AMSTERDAM – El optimismo por su ciudad, el rechazo al crimen y el temor a los impactos del cambio climático se mezclan en las expectativas de quienes viven en las grandes urbes del Sur global, mostró una reciente encuesta de la organización ambientalista Greenpeace.
“A pesar de la multitud de desafíos diarios que enfrentan, más de la mitad de las personas encuestadas (56 %) son optimistas sobre el futuro y creen que su ciudad actual podría convertirse en la ciudad de sus sueños”, apuntó el analista de la organización Hendri Pelser.
La encuesta se efectuó en siete ciudades: las capitales Bogotá, Delhi, Nairobi y Yakarta, y además Bangalore (India), Estambul (Turquía) y Sao Paulo (Brasil), para pulsar opiniones, sentimientos y expectativas que relacionan las cuestiones urbanas y la crisis climática.
La muestra total consistió en 6266 adultos (entre 704 y 1019 personas en las distintas urbes), consultados en línea entre el 24 de agosto y el 1 de septiembre por la firma británica de estudios de mercado YouGov.
Los principales problemas varían considerablemente de una a otra ciudad, pero los más mencionados por sus habitantes -cuando se les requirió escoger tres- son el crimen, la contaminación del aire y los problemas de tráfico, estos últimos de un modo u otro relacionados con la crisis climática que vive el planeta.
“A medida que se intensifica la emergencia climática, el papel de las ciudades será cada vez más importante, como protectoras de un gran número de personas -en particular las más vulnerables- y como catalizadoras del avance hacia el mundo más limpio, más seguro y más sostenible que necesitamos”: Hendri Pelser.
En Bogotá el crimen fue mencionado por 70 % de los encuestados, seguido de la corrupción (65 %) y la congestión del tráfico (49 %). También en Sao Paulo la mayor preocupación es el crimen (57 %), seguida del desempleo (45 %) y la corrupción (40 % de menciones).
En Yakarta y Delhi, con más de 30 millones de habitantes en sus respetivas áreas metropolitanas, el problema número uno es la contaminación del aire (64 y 53 %, respectivamente), seguido de la congestión del tráfico (59 y 42 %).
En la capital indonesia el tercer problema mencionado es la corrupción (42 %), y en su similar india el manejo de los desperdicios urbanos (38 %).
También en Bangalore, ciudad del sur de la India con 13 millones de habitantes, se percibe a la congestión del tráfico como el principal problema (51 %), seguido de la corrupción (43 %) y el manejo de desechos (42 %).
En Nairobi, los kenianos situaron como primer problema a la corrupción (66 %), seguida del desempleo (55 %) y el crimen.
En cambio, en Estambul, con 16 millones de habitantes apretujados en ambas orillas del estrecho del Bósforo que separa a Europa y Asia, imán para migrantes desde el Medio Oriente, 66 % de los encuestados situó como primer tema el creciente número de personas que se mudan a la ciudad.
También la congestión del tráfico (62 %) y el crimen (49 %) fueron destacados.
Un hallazgo de la encuesta es que menos de la mitad (47 %) de las personas se sienten seguras frente a fenómenos meteorológicos extremos (como inundaciones, calor o frío extremo, o deslizamientos de tierra) en la ciudad en la que viven.
La encuesta constató que las personas con ingresos altos se sienten particularmente más seguras ante los fenómenos meteorológicos extremos en las ciudades, en particular en Sao Paulo, Delhi y Bangalore.
Aunque más de la mitad (56 %) de los residentes urbanos son optimistas sobre el futuro y creen que su ciudad podría convertirse en la de sus sueños, hay grandes diferencias de percepciones en las urbes estudiadas.
En Nairobi (4,7 millones de habitantes) 91 % de los consultados son optimistas, 70 % en Yakarta, 68 % en Delhi y 66 % en Bangalore. En Sao Paulo (22 millones de residentes) el optimismo alcanza a 44 %, en Bogotá (12 millones) a 38 %, y en Estambul apenas a 22 % de sus habitantes.
Cuando la encuesta preguntó “¿Cuáles de los siguientes, si es que hay alguno, cree usted que tienen el papel más importante que desempeñar en la toma de decisiones?” con respecto a la ciudad, 54 % mencionó al gobierno local o municipal, 49 % al gobierno nacional y 31 % a los movimientos urbanos y sociales.
Pelser comentó finalmente que “a medida que se intensifica la emergencia climática, el papel de las ciudades será cada vez más importante, como protectoras de un gran número de personas -en particular las más vulnerables- y como catalizadoras del avance hacia el mundo más limpio, más seguro y más sostenible que necesitamos”.
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