Mujeres de India son engañadas y vendidas como esposas

Un grupo de mujeres camina en una aldea de la Cachemira administrada por India. Muchas de ellas llegan hasta esta región del norte del país desde otros estados con amplia población pobre, atraídas por falsas promesas de trabajo y vendidas como esposas a varones inadecuados y que desconocen. Imagen: Athar Parvaiz / IPS

BUDGAM, India – Hace más de una década que a Rafiqa, de 32 años, la vendieron a un hombre de Cachemira, en el norte de la India, después que había sido captada por traficantes bajo la promesa de que trabajaría en la industria artesanal de la región.

Pero, en lugar de conseguir trabajo, la vendieron a un cachemir del distrito de Budgam, en Cachemira central, por la mísera suma de 50 000 rupias (605 dólares). Antes de que los traficantes la atrajeran, Rafiqa, un nombre ficticio a su pedido, vivía con sus padres y tres hermanos en una familia musulmana pobre del oriental estado Bengala Occidental.

Desde refugiadas rohinyás -se calcula que hay 40 000 refugiados de esa minoría musulmana de Myanmar en India- hasta mujeres de otros estados, como Bengala Occidental y Assam, las mujeres son objeto de tráfico y trata y vendidas como esposas a hombres que tienen dificultades para encontrar pareja dentro de sus comunidades.

Entre esos varones suele haber ancianos, discapacitados físicos y otros con problemas de salud mental.

El marido de Rafiqa, que se gana la vida conduciendo un carro de caballos y vive en un cobertizo de madera de una sola habitación, tuvo que vender la única vaca que poseía para pagar la suma que le pidieron los traficantes de personas.

Ella se fue dando cuenta paulatinamente “de lo que me esperaba en la vida».  Aceptar la realidad, dice, era la única opción que le quedaba.

“Podría haber intentado escapar o haber tomado alguna medida extrema, pero decidí enfocarme positivamente en hacer algún tipo de vida con la situación en la que acabé”, dijo Rafiqa a IPS mientras estaba sentada en el primer peldaño de la pequeña escalera de madera de su casa.

“La sencillez y la amabilidad de mi marido también me ayudaron a tomar esta decisión, aunque no me gustaba su aspecto”, confió.

Además, “ahora tengo tres hijos por los que tengo que vivir”, dijo Rafiqa.

“Echo de menos a mis padres y hermanos. Pero es muy difícil visitarlos. Incluso si convenzo a mi marido, no podemos permitirnos visitarlos, ya que se necesita mucho dinero para pagar el viaje”, añadió, antes de explicar que su marido apenas gana lo suficiente para dar de comer a la familia.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Rafiqa no es la única mujer víctima de la trata en el pueblo donde terminó.

Más de una docena de mujeres han acabado casándose en circunstancias similares. En otros lugares de la región, otros cientos de mujeres de los estados indios de Bengala Occidental y Assam están casadas, tras ser víctimas de tráfico de personas, con hombres divorciados o con problemas físicos.

Cuando Zarina, también un nombre ficticio, de 23 años y procedente de una familia pobre de Bengala Occidental, cayó en la trampa de un traficante de personas, no tenía ni idea de que acabaría casándose con un hombre al que nunca había visto y que casi le doblaba la edad.

Zarina también creyó la falsa promesa de que le conseguirían un trabajo en una fábrica de alfombras en la zona de Patan, en el norte de Cachemira. Pero, para su sorpresa, terminó vendida y forzada a casarse.

“¿Cómo va a cambiar mi situación después de hablar contigo si no ha cambiado en los últimos cinco años? Aquí es donde debo estar toda mi vida”, dijo molesta y desolada Zarina a IPS, antes de negarse a dar más detalles sobre esa vida.

Algunas mujeres que se encuentran con traficantes de personas tienen mucha menos suerte.

En una aldea del distrito de Anantnag, en el sur de Cachemira, una joven rohinyá fue vendida por traficantes a una familia para su hijo con problemas mentales, después de haber sido traficada desde un campamento improvisado de refugiados rohinyás en la adyacente provincia de Jammu.

“Nos quedamos sorprendidos cuando descubrimos que la familia había conseguido una novia para su hijo, del que sabíamos que no estaba mentalmente sano desde su infancia”, dijo a IPS un vecino de la familia.  La oíamos gritar cuando su marido la golpeaba casi todos los días. Pero, afortunadamente para ella, la joven pudo escapar al cabo de unos meses.

No hay cifras oficiales precisas sobre el número de novias traficadas y vendidas, pero algunas estimaciones dicen que miles de niñas y mujeres caen en esta forma de trata cada año. Los medios de comunicación informan a veces de la detención de traficantes de personas, mayoritariamente mujeres, pero no son noticias muy frecuentes.

El 26 de julio, el secretario de Estado de Interior de India, Ajay Kumar Mishra, declaró ante el parlamento que 1 061 648 mujeres mayores de 18 años y 251 430 niñas menores de 18 años habían desaparecido entre 2019 y 2021 en distintos estados del país.

Mishra, sin embargo, dijo que la mayoría de las víctimas han sido encontradas y añadió que el gobierno indio ha tomado varias iniciativas para mejorar la seguridad de las mujeres.

En abril del año pasado, la Comisión Nacional para la Mujer de India puso en marcha una Célula de Lucha contra la Trata de Seres Humanos para mejorar la eficacia a la hora de abordar los casos de ese delito, sensibilizar a mujeres y niñas, capacitar y formar a las Unidades de Lucha contra la Trata y aumentar la capacidad de respuesta de los organismos encargados de hacer cumplir la ley.

En su último Informe sobre Tráfico de Personas (TIP, en inglés), el estadounidense Departamento de Estado identifica a India como un país de nivel 2.

Argumenta que gobierno de India no cumple plenamente las normas mínimas para la eliminación del tráfico y la trata, pero está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo.

“El gobierno demostró esfuerzos crecientes en general en comparación con el periodo del informe anterior, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia de covid-19, si lo hubo, en su capacidad de lucha contra la trata; por lo tanto, India permaneció en el Nivel 2”, dice el informe hecho público en abril y con cifras de 2022.

En el anual TIP, que analiza la situación de 188 países y territorios, el nivel 1 indica que el gobierno aborda bien el problema y cumple todos los estándares de la estadounidense Ley de Protección de las Víctimas de Trata (TVPA, en inglés).

El 2 incluya a los países en observación porque no cumplen completamente con los estándares mínimos a favor de las víctimas de trata, pero luchan para adoptar los principios de esa norma.

El nivel 3 incluye a los gobiernos que ni cumplen los requisitos mínimos bajo la TVPA ni hacen «esfuerzos significativos» para lograrlo, según los estándares del Departamento de Estado.

T: MF / ED: EG

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