NAIROBI – Según un informe internacional sobre planificación familiar, más de 370 millones de mujeres de países de ingresos bajos y medios finalmente adoptaron métodos anticonceptivos modernos para ayudar a frenar los embarazos no deseados.
Esta estadística sugiere que una de cada tres mujeres de esos países usa anticonceptivos en la actualidad. Fue elaborada por FP2030, como se conoce a la alianza mundial de organizaciones sociales, dedicada a promover la planificación familiar, y con sus metas fijadas para 2030.
África, que tenía el menor número de usuarias de planificación familiar en 2012, ha registrado un aumento de 66 %, pasando de 40 millones a 66 millones de niñas y mujeres en 2022. África oriental y meridional registró el mayor aumento de usuarios de planificación familiar, con 70 %.
Kenia se situó entre las naciones subsaharianas que habían conseguido frenar eficazmente la tasa de crecimiento demográfico educando y empoderando a las mujeres y niñas mediante iniciativas de planificación familiar.
Según el Ministerio de Sanidad de Kenia, en septiembre del año pasado al menos 54 % de las mujeres del país tenían acceso a anticonceptivos, y el uso de métodos modernos de planificación familiar había aumentado de 18 % en 1989 a 57 % en 2022. Esto contribuyó en gran medida a cumplir sus compromisos de planificación familiar dentro de FP2030.
La Encuesta Demográfica y de Salud de Kenia del año pasado informó de que se había producido un descenso de la tasa de fertilidad femenina de 3,9 hijos por mujer en 2014 a 3,4 hijos por mujer en 2022. Este descenso se tradujo en una ralentización de la tasa de crecimiento de la población, que pasó de 3,4 % en 2014 a 2,2 % en 2022.
El informe señala que, entre las parejas casadas, 47 % de las mujeres desean tener más hijos, mientras que en el caso de los hombres es de 57 %. Otro 30 % de las mujeres y un 37 % de los hombres querían esperar un poco más antes de tener hijos. Esto demuestra que hay más mujeres que prefieren esperar y decidir cuándo y cuántos hijos quieren tener mediante la planificación familiar.
Según el informe, también había más mujeres en las zonas rurales que optaban por limitar el número de hijos que tenían, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, donde no les resultaba fácil tomar la decisión debido a factores como la falta de educación, las tradiciones y el acceso limitado a los centros sanitarios.
Entre el grupo con estudios, 84 % de las mujeres casadas con estudios primarios y 94 % de las casadas con estudios secundarios no querían tener más hijos. Esto demostró la gran influencia del nivel educativo en el uso de anticonceptivos.
Un examen de los condados mostró que las zonas urbanizadas, donde más gente tenía acceso a la educación, tenían una tasa de fecundidad baja en comparación con los condados marginados con acceso limitado a una educación adecuada.
Por ejemplo, los condados con las tasas de fecundidad más bajas eran Nairobi, Nyamira, Machakos, Kirinyaga, Mombasa y Kiambu, que registraron 2,6, 2,7, 2,8, 2,8, 2,9 y 2,9 hijos por mujer. Lo contrario ocurrió en los condados marginados como Mandera, West Pokot, Wajir y Marsabit, que registraron altas tasas de fertilidad de 7,7, 6,9, 6,8 y 6,3 hijos por mujer.
Algunos de los métodos de planificación familiar más utilizados en la actualidad son la esterilización, el uso del preservativo, los implantes, los fármacos inyectables y las píldoras. Sin embargo, el uso de estos anticonceptivos modernos varía según la región.
Christine Atieno, técnica farmacéutica de una clínica local, está de acuerdo en que ha habido un aumento significativo en el número de usuarias de anticonceptivos entre las personas casadas a lo largo de los años.
“Las mujeres casadas, en su mayoría mayores de 25 años, constituyen la mayoría de nuestros pacientes en Medway Healthcare», dijo Atieno a IPS.
“Recibimos al menos cinco pacientes al día, que vienen a buscar ayuda profesional sobre qué tipo de anticonceptivos utilizar. Muchas prefieren las píldoras orales, que reponemos dos o tres veces por semana», explicó. “En nuestro centro ofrecemos todas las formas de planificación familiar moderna, aparte de la esterilización”, añadió.
Un trabajo de investigación publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina coincide en que las farmacias y clínicas comunitarias también han desempeñado un papel importante a la hora de garantizar la prestación y el fácil acceso a los servicios de planificación familiar tanto en zonas rurales como urbanas.
Según los resultados, el sistema sanitario público atiende a 60 % de los pacientes, mientras que el sector privado, formado por farmacias y clínicas, acapara 34 %.
Estos centros privados han sido autorizados a prestar servicios de planificación familiar como el suministro de anticonceptivos orales, preservativos masculinos y femeninos, acetato de medroxiprogesterona de depósito inyectable intramuscular y subcutáneo (DMPA) y anticonceptivos de emergencia.
«Al ser un país en desarrollo, Kenia sigue rezagada en cuanto a instalaciones adecuadas en su sistema de salud pública, lo que hace que las farmacias y clínicas sean muy importantes a la hora de prestar asistencia médica, sobre todo a los jóvenes de entre 10 y 24 años», afirmó Wilson Opudo, especialista en salud pública.
Si bien es cierto que hay un aumento en el uso de anticonceptivos entre las mujeres, “todavía existe el problema de las adolescentes de entre 14 y 18 años que son cada vez más sexualmente activas, pero no pueden permitirse o no están dispuestas a visitar los centros de salud pública por diversas razones», explicó Opudo a IPS.
Según Opudo, estas adolescentes suelen evitar acudir a los centros de salud públicos, la mayoría de los cuales esperan que vayan acompañadas de sus padres o tutores debido a su corta edad. Por ello, prefieren las farmacias y clínicas comunitarias, donde pueden obtener ayuda por su cuenta.
“Al ser jóvenes, estas chicas suelen avergonzarse de que sus padres descubran que son sexualmente activas, por lo que la mayoría evita acudir a los hospitales», afirmó Opudo. Por eso es importante contar también con asesores profesionales en estas clínicas y farmacias comunitarias, precisó.
Durante el inicio de la pandemia de covid-19, Kenia registró uno de los mayores casos de embarazos adolescentes, que los expertos relacionaron con el hecho de que muchos niños quedaban desatendidos en casa con poco en lo que ocupar su tiempo libre.
El fácil acceso a medios sociales incontrolados y sin censura también ha sido un factor que ha contribuido al aumento de la actividad sexual entre los adolescentes.
“Las adolescentes visitan nuestro centro sobre todo los fines de semana, y suelen venir en busca de píldoras anticonceptivas de emergencia (plan B), a diferencia de lo que ocurre con las mujeres casadas de más edad», explica Atieno. “Mis colegas y yo también somos asesoras cualificadas, y siempre insistimos en ofrecer consejo a estas adolescentes antes de dejar que tomen grandes decisiones por su cuenta», añadió.
Los datos de la encuesta demográfica y de salud también muestran que, aunque sigue siendo un porcentaje bajo, cada vez más hombres participan en el proceso de planificación familiar, ya que el número de hombres casados que se esterilizan se ha duplicado en comparación con los años anteriores.
En el pasado, la planificación familiar la hacían sobre todo las mujeres, la mayoría de las cuales preferían ocultárselo a sus cónyuges para evitar conflictos o reacciones negativas de la sociedad, ya que tener muchos hijos se consideraba una bendición en muchos hogares africanos.
Actualmente, sin embargo, muchos hombres comprenden la importancia de la planificación familiar, sobre todo para la salud de la mujer, e incluso acompañan a sus cónyuges a los servicios que la brindan.
Los datos de la encuesta demográfica y de salud indican un aumento del número de hombres que se someten a una vasectomía, de 248 en 2021 a 557 en 2022.
Alex Owino, superintendente médico del Hospital del Subcondado de Katulani, en Kitui, en el sur keniano, aconseja que, aunque la planificación familiar se ha vuelto accesible para muchos, también es necesario comprender la importancia de contar con un especialista médico que ayude a decidir el mejor tipo de anticonceptivos.
“He visto casos de mujeres que reaccionaban negativamente a las inyecciones y los implantes, por lo que es necesario que una sepa qué le funciona. Algunas se han quejado de efectos secundarios como dolores de cabeza y flujo menstrual irregular, lo que les dificulta sus actividades cotidianas», dijo Owino a IPS.
“Las embarazadas, las madres lactantes y las que toman antirretrovirales, por ejemplo, tienen necesidades diferentes en cuanto al tipo de anticonceptivos que más les conviene», añadió.
A partir de los datos recogidos en el informe FP2030, las siguientes fueron algunas de las principales conclusiones:
-Los inyectables fueron el método anticonceptivo más utilizado en el África subsahariana, seguidos de las píldoras orales y los implantes, respectivamente.
-Las píldoras y los preservativos masculinos se utilizaron predominantemente en Europa y América del Norte.
-La esterilización femenina y el preservativo masculino siguen siendo los métodos de planificación familiar más utilizados en todo el mundo.
-La mayoría de los usuarios de planificación familiar de todo el mundo también prefieren los métodos de corta duración frente a los de larga duración.
En resumen, el mayor uso de anticonceptivos ha contribuido a evitar 141 millones de embarazos no deseados, 150 000 muertes maternas y 30 millones de abortos inseguros en todo el mundo.
T: MF / ED: EG