DUBÁI – Los países del Sur en desarrollo, especialmente los africanos, que cuentan con grandes reservas de minerales necesarios para los vehículos eléctricos, pueden beneficiarse de ese auge si logran procesar esos materiales localmente, planteó la Unctad en el escenario de la cumbre climática en la ciudad emiratí de Dubái.
Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), expuso que “la transición energética es una oportunidad para que los países en desarrollo ricos en minerales fortalezcan sus industrias emergentes y refuercen su posición en las cadenas de valor mundiales”.
El planteamiento fue recogido en la mesa de trabajo sobre minerales críticos y la transición energética, el proceso que se considera indispensable para desescalar el consumo de los combustibles fósiles, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero son en gran medida los responsables del calentamiento planetario.
Esos debates dominan la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que con líderes de casi todos los países del globo y miles de participantes de instituciones diversas delibera en esta ciudad de Emiratos Árabes Unidos hasta el 12 de diciembre .
El informe que presentó la Unctad mostró que los flujos comerciales de minerales críticos, en las cadenas de valor de las baterías de vehículos eléctricos, revela la concentración del mercado y el alto valor añadido, lo que presenta oportunidades para las naciones en desarrollo ricas litio, cobalto y grafito.
“La transición energética es una oportunidad para que los países en desarrollo ricos en minerales fortalezcan sus industrias emergentes y refuercen su posición en las cadenas de valor mundiales”: Rebeca Grynspan.
En un escenario de cero emisiones netas -que se eliminen tantas emisiones de gases de efecto invernadero como las que genera la vida económica y social-, se espera que la demanda de esos minerales aumente, por ejemplo 454 % en el caso del litio y 115 % en el del cobalto entre 2022 y 2030.
En particular los países africanos, que cuentan con 19 % de las reservas mundiales de minerales necesarios para los vehículos eléctricos, se beneficiarán de este auge si pueden procesar esos materiales localmente.
También los sudamericanos, porque 56 % de las reservas mundiales de litio están en el triángulo formado por Bolivia, Argentina y Chile.
El informe presenta el caso del cobalto, utilizado en electrodos de baterías, radiografía, aleaciones especiales, cables de acero, cintas magnéticas y catálisis, y cuyo mayor productor y exportador es la República Democrática del Congo.
Extrae 130 000 toneladas anuales (70 % del total mundial), seguido a distancia por Indonesia, Rusia, Australia, Canadá, Cuba y Filipinas.
Descuella además en el procesamiento para obtener dióxido de cobalto. Al refinar localmente el mineral, elevó su precio unitario en 2022 de 5,8 dólares por kilogramo en el momento de la extracción a 16,2 dólares por kilo tras el procesamiento.
Pero su presencia se esfuma en las siguientes etapas, la manufactura de partes, los componentes celulares y, finalmente, el ensamblaje de vehículos eléctricos.
En la manufactura de partes los líderes son China, Polonia, Corea del Sur y Japón, y los mayores elaboradores de componentes celulares necesarios en los vehículos eléctricos son Estados Unidos, Alemania, China, Corea del Sur y México.
En cuanto a los carbonatos de litio, los mayores exportadores en 2021 fueron Chile (por 896 millones de dólares) y Argentina (247 millones), seguidos de China, Países Bajos y Corea del Sur.
El precio de ese producto ascendió desde 10 000 dólares la tonelada a comienzos de 2021 hasta 84 000 dólares en el mercado chino en el último trimestre de 2022, pero en 2023 se redujo a la mitad (42 500 dólares), lo que se atribuye a un incremento en la oferta y una desaceleración en la venta de vehículos eléctricos.
Del grafito, usado en la fabricación de componentes electrónicos, lapiceros, material refractario y otras aplicaciones industriales, en 2022 el primer productor fue China, con 850 000 toneladas, seguido a distancia por Mozambique, con 170 000 TM.
Grynspan expuso que, junto con la producción, procesamiento y comercialización, también es esencial garantizar que la alta demanda de minerales críticos no afiance aún más la dependencia de las materias primas en los países productores.
Esa dependencia los hace vulnerables a las fluctuaciones de los precios del mercado y a las crisis mundiales, como la agudizada por la pandemia covid-19.
Además está vinculada a un nivel socioeconómico más bajo. En 2021, de los 32 países clasificados por la ONU como de bajo desarrollo humano, 29 dependían de las materias primas.
La mejora de las capacidades de procesamiento en las economías en desarrollo puede también contribuir a diversificar las fuentes mundiales de suministro.
El informe de la Unctad destaca la concentración del mercado en varias fases de las cadenas de valor de las baterías para vehículos eléctricos, y los riesgos asociados a interrupciones del suministro, volatilidad de precios y tensiones geopolíticas.
Señala, por ejemplo, que el comercio en las fases de manufactura del cobalto está dominado por los países industrializados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Ningún país de África o América Latina es un participante de importancia en el comercio de cátodos o materiales para baterías.
“Los países que dominan estas fases son los que ejercen una influencia considerable en todo el mercado de los vehículos eléctricos”, señala el informe.
Grynspan destacó en la COP28 la necesidad de contratos mineros más sostenibles y transparentes en los países en desarrollo.
La mejora de los contratos mineros y de las licencias de exploración de minerales críticos podría ayudar a fortalecer las industrias nacionales, permitiendo a las empresas locales diseñar, adquirir, fabricar y suministrar los componentes necesarios para las baterías de los vehículos eléctricos.
También subrayó el papel fundamental del apoyo mundial con inversiones asequibles y suficientes, así como en el acceso a las tecnologías que los países en desarrollo necesitan para añadir valor a sus exportaciones de minerales críticos.
A-E/HM