Cada dos minutos muere una persona en un accidente de tránsito

Intenso tráfico en Bangkok, con densa circulación de motocicletas. Ese tipo de vehículos está presente en 21 % de los decesos en accidentes viales, un problema de salud pública mundial que también cobra numerosas víctimas entre otros usuarios de las vías, como peatones y ciclistas, por lo que la OMS pide más leyes de protección. Imagen: Leo Patrizi / iStockphoto-OMS

GINEBRA – En el mundo 1,19 millones de personas perecen al año por accidentes tránsito, una muerte cada dos minutos y más de 3200 cada día, lo que significa que la seguridad vial sigue siendo un problema agobiante, planteó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe divulgado este miércoles 13.

La cifra representa una disminución de cinco por ciento con respecto a las de víctimas mortales por accidentes de tránsito de 2010 (16 % al considerar el aumento de la población mundial), aunque muestra que se mantiene como la principal causa de muerte en niños y jóvenes entre cinco y 29 años.

Para Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, “es una buena noticia que haya disminuido la mortalidad por estos accidentes, pero esta reducción debe ser mucho mayor. Podemos prevenir la tragedia de las muertes en carretera”.

“Pedimos a todos los países que la prioridad en sus sistemas de transporte sean las personas, y no los automóviles, y que garanticen la seguridad de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública”, agregó Tedros.

El Informe de 2023 sobre la situación mundial de la seguridad vial, divulgado en esta ciudad suiza, sostiene que estos accidentes constituyen crisis sanitaria mundial, al arriesgar la vida de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública.

Indica que 108 Estados miembros de las Naciones Unidas notificaron un descenso de las defunciones relacionadas con el tránsito rodado entre 2010 y 2021.

De ellos, 10 (Bielorrusia, Brunei, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Lituania, Noruega, Rusia, Trinidad y Tobago y Venezuela) consiguieron reducirlas en más de 50 %, y en otros 35 países se lograron avances importantes, con una reducción de la mortalidad de entre 30 y 50 %.

“Pedimos a todos los países que la prioridad en sus sistemas de transporte sean las personas, y no los automóviles, y que garanticen la seguridad de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública”: Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El informe revela que 28 % de las defunciones por accidentes de tránsito se produjeron en la región de Asia sudoriental, 25 % en la del Pacífico occidental, 19 % en África, 12 % en América, 11 % en la región del Mediterráneo oriental, y cinco por ciento en Europa.

Nueve de cada 10 fallecimientos se registran en países de ingresos medianos y bajos, y la cifra de víctimas mortales en esas naciones es desproporcionadamente alto si se compara con el número de vehículos y carreteras de que disponen.

En concreto, el riesgo es tres veces mayor en los países de ingresos bajos que en los de ingresos altos y, sin embargo, los primeros tienen apenas uno por ciento del parque mundial de vehículos de motor.

Otro dato es que 53 % de las víctimas mortales de estos accidentes son usuarios vulnerables de la vía pública: peatones (23 %), conductores de vehículos de dos y tres ruedas, como motocicletas (21 %), ciclistas (6 %), y usuarios de dispositivos de micromovilidad, como los patinetes electrónicos (3 %).

Las víctimas mortales entre los ocupantes de automóviles y otros vehículos ligeros de cuatro ruedas descendieron ligeramente y representan 30 % del total.

Entre 2010 y 2021 las defunciones de peatones aumentaron tres por ciento, hasta 274 000, lo que representa 23 % del total mundial, y las de ciclistas casi 20 %, hasta 71 000 o seis por ciento del total.

Los estudios muestran que 80 % de las vías no cumplen las normas de seguridad para peatones y que solo 0,2 % tienen carriles para ciclistas.

Si se tiene en cuenta que nueve de cada 10 personas encuestadas para el estudio se consideran prioritariamente peatones, resulta preocupante que solo una cuarta parte de los países apliquen políticas de fomento de los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público.

El informe revela “una alarmante falta de avances en materia de legislación y normas de seguridad”.

Solo seis países disponen de leyes que se ajustan a las prácticas óptimas de la OMS para todos los factores de riesgo (exceso de velocidad, conducción en estado de embriaguez, y uso del casco de motociclista, del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil.

Hay 140 países (dos tercios de los Estados miembros de la ONU) que aplican leyes que cumplen esas prácticas para al menos uno de esos factores de riesgo.

Desde el informe similar publicado en 2018, hubo 23 países que modificaron su legislación para adaptarla a las prácticas óptimas de la OMS.

De acuerdo con las previsiones, el parque mundial de vehículos de motor se duplicará de aquí a 2030.

Sin embargo, solo 35 países disponen de legislación que regule todas las características esenciales de seguridad de los vehículos, como son por ejemplo los sistemas avanzados de frenado y la protección contra impactos frontales y laterales.

Además, el informe revela importantes lagunas a la hora de garantizar la seguridad de las infraestructuras viales, ya que solo 51 países cuentan con legislación que exija inspecciones de seguridad que contemplen a todos los usuarios de la vía pública.

El informe, elaborado con apoyo de la fundación estadounidense Bloomberg Philanthropies, fue presentado como insumo en el objetivo de reducir a la mitad las muertes por accidentes de tránsito, planteado en el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030.

A-E/HM

 

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