NACIONES UNIDAS – Los niños menores de 15 años vulnerables a enfermedades, mala nutrición y pobreza porque carecen de cualquier forma de protección social suman 1400 millones en todo el mundo, destacó un nuevo informe de las agencias de las Naciones Unidas dedicadas al trabajo y a la infancia.
En todo el mundo “hay 333 millones de niños que viven en la pobreza extrema, luchando por sobrevivir con menos de 2,15 dólares al día, y casi 1000 millones viven en la pobreza multidimensional”, apuntó Natalia Winder Rossi, directora de Políticas Social y Protección Social de Unicef.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) presentó el reporte junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la organización no gubernamental internacional que trabaja por la infancia Save the Children.
En los países de renta baja, menos de uno de cada 10 niños tiene acceso a prestaciones por hijo a cargo, una forma de protección social que el reporte considera fundamental para promover el bienestar de los niños a largo plazo.
Entregadas en efectivo o en forma de créditos fiscales, “las prestaciones por hijo son esenciales para reducir la pobreza, así como para acceder a la atención sanitaria, la nutrición, la educación de calidad, el agua y el saneamiento”, señala el documento.
“Son fundamentales para construir economías inclusivas y resistentes para el futuro. Por desgracia, muchos países no han dado prioridad a la inversión en protección social”, indicó David Lambert Tumwesigye, del área de promoción para la pobreza en Save the Children.
Los datos muestran que se ha producido un modesto aumento mundial del acceso a las prestaciones infantiles en un período de 14 años, pasando de 20 % en 2009 a 28,1 % en 2023.
Sin embargo, el progreso ha sido desigual. En los países de renta baja, las tasas de cobertura siguen siendo asombrosamente bajas, en torno a nueve por ciento. Al mismo tiempo, 84,6 % de los niños de los países de ingresos altos están cubiertos.
En África oriental y meridional la cobertura aumentó de 9,6 a 12,3 %; en África occidental y central de 3,1 a 11,8 %; en Europa oriental y Asia central, de 59 a 61,4%; en América del Norte de 78,1 a 84 %, en Europa occidental de 91 a 93,2 %, y en América Latina y el Caribe de 30,8 al 41,9 %.
Las tasas de cobertura de los niños en países altamente vulnerables al impacto del cambio climático son un tercio más bajas que las de los países que no están clasificados como de alto riesgo.
El documento subraya que garantizar que los niños estén cubiertos por la protección social es clave para protegerlos del peor impacto de la crisis climática.
Winder Rossi expuso que, al ritmo actual de progreso, “alcanzar las metas de pobreza de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, incluidos en la Agenda 2030 de la ONU)) está fuera de nuestro alcance. Sin embargo, acabar con la pobreza infantil es una opción política”.
El ODS 1 es Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo, con la meta para 2030 de acabar con la pobreza extrema y reducir al menos a la mitad la pobreza multidimensional.
El informe de las organizaciones muestra que 829 millones de niños en todo el mundo viven en hogares en los que los ingresos por persona son inferiores a 3,65 dólares al día, y los avances en la reducción de la pobreza infantil se han estancado.
“Se trata de una crisis para los casi 1000 millones de niños que no están cubiertos por prestaciones, y para los países en los que viven. La mejora en las prestaciones por hijos a cargo es marginal en la mayoría de las regiones y demasiados niños quedan rezagados”, observó Shahra Razavi, directora de Protección Social de la OIT.
En su informe, las tres organizaciones hacen un llamado a los gobiernos para que garanticen que todos los niños estén protegidos por mecanismos de protección social, incluidas las prestaciones universales por hijo a cargo.
Su primera propuesta es desarrollar sistemas de protección social que tengan en cuenta las cuestiones de género, sean inclusivos y respondan a las crisis, para abordar las desigualdades y obtener mejores resultados para las niñas y las mujeres, los niños con discapacidades, los migrantes y los niños que trabajan, entre otros.
Se requiere “colmar el déficit de financiación” al invertir en prestaciones infantiles para todos los niños, lo que ofrece una manera probada y rentable de combatir la pobreza infantil y garantizar que los niños prosperen.
Proponen “una amplia gama de prestaciones infantiles” a través de sistemas de protección social que también conecten a las familias con servicios sanitarios y sociales cruciales, como guarderías gratuitas o asequibles de alta calidad.
Finalmente, junto con aumentar la inversión pública en la infancia se debe reforzar la protección social de padres y cuidadores, garantizando el acceso a un trabajo digno y a prestaciones adecuadas, como las que corresponde a desempleo, enfermedad, maternidad, discapacidad y pensiones.
A-E/HM