NACIONES UNIDAS – Una reunión de alto nivel, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fijó, con una declaración política este viernes 22, nuevos compromisos para tratar de poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis en los próximos cinco años.
La tuberculosis, que solo en 2021 presentó 10,6 millones de nuevos casos y causó 1,6 millones de muertes, afecta sobre todo al sudeste asiático, África y los países costaneros del Pacífico occidental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El primero de los objetivos pactados en el marco de la ONU será llegar a 90 % de las personas con servicios de prevención y atención de la tuberculosis, utilizando una prueba rápida recomendada por la OMS, como primer método de diagnóstico de la enfermedad, también conocida como tisis o TB.
Luego, se propone proporcionar paquetes de beneficios sociales a todas las personas con tuberculosis, autorizar al menos una nueva vacuna, y cerrar las brechas de financiación para su implementación y la investigación de la tuberculosis para 2027.
“Durante milenios, nuestros antepasados han sufrido y muerto de tuberculosis, sin saber qué era, qué la causaba o cómo detenerla. Hoy tenemos conocimientos y herramientas con los que ellos solo podrían haber soñado”: Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo en el pleno de la reunión que “durante milenios, nuestros antepasados han sufrido y muerto de tuberculosis, sin saber qué era, qué la causaba o cómo detenerla. Hoy tenemos conocimientos y herramientas con los que ellos solo podrían haber soñado”.
“La declaración política que los países aprobaron hoy y los objetivos que han fijado son un compromiso de utilizar esas herramientas y desarrollar otras nuevas para escribir el capítulo final de la historia de la tuberculosis”, agregó Tedros.
La tuberculosis es una infección bacteriana contagiosa (su principal causante es la Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch), que afecta a los pulmones, puede propagarse a otros órganos, y en su prevención se emplea la vacuna BCG.
Sus síntomas son tos crónica con esputo sanguinolento, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. Se la considera la enfermedad infecciosa más prevalente en el mundo, y fue la segunda más letal en los años 2020 y 2021 después de la covid-19.
La TB resistente a los medicamentos sigue contribuyendo de manera importante a la resistencia a los antimicrobianos: cerca de medio millón de personas desarrollan tuberculosis resistente a los medicamentos cada año.
La OMS informó que aunque los esfuerzos mundiales contra la TB salvaron más de 75 millones de vidas desde el año 2000, las metas fijadas en 2018 para el quinquenio concluido no se alcanzaron, debido principalmente a las perturbaciones en servicios de tuberculosis causadas por la covid y los conflictos armados en el mundo.
Solo 34 millones de los 40 millones de personas con tuberculosis previstas para ser tratadas recibieron tratamiento entre 2018 y 2022. Y solo 15,5 millones de los 30 millones de personas a las que se había previsto llegar con tratamiento preventivo accedieron a él.
La financiación para los servicios de tuberculosis en los países de ingresos bajos y medianos cayó de 6400 millones de dólares en 2018 a 5800 millones de dólares en 2022, dejando un déficit de 50 % para los programas necesarios.
La financiación anual para la investigación de la tuberculosis osciló entre 900 y 1000 millones de dólares entre 2018 y 2022, lo que representa solo la mitad del objetivo fijado en 2018.
“Evitar las dificultades financieras relacionadas con la tuberculosis y prevenir el desarrollo de la enfermedad en grupos vulnerables ayudará a disminuir las desigualdades dentro y entre los países”, subrayó Tereza Kasaeva, directora del programa mundial de tuberculosis de la OMS.
Poco antes de la reunión de alto nivel se conformó, con apoyo de la OMS, un consejo acelerador de la vacuna contra la tuberculosis, dirigido por una junta ministerial de nueve miembros, para facilitar el desarrollo, la concesión de licencias y el uso de nuevas vacunas contra la enfermedad.
BCG es actualmente la única vacuna autorizada contra la TB, y aunque proporciona una eficacia moderada en la prevención de formas graves de tuberculosis en bebés y niños pequeños, no protege adecuadamente a los adolescentes y adultos, que representan la mayoría de la transmisión de tuberculosis a nivel mundial.
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