El refugiado sursudanés James Mathiang, en el extremo izquierdo, con sus compañeros de un equipo de baloncesto, en Nairobi, la capital de Kenia, tiene dificultades para que se reconozcan sus estudios y calificaciones, pese a que le han ofrecido una beca en una prestigiosa universidad del país de acogida. Imagen: Wilson Odhiambo / IPS