NACIONES UNIDAS – Veinte agencias de las Naciones Unidas y organizaciones humanitarias lanzaron este martes 15 un nuevo llamado para que se detenga la guerra en Sudán, que en cuatro meses ha causado más de 4000 muertes y desplazado de sus hogares a cuatro millones de personas.
Desde que estalló el conflicto entre fuerzas militares rivales el 15 de abril, “el pueblo sudanés está inmerso en una guerra que está destruyendo su vida y su patria, y violando sus derechos fundamentales”, afirmó un comunicado conjunto de las 20 entidades.
Casi al mismo tiempo, la humanitaria Media Luna Roja informaba que el fuego cruzado de artillería y misiles entre las fuerzas rivales en la ciudad de Nyala, en el sudoccidental estado de Darfyur Sur, causaba al menos 25 muertes y decenas de heridos.
Combaten las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y la paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lideradas por los generales Abdel Fattah al Burhan, de las FAS y presidente de facto de un gobierno de transición, y Mohamed Hamdan Dagalo, de las FAR, con base en zonas occidentales.
Jartum, la capital a orillas del Nilo, y los estados occidentales, han sido los principales focos en la cruenta lucha por el poder, y sistemáticamente se desoyen los llamados a cesar el fuego y entablar diálogo y negociaciones, hechos por la ONU, la Unión Africana y distintos gobiernos.
Debido al conflicto, junto con los miles de muertos y heridos, unos cuatro millones de personas huyeron de sus hogares, cerca de un millón han llegado a países vecinos, y la situación humanitaria se agrava en este país de 48 millones de habitantes.
“La gente se está muriendo porque no tiene acceso a servicios de salud y medicamentos. Más de seis millones de sudaneses están al borde de la inanición”, señala el comunicado, “y los niños se están consumiendo por falta de alimentos y nutrición”, se agregó.
El documento está suscrito por Martin Griffiths, jefe de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha), y los responsables de las agencias y entidades de alimentación y agricultura, infancia, mujer, salud, población, migraciones, desarrollo, habitat y derechos humanos en las Naciones Unidas.
Entre los firmantes de las organizaciones aliadas figuran Shahin Ashraf, presidenta, y Mirela Shuteriqi, directora ejecutiva, de Islamic Relief, una red islámica de agencias de voluntariado.
Según el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, “la guerra desastrosa y sin sentido en Sudán nació de una ciega voluntad de poder” y tanto las FAS como las FAR “han cometido graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos”.
Junto con las muertes de más de 1000 civiles -entre ellos al menos 435 niños y 28 trabajadores humanitarios- y el desplazamiento forzoso de millones de personas, se han destruido escuelas, hospitales y otras instalaciones de servicios, y se ha bloqueado el acceso del auxilio humanitario.
La violencia sexual ha prolifereado, incluso contra quienes tratan de huir a través de las fronteras, y Türk dijo que “muchos civiles fueron asesinados en la región de Jartum al resistir los intentos de las fuerzas de seguridad de saquear sus hogares o violar a sus parientes”
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) indicó que la crisis ha puesto a alrededor de 4,2 millones de mujeres y niñas en riesgo de violencia de género, particularmente alto cuando se desplazan en busca de lugares más seguros.
“Los cuerpos de las mujeres son el campo de batalla de una guerra desatada por los hombres. Es indignante que sigamos viendo a mujeres y niñas tratadas como botín de guerra sexual”, dijo en Ginebra la directora regional del Unfpa para los países árabes, Laila Baker.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) verificó 53 ataques a servicios de atención en salud, en los que murieron 11 personas y 38 resultaron heridas, y la situación es especialmente preocupante en la región de Darfur (oeste), donde la inseguridad impide la entrega de ayuda.
Más de 40 % del país se enfrenta al hambre, subrayó la OMS, y alrededor de un tercio de los niños menores de cinco años están desnutridos crónicamente, lo que los hace aún más vulnerables a las enfermedades.
Las agencias dan cuentas de cómo multiplican sus esfuerzos para tratar de llegar con auxilio humanitario, pero su llamamiento se produce cuando de los 2570 millones de dólares estimados para costear la ayuda solo han recibido a la fecha 651 millones de dólares.
Antre ese panorama, las agencias de la ONU y sus aliados reclaman, en primer lugar, que las partes en conflicto pongan fin a los combates, protejan a los civiles, den acceso seguro y sin restricciones a la ayuda humanitaria y eliminen impedimentos burocráticos.
Su mensaje a la comunidad internacional es que “no hay excusa para esperar, se acaba el tiempo para que siembren los agricultores, los suministros médicos son escasos y la situación se está saliendo de control”, por lo que reclaman un cambio inmediato en la actitud hacia Sudán.
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