La «imperfecta COP28» orienta abandono controlado de los combustibles fósiles

Una activista climática celebra el acuerdo final de la COP28, en Dubái, que concluyó con la decisión por consenso de iniciar la transición para el abandono de los combustibles fósiles, los grandes responsables del recalentamiento planetario. Imagen: Cmnucc / COP28

DUBÁI – Los resultados de la COP28 están siendo ya vivamente debatidos tanto en el ámbito científico como en el de la justicia social, aunque son mayoría los que consideran que la cumbre climática de Dubái ha dado un paso sin precedentes a favor de una transición justa y equitativa hacia el abandono de los combustibles fósiles.

Un día después de la finalización de la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la convención sobre cambio climático, en Dubái, la segunda ciudad de Emiratos Árabes Unidos, Yamide Dagnet, directora de Justicia Climática de Open Society Foundations, hizo algunas observaciones preliminares en esa dirección.

«La COP28 termina como empezó: imperfecta, pero un paso adelante importante y sin precedentes en nuestra corrección de rumbo para una transición justa hacia economías resilientes y más verdes», resumió al considerar que eso sobresale dentro de unos resultados que evidencian contradicciones.

La decisión adoptada por consenso por casi 200 países reconoció la necesidad del declive del carbón, el petróleo y el gas por primera vez en un acuerdo que habla de la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles. La COP28 también será recordada por poner en marcha el Fondo para Pérdidas y Daños, aunque la financiación esté muy por debajo de las necesidades de los países y comunidades con problemas climáticos

«Esto no es un final; más bien, es solo el comienzo de un viaje de implementación que sabemos que es duro pero que puede ser tan positivamente transformador, y justo si conseguimos movilizar, de manera equitativa, a todos los implicados»:Yamide Dagnet.

El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, reconoció estas contracciones en su discurso final.

“Aunque en Dubái no pasamos la página de la era de los combustibles fósiles, este resultado es el principio del fin”, afirmó Stiell.

También señaló que la financiación de la lucha contra el cambio climático, de la que dijo que era un gran impulsor de la acción por el clima, no llegaba a los billones (millones de millones) que son indispensables para apoyar a los países del Sur en desarrollo en su transición hacia energías limpias y sus esfuerzos de adaptación.

Por ello, instó a los ciudadanos de todo el mundo a no cejar en sus demandas de un mundo con justicia climática.

«En los años cruciales que tenemos por delante, vuestras voces y vuestra determinación serán más importantes que nunca. Les insto a que no cejen en su empeño. Seguimos en esta carrera. Estaremos con vosotros en cada paso del camino”, remarcó.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Dagnet, por su parte, cree que la COP28 es el comienzo de una nueva era en la justicia climática.

«Esto no es un final; más bien, es solo el comienzo de un viaje de implementación que sabemos que es duro pero que puede ser tan positivamente transformador, y justo si conseguimos movilizar, de manera equitativa, a todos los implicados. Un viaje y un resultado justos para el clima requieren vigilancia, creatividad y responsabilidad; una solidaridad y un compromiso más fuertes a todos los niveles; la promoción de los derechos humanos; y una prosperidad compartida para todos», afirmó.

Esta COP, según Danget, tuvo también otro valor: el de dejar al descubierto los problemas del Acuerdo de París, especialmente con la transición justa, que lastran el tratado aprobado en la COP21 de 2015, que estableció como gran meta la de la contención del incremento de las temperaturas en 1,5 grados Celsius.

«Más específicamente, esta COP expuso todas las contradicciones y desafíos que se enfrentan al implementar las promesas del Acuerdo de París, especialmente una transición administrada y equitativa que se aleje de los combustibles fósiles y la movilización sostenida, la alineación y el acceso a los flujos financieros a nivel nacional e internacional para descarbonizar y aumentar la resiliencia», dijo Dagnet.

Aunque algunas señales se hicieron más claras con compromisos más sustanciales, adujo, siguen existiendo retos en cómo se secuencia la transición justa y equitativa.

«Los procesos inclusivos son importantes para fomentar la prosperidad y los beneficios compartidos a lo largo del viaje, junto con las salvaguardias adecuadas para minimizar los impactos adversos no deseados de las medidas y tecnologías relacionadas con el clima y para proteger a las comunidades de primera línea y marginadas», detalló.

Al mismo tiempo, adujo Dagnet, “la justa puesta en marcha y la capitalización continuada del Fondo para Pérdidas y Daños requerirán vigilancia, una orientación eficaz y mecanismos que garanticen que se moviliza realmente una financiación acorde y que llega a tiempo a las comunidades que más la necesitan”.

“La movilización adecuada de financiación para la adaptación por parte de la comunidad de donantes también es esencial para afrontar las pérdidas y los daños con dignidad”, concluyó la especialista en justicia climática antes de abandonar Dubái, que congregó desde el 30 de noviembre y hasta el 13 de diciembre a delegados de gobiernos, funcionarios de la ONU, representantes de la sociedad civil y, también, lobistas de las empresas fósiles.

T: MF / ED: EG

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