El peruano Ramón Balbuena, sobre su motocicleta, listo para llevar un pedido de raciones de pollo a la brasa a un cliente del restaurante donde trabaja en Lima. Labora un mínimo de 10 horas diarias como repartidor domicilio del negocio especializado en pollo, sin formar parte de la plantilla y sin beneficios sociales como trabajador, para sacar adelante a su familia. Imagen: Cortesía de Ramón Balbuena