NACIONES UNIDAS – La resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a favor de un alto el fuego temporal en el actual conflicto de Gaza supone un importante paso adelante para detener temporalmente los enfrentamientos, que duran ya cinco meses y se han cobrado la vida de más de 32 000 palestinos y 1200 dentro de Israel.
Pero queda una pregunta pendiente: ¿cómo responderá Israel a una resolución adoptada el lunes 25 por 14 votos a favor, cero en contra y la abstención de Estados Unidos?
Está claro que Israel lleva mucho tiempo siendo conocido por desobedecer las resoluciones del Consejo de Seguridad y no tener que pagar nunca un precio por esas violaciones, sobre todo gracias al inquebrantable apoyo de Estados Unidos.
Stephen Zunes, profesor de Política de la estadounidense Universidad de San Francisco, reputado especialista en el Consejo de Seguridad, dijo a IPS: «Según mis cálculos, Israel ha violado inicialmente hasta 40 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU durante al menos una década después de su aprobación, aunque finalmente cumplió con una docena de ellas. Sigue violando las demás».
Las sucesivas administraciones estadounidenses, incluida la del presidente Joe Biden, han dejado claro que vetarían cualquier resolución del Consejo de Seguridad que impusiera sanciones o cualquier otro tipo de presión para obligar a Israel a cumplir, afirmó.
Aunque sin duda es positivo que el gobierno de Biden no vetara la resolución del Consejo de Seguridad del lunes 25 en la que se pedía un alto el fuego, como ya había hecho anteriormente, Estados Unidos volvió a demostrar su aislamiento en la comunidad internacional al ser el único país que no votó a favor.
El gobierno de Biden amenazó con vetar el proyecto de resolución original que pedía un alto el fuego permanente, y solo accedió a no vetarlo a cambio de que se eliminara la palabra «permanente».
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó que Estados Unidos no votó a favor porque la resolución no condenaba a Hamás, a pesar de que tampoco condenaba a Israel.
La redacción de las diversas cláusulas que al parecer también exigía el gobierno de Biden es reveladora, según Zunes.
Aunque «exige» que Hamás libere a los rehenes israelíes que mantiene retenidos desde el 7 de octubre, dijo el especialista, Estados Unidos se aseguró de que la resolución solo «hiciera hincapié en la urgente necesidad» de hacer llegar a los palestinos la ayuda que necesitan desesperadamente y de que no mencionara que es Israel quien lo impide.
El también profesor visitante en el Departamento de Sociología y Ciencias del Trabajo de la sueca Universidad de Gotemburgo, consideró que la resolución de alto el fuego, si se cumple, solo detendrá los combates dos semanas, pero que pese a ello es significativo que Washington permitiera que se aprobara una resolución de alto el fuego temporal sin condicionarla a la liberación de los rehenes israelíes.
«Esto es sin duda un reflejo de la creciente presión nacional e internacional a la que se enfrenta el gobierno de Biden por su apoyo a la horrible guerra de Israel contra la población de Gaza», dijo.
Sin embargo, añadió, «sea cual sea la redacción de la resolución, es poco probable que Israel la acate y Estados Unidos vetaría sin duda cualquier intento de las Naciones Unidas de hacerla cumplir».
Brenda Mofya, representante de Oxfam ante la ONU y directora de su oficina de Nueva York, declaró: «Acogemos con satisfacción la adopción por parte del Consejo de Seguridad de una resolución de alto el fuego para que los palestinos de Gaza puedan disfrutar del tan necesario respiro de la implacable y devastadora violencia israelí y para que les pueda llegar la ayuda crítica».
Sin embargo, esta resolución, aunque es un paso en la dirección correcta, no llega a ser el alto el fuego permanente que realmente se necesita y llega demasiado tarde para los más de 32 000 palestinos de Gaza que han muerto durante los ataques israelíes, y para los miles más en paradero desconocido, mientras el Consejo de Seguridad se retorcía las manos por cuestiones semánticas.
Durante casi seis meses, el resto de la comunidad internacional ha pedido reiteradamente un alto el fuego permanente, la liberación de todos los rehenes y el suministro de ayuda sin restricciones a Gaza.
Hace tiempo que los 15 Estados miembros del Consejo de Seguridad de la ONU deberían haber atendido por fin estos llamamientos con el liderazgo moral que legítimamente se espera de ellos y haber puesto fin a la matanza y el sufrimiento en Gaza.
«Ahora que se ha aprobado esta resolución, es imperativo que los Estados miembros cumplan sus obligaciones para garantizar su aplicación, de modo que los palestinos no vuelvan a sufrir una violencia como ésta. Esto incluye detener inmediatamente la transferencia de armas, piezas y municiones a Israel y a los grupos armados palestinos», dijo Mofya.
La representante de la organización humanitaria internacional dejó en claro que «una simple pausa de dos semanas no es suficiente».
A su juicio, «este cese inicial de la violencia debe conducir a un alto el fuego permanente que perdure y a una paz sostenible para palestinos e israelíes por igual, para que la población de Gaza pueda llorar a sus seres queridos y comenzar el largo camino de la recuperación y la reconstrucción».
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Louis Charbonneau, director de la ONU en Human Rights Watch, dijo que Israel debe responder inmediatamente a la resolución del Consejo de Seguridad facilitando la entrega de ayuda humanitaria, poniendo fin al hambre que soporta la población de Gaza y deteniendo los ataques ilegales.
Añadió que los grupos armados palestinos deben liberar inmediatamente a todos los civiles que mantienen como rehenes. Estados Unidos y otros países deben utilizar su influencia para poner fin a las atrocidades suspendiendo las transferencias de armas a Israel.
En una declaración emitida el 25 de marzo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que la abstención de Estados Unidos en la resolución se produce tras el veto de Rusia y China «a nuestro amplio proyecto de resolución en el Consejo, y reafirma la posición de Estados Unidos. de que un alto el fuego de cualquier duración se produzca como parte de un acuerdo para liberar a los rehenes en Gaza».
«Si bien no estamos de acuerdo con todas las disposiciones incluidas en este texto, los ajustes realizados por los patrocinadores de la resolución en los últimos días son coherentes con nuestra posición de principio de que cualquier texto de alto el fuego debe ir acompañado de un texto sobre la liberación de los rehenes», precisó.
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Además, esta resolución reconoce explícitamente las laboriosas e ininterrumpidas negociaciones que están llevando a cabo los Gobiernos de Egipto, Israel, Qatar y Estados Unidos para lograr dicha liberación en el contexto de un alto el fuego, que también crearía espacio para aumentar la asistencia humanitaria vital para los civiles palestinos y para construir algo más duradero.
«Dado que el texto final no contiene un lenguaje que consideramos esencial, en particular una condena de Hamás, no hemos podido apoyarlo. Esta falta de condena de Hamás es especialmente difícil de entender días después de que el mundo haya sido testigo una vez más de los horribles actos que cometen los grupos terroristas», explicó Blinken.
Y remarcó: «Reiteramos la necesidad de acelerar y mantener el suministro de ayuda humanitaria a través de todas las vías disponibles, terrestres, marítimas y aéreas. Seguimos debatiendo con nuestros socios una vía para el establecimiento de un Estado palestino con garantías reales de seguridad para que Israel establezca la paz y la seguridad a largo plazo».
Nihal Awad, director ejecutivo nacional del Consejo de Relaciones Islámicas Estadounidenses (Cair, en inglés), declaró que la decisión de la administración Biden de permitir la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad que exija un alto el fuego «debería haberse adoptado hace tiempo».
A su juicio, «solo tendrá efecto si nuestro gobierno toma medidas concretas para apoyarla».
El gobierno de extrema derecha israelí de Benjamín Netanyahu ya está desobedeciendo la resolución y prometiendo continuar su genocidio en Gaza. El gobierno de Biden debe responder poniendo fin a la transferencia de nuevas armas al gobierno israelí y tomando medidas para lograr una paz justa y duradera, concluyó Awad.
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