Silsa González trabaja en su máquina de coser, en su casa en Lourdes, una localidad del municipio de Colón, en el oeste de El Salvador, para ganar un dinero extra y complementar la poca paga que recibe en una de las empresas de maquila textil donde trabaja. Los constantes abusos, maltratos y otras violaciones a los derechos laborales la impulsaron a formar parte del sindicato de la empresa. Imagen: Edgardo Ayala / IPS