La Unctad renueva índice para medir potencial de los países

Los gobiernos pueden contrastar sus políticas de producción, desarrollo, empleo y reducción de la pobreza con el nuevo Índice de Capacidades Productivas de la Unctad, que relaciona el potencial de las economías con los productos efectivamente logrados. Imagen: BM

GINEBRA – Un nuevo índice para ayudar a los países a realizar diagnósticos y mediciones más precisas de sus potencialidades y resultados económicos fue lanzado este lunes 20 por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

“Ninguna nación se ha desarrollado sin crear las capacidades productivas necesarias, fundamentales para lograr un crecimiento económico sostenido con una reducción acelerada de la pobreza, diversificación económica y creación de empleo”, dijo la secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan, al presentar la nueva herramienta.

El renovado Índice de Capacidades Productivas (ICP) -la versión anterior databa de febrero de 2021- está disponible a través de un portal en línea con publicaciones, manuales, recursos y herramientas para ponderar esas capacidades en los países.

Presenta un mapa de las capacidades productivas de 194 economías, y proporciona una mejor medida del desarrollo que otros puntos de referencia tradicionales como el producto interno bruto (PIB), porque es multidimensional y mide los insumos económicos y el potencial, en contraposición a los productos resultantes.

El planteamiento de la Unctad es que la herramienta puede dar forma a políticas más eficaces y a su aplicación, pues el ICP mide la capacidad de los países para producir bienes y prestar servicios, que son fundamentales para el comercio internacional y las cadenas globales de valor y de la producción.

Hasta ahora, Angola, Etiopía, Kenia, Nigeria y Zambia han utilizado el IPC para poner en marcha políticas basadas en datos y pruebas.

Otro tanto están haciendo, con apoyo de la Unctad, Camboya, El Salvador, Malawi, Mongolia, Mozambique, Senegal y Zimbabue.

“Ninguna nación se ha desarrollado sin crear las capacidades productivas necesarias, fundamentales para lograr un crecimiento económico sostenido con una reducción acelerada de la pobreza, diversificación económica y creación de empleo”: Rebeca Grynspan.

La Unctad define las capacidades productivas como “los recursos productivos, las capacidades empresariales y los vínculos de producción que, en su conjunto, determinan la capacidad de un país para producir bienes y servicios y le permiten crecer y desarrollarse”.

En su presentación, la entidad evoca el llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, para “ir más allá del PIB y medir las cosas que realmente importan a las personas y sus comunidades”.

Al medir la economía desde la perspectiva de los insumos en ocho componentes básicos de las capacidades productivas, el IPC capta mejor el potencial económico y pone de relieve las áreas clave en las que las políticas de desarrollo deben centrarse.

Se trata del capital natural, el capital humano, la energía (electricidad), las tecnologías de la información y la comunicación, el cambio estructural, el transporte, el sector privado y las instituciones, que se representan mediante 42 indicadores.

Una mayor capacidad productiva en estas áreas puede ayudar a los países a avanzar hacia objetivos nacionales de desarrollo a largo plazo y alcanzar metas internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sostiene la Unctad.

En su análisis, reconoce que la pandemia covid-19, la guerra en Ucrania, el cambio climático y las perturbaciones externas (como las crisis financieras) afectan cada vez más a la capacidad de los países para lograr un desarrollo sostenible.

Su IPC muestra que las economías desarrolladas, con Dinamarca, Australia y Estados Unidos a la cabeza, tienen puntuaciones más altas en capacidad productiva, con una puntuación media de 70 sobre 100 en el índice compuesto.

Entre las regiones en desarrollo, Asia y América Latina, en conjunto, obtienen mejores resultados que África.

Algunas economías como Chile, China y Qatar convergen gradualmente hacia los resultados de los países desarrollados, con una puntuación media de 61 puntos.

En el otro extremo se encuentran economías africanas como Chad, Malawi y Níger, que registran una puntuación global del IPC inferior a 20 cada una.

Países como Ruanda, Senegal y Togo mostraron mejores puntuaciones del IPC de 2018 a 2022, pero este mejor rendimiento no ha alterado sustancialmente su clasificación global general.

En América Latina y el Caribe, Barbados, Panamá y República Dominicana lograron avances notables en el desarrollo de sus capacidades productivas durante el mismo período. Del mismo modo, economías asiáticas como Arabia Saudita, Bangladesh y Timor-Leste obtuvieron notables mejoras de rendimiento en el índice compuesto.

Pero varios países en vías de desarrollo de diversas regiones retrocedieron en el índice. Entre ellos se encuentran Brunei, Guatemala, Kirguistán, Líbano, Namibia, Suriname y Uganda.

A-E/HM

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