ABIYÁN, Costa de Marfil – Ricos en minerales verdes, los necesarios para la producción y uso de energía limpia y vehículos eléctricos, los países africanos renuevan su apuesta para participar cada vez más en esas cadenas de valor en las próximas décadas, mostró un nuevo estudio de organismos en la región.
La Agencia Internacional de Energía, de economías desarrolladas, proyecta que en 2040 los fabricantes de tecnologías de energías limpias necesitarán 40 veces más litio, 25 veces más grafito y 20 veces más níquel y cobalto que en 2020, recuerda el estudio divulgado por el Banco Africano de Desarrollo (AfDB).
Muchos de los minerales necesarios para producir vehículos eléctricos, entre ellos cobalto, litio, manganeso, níquel y grafito, están disponibles en países africanos, como la República Democrática del Congo, Zambia, Sudáfrica, Madagascar, Mozambique, Tanzania o Gabón, se indicó.
Sudáfrica tiene 40 % de las reservas mundiales de manganeso y 16 % de las de vanadio; la República Democrática del Congo 52 % de las de cobalto, y se cree que pueda tener grandes depósitos de litio, mineral del que las mayores reservas conocidas están en el triángulo de Argentina, Bolivia y Chile.
Madagascar y Mozambique tienen cada una ocho por ciento de las reservas mundiales de grafito, y Tanzania más de cinco por ciento. Guinea posee 25 % de las reservas de bauxita, y Gabón 4,7 % de las de manganeso.
De cobre –utilizado en motores y cableado-, Zambia tiene 2,4 % de las reservas mundiales y la República Democrática del Congo 2,2 %.
Este último país posee además gran potencial hidroeléctrico, lo que lo hace muy atractivo para la producción, a bajo costo y con bajas emisiones de carbono, de células y materiales precursores de baterías de iones de litio.
Esas baterías dominan el mercado de los vehículos eléctricos y representan 49 % del mercado mundial de baterías recargables.
También ofrecen posibilidades energéticas más allá de los vehículos eléctricos. Representan la mejor manera de almacenar la electricidad generada a partir de fuentes eólicas, solares e hidroeléctricas, superando problemas de intermitencia, destaca el informe.
La firma de investigaciones Bloomberg Nef estimó que instalar fábricas de precursores de baterías en zonas especiales de Zambia y la República Democrática del Congo es técnica y financieramente viable, con la inversión de unos 2700 millones de dólares.
“Una instalación precursora en la República Democrática del Congo sería tres veces más barata que una planta similar en Estados Unidos, por la competitividad de costos y la proximidad a las materias primas”, dijo Oluranty Doherti, directora de Desarrollo en el Banco Africano de Exportación e Importación.
El estudio destaca que el proyecto implica avanzar en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, especialmente en el ODS8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el ODS9 (Industria, innovación e infraestructura).
Esas zonas especiales pueden crear más de 40 000 empleos directos y 160 000 indirectos en los dos países mencionados, e impulsarían los ingresos de divisas, la transferencia de tecnología y la mejora de las habilidades de las comunidades locales.
El estudio del AfDB considera que “hay más por venir”, pues los actuales recursos minerales confirmados en África podrían ser “la punta del iceberg”, debido a que aún no se han explorado formaciones geológicas similares en el continente, las cuales tienen potencial para futuros descubrimientos.
Y, sobre todo, apuesta porque la demanda de los minerales llamados verdes aumentará a medida que las naciones más ricas busquen descarbonizar sus economías mudándose a sistemas de generación y consumo de energías limpias.
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