentanilo abaratan y facilitan la producción y el contrabando de esas sustancias, dificultando la lucha contra el narcotráfico, advirtió la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
Ghada Waly, directora ejecutiva de la Onudd, señaló que “los desafíos de las drogas están evolucionando rápidamente, a medida que los productos sintéticos cambian el mercado, las redes de tráfico evolucionan en sus modelos de negocios y los mercados ilícitos se superponen con conflictos e inestabilidad”.
Las drogas como el fentanilo están causando un récord de muertes por sobredosis, mientras surgen laboratorios clandestinos de producción en nuevas partes del mundo, señaló Wali en el 67 período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, que se desarrolla en esta capital.
Solo en Estados Unidos perecieron por sobredosis de drogas 107 888 personas en 2022, y de ellas 73 798 fueron muertes relacionadas con el fentanilo, más que los estadounidenses muertos en las guerras de Vietnam, Afganistán e Iraq, según datos compilados por los Centros para el Control de Enfermedades de ese país.
“Los desafíos de las drogas están evolucionando rápidamente, a medida que los productos sintéticos cambian el mercado, las redes de tráfico evolucionan en sus modelos de negocios y los mercados ilícitos se superponen con conflictos e inestabilidad”: Ghada Waly.
El fentanilo es un opioide sintético hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina, y en medicina se lo emplea como analgésico, en dosis muy bajas.
Sus efectos secundarios comunes incluyen náuseas o vómitos, estreñimiento, sedación, confusión y lesiones relacionadas con la mala coordinación, y los graves suelen ser depresión respiratoria, síndrome serotoninérgico (alteración severa del sistema nervioso), hipotensión y otros trastornos.
Waly dijo que el auge de las drogas sintéticas hace más compleja la lucha contra el narcotráfico -y más aún en contextos de crisis como los conflictos armados- y contribuye a frenar los avances hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados en las Naciones Unidas con el año 2030 como horizonte.
Sin embargo, explicó Waly, este fenómeno no ha sustituido a las amenazas de las drogas tradicionales de origen vegetal.
Más aún, el tráfico ilícito de drogas se solapa con los conflictos, la violencia y la inestabilidad, “avivando la violencia de las bandas en Haití y amenazando el orden público en Ecuador”, expuso la responsable.
Agregó como tema de preocupación que internet está creciendo como un mercado para drogas, precursores y sustancias químicas no controladas, y como una plataforma de intercambio de conocimientos técnicos de fabricación.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, en su mensaje a la reunión instó a abordar el problema mundial de las drogas “mediante respuestas equilibradas y una acción colectiva”.
Guterres pidió continuar luchando contra el tráfico, invertir en la prevención del consumo, garantizar la igualdad de acceso a la atención sanitaria y a los servicios de tratamiento, y proteger los derechos humanos y la dignidad de todos.
“Debemos esforzarnos por poner a las personas en primer lugar, acabando con la estigmatización y la discriminación y reforzando la prevención”, dijo Guterres.
Los esfuerzos antidrogas deben “hacer hincapié en la rehabilitación, defender los derechos humanos de las personas que consumen droga, y ampliar los programas de prevención y tratamiento y los servicios sanitarios”, agregó el titular de la ONU.
Según la Onudd, 296 millones de personas en el mundo (una de cada 17) con edades comprendidas entre los 15 y los 64 años, y en su mayoría hombres, han consumido al menos una droga en los últimos 12 meses, un aumento de 23 % desde 2011.
El número de personas que padecen trastornos por consumo de drogas aumentó hasta 39,5 millones en 2022, lo que supone un incremento de 45 % en 10 años. Pero solo una de cada cinco de esas personas recibe la atención adecuada.
El 67 período de sesiones se realiza de manera híbrida (presencial y por videoconferencias) y en la sesión del 14 de marzo intervino el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien afirmó que “la estrategia contra las drogas de las últimas décadas ha fracasado”.
Petro dijo que en América Latina un millón de personas han sido asesinadas debido a la criminalización de las drogas y que “las drogas ilícitas están a la mano de todos, mientras que las medicinas controladas no les llegan a los pacientes que más las necesitan”.
También intervino el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, quien recordó que “en 1961 la ONU determinó de manera política y sin base científica que la hoja de coca es equivalente a la cocaína”, por lo que pidió despenalizar la hija de coca.
La Comisión de Estupefacientes, integrada por 53 Estados miembros de la ONU elegidos por períodos de tres años, prevé establecer, en el actual período de sesiones, nuevos compromisos en prevención, respuesta y rehabilitación ante el auge de las drogas sintéticas.
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