La campesina Nora Anaya, dentro de su pequeño huerto biológico donde siembra hortalizas, en una pequeña comunidad altoandina del sur de Perú. Ante un futuro incierto por las escasas oportunidades que le ofrece el país, la felicidad para ella sería que su hija sí logre completar los estudios superiores, lo que ella no pudo hacer por el olvido de las instituciones a comunidades rurales como la suya. Imagen: Mariela Jara / IPS