NACIONES UNIDAS – Los conflictos armados en el mundo generaron 27 180 violaciones graves al derecho internacional con respecto a los niños en 2022, y el “impacto devastador” continúa, indicó un nuevo informe de la Secretaría General de las Naciones Unidas presentado este martes 27.
Las operaciones militares puestas en marcha en el mundo “han llevado a un aumento en el uso de armas explosivas, incluso con amplio impacto en áreas pobladas, lo que resultó en un número escandaloso de niños asesinados y mutilados”, indicó la experta argentina y responsable del informe, Virginia Gamba.
Además, esas operaciones han producido “un sorprendente aumento de escuelas y hospitales dañados, negando a los niños la educación y el acceso a los servicios de salud”, dijo Gamba, representante especial para niños y conflictos armados en la secretaría general de la ONU.
Las violaciones registradas solo se refieren a información verificada, con un número probablemente mucho mayor, y cubren cuatro categorías: reclutamiento y uso de niños en grupos o fuerzas armadas, asesinato y mutilación, violación y violencia sexual, y secuestro.
Dos tercios de las violaciones involucraron a niños, que abarcan 24 situaciones de conflicto diferentes. Un total de 8831 niños fueron asesinados o mutilados, y otros 7622 fueron reclutados por grupos o fuerzas armadas.
Los países que registraron el mayor número de violaciones, dijo Gamba, fueron Afganistán, la República Democrática del Congo, Israel, Palestina, Somalia, Siria, Ucrania y Yemen.
Los países donde se produjo “el peor deterioro” fueron Burkina Faso, Myanmar y Sudán del Sur.
El informe advierte que “el monitoreo y la verificación de violaciones graves siguieron siendo extremadamente desafiantes, incluso debido a las restricciones de acceso que llevaron a la falta de denuncia de tales violaciones y un aumento de las violaciones verificadas en 2022”.
Se registraron 1163 ataques a escuelas y 647 ataques a hospitales, un aumento del 112 % con respecto al año anterior, según el informe.
El uso militar generalizado de las escuelas, tanto por parte de las fuerzas militares como de otros grupos armados, es “una tendencia muy preocupante”, dijo Gamba, y pidió que sigan siendo “zonas de paz”.
Cerca de 2500 niños fueron detenidos, una práctica que “solo debe usarse como último recurso y por el período más breve”, agregó.
En la conocida “lista de la vergüenza” o de “delincuentes notables”, en las que suele incluirse a Estados o fuerzas armadas con notorias violaciones de los derechos de los niños en el marco de conflictos, el informe agregó este año a las fuerzas rusas y a los grupos armados afiliados en Ucrania.
Ello debido a “la cantidad de ataques a hospitales y escuelas llevados a cabo durante la invasión, y la matanza de niños durante las operaciones militares”.
El uso por Rusia de sistemas de cohetes, ataques aéreos y bombardeos de áreas pobladas había resultado en “muy numerosas bajas”, dijo Gamba, y agregó que trabajaría con Moscú para introducir medidas que disminuyesen esos ataques.
Agregó que las fuerzas armadas de Ucrania también habían recibido una advertencia del secretario general de la ONU a través del informe, debido a los ataques llevados a cabo en escuelas y hospitales durante la guerra.
Al subrayar que incluso las respuestas defensivas debían estar de acuerdo con el derecho internacional humanitario, elogió el progreso realizado por el gobierno de Ucrania para realizar mejoras.
En paralelo, la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), destacó que las fuerzas rusas fueron responsables de 480 ataques contra escuelas y hospitales en 2022, más de 25 % del total mundial del año, y de matar o mutilar a 658 niños.
Del otro lado, HRW recordó que se atribuye la muerte o mutilación de 255 niños a las fuerzas ucranianas. La mayoría de las bajas infantiles se debieron al uso de armas explosivas con efectos de área amplia, como bombardeos o cohetes.
Con respecto a Israel y Palestina, Gamba dijo que no se agregarían a la lista global de delincuentes, y enfatizó que se había prestado suficiente atención a la advertencia de no repetir el ataque urbano a la palestina Franja de Gaza en mayo de 2021, y a los lanzamientos de misiles de represalia.
Según Gamba hubo una “disminución importante” en los ataques aéreos israelíes durante 2022, y señaló que el propósito de publicar el informe y resaltar la violencia era cambiar el comportamiento y fortalecer la protección.
Sin embargo, expresó su preocupación por el continuo alto nivel de violencia en Cisjordania y otros territorios ocupados en lo que va del año.
HRW lamentó en particular la exclusión de Israel de la lista de la vergüenza, pues el informe de la ONU le atribuye 975 víctimas infantiles y 110 ataques a escuelas y hospitales en 2022, y agrega que los grupos armados palestinos también han cometido violaciones contra los niños y deben rendir cuentas.
Entre los agregados a la “lista de delincuentes” por la secretaría general de la ONU se encuentran grupos armados en la República Democrática del Congo, incluidos M23, Mai-Mai Zaire, Codeco y actores armados no estatales en Burkina Faso.
Gamba responsabilizó además a los gobernantes militares de Myanmar -también conocido por su antiguo nombre de Birmania- por al menos cinco ataques sobre escuelas y hospitales, y añadió que las situaciones de violencia que se viven en Haití y Níger preocupan especialmente a su oficina.
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