NUEVA YORK – Entre las muchas atracciones de Dubái, quizás una de las menos conocidas sea l del surf. Los residentes locales y los visitantes disfrutan del deporte en Sunset Beach y en otros lugares, especialmente en invierno. Incluso hay una piscina de olas artificiales donde los surfistas pueden perfeccionar sus habilidades. Para algunos, la piscina es solo otro ejemplo de la perspectiva empresarial del país anfitrión.
Con la organización de la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) a toda marcha, el gobierno anfitrión de los Emiratos Árabes Unidos vuelve a promover las virtudes de los negocios.
En una entrevista reciente con el medio británico The Guardian, el presidente designado de la COP28, el Sultan al Jaber, dijo que el mundo necesita una «mentalidad empresarial» para abordar la crisis climática. Además, expuso planes para utilizar la COP28, que acogerá Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre, para promover objetivos del sector privado y de los gobiernos.
¿Será este enfoque en los negocios una señal de una nueva ola verde genuina, o desaparecerá? Este artículo evalúa la situación y el enfoque del anfitrión a medida que nos acercamos a las reuniones preparatorias oficiales que se llevarán a cabo en la ciudad alemana de Bonn en junio.
¿Qué se logró en la COP27?
Para comprender la situación, primero debemos analizar lo que sucedió en la COP27. Esto es importante no solo en términos del panorama actual, sino porque el anfitrión de la COP27, Egipto, técnicamente continúan ocupando la presidencia hasta que la COP28 comience oficialmente el 30 de noviembre.
Si bien todas las presidencias entrantes son muy activas en los meses previos al evento que organizarán, la presidencia saliente también tiene un papel que desempeñar, y la calidad de la relación entre los dos gobiernos es importante.
Para muchos expertos de la ONU, la COP27 superó las expectativas. Es cierto que las expectativas no eran altas, particularmente porque muchos consideraban que la COP27 era una COP «intermedia» en lugar de una con logros cruciales del tipo que ocurren cada pocos años. Si bien todos los COP son importantes, la mayoría de los expertos le dirán que no todos tienen la misma relevancia.
La COP en Sharm el Sheij tenía un menú de asuntos a tratar, pero no era uno en el que, digamos, se esperara un nuevo acuerdo global, como el Acuerdo de París de la COP21, o en el que se deba hacer un balance global, como ocurrirá en la COP28. Hubo llamados a los gobiernos para fortalecer sus contribuciones determinadas de nivel nacional (NDC) con promesas y compromisos en la COP27, pero pocos lo hicieron.
El principal logro de la COP27, y la razón por la cual la reunión superó las expectativas, fue un acuerdo para establecer un fondo de pérdidas y daños para apoyar a los países vulnerables. Pocos anticiparon un resultado tan positivo incluso unas pocas semanas antes de la reunión.
Aunque el acuerdo sobre pérdidas y daños no incluía la aceptación de la responsabilidad histórica, fue visto como una gran victoria para la presidencia egipcia, las islas pequeñas y otros estados vulnerables, así como el Grupo de los 77 países en desarrollo, que en 2022 estaba bajo la presidencia de Pakistán.
Según los términos del acuerdo en la COP27, el fondo de pérdidas y daños deberá ponerse en funcionamiento en la COP28 y un comité de transición ya está trabajando en esto. En el mundo de la diplomacia multilateral, este es un plazo ambicioso.
Hubo otro desarrollo positivo en una escala modesta en la COP27 sobre el Objetivo Global de Adaptación. Los delegados acordaron “iniciar el desarrollo de un marco” que estará disponible para su adopción en 2024.
Mientras tanto, en agricultura se acordó un nuevo proceso de cuatro años para continuar con el trabajo iniciado bajo el Trabajo Conjunto de Koronivia sobre Agricultura. Ahora existe la sensación de que la agricultura y la seguridad alimentaria están ganando la atención que merecen en las negociaciones climáticas.
Fuera de las negociaciones formales, se avanzaron muchos proyectos y alianzas, incluidos planes para acelerar la descarbonización de cinco sectores principales: energía, transporte por carretera, acero, hidrógeno y agricultura.
Las iniciativas destacadas incluyeron el lanzamiento de la Alianza Global de Energías Renovables, que reúne a líderes de los sectores eólico, solar, hidroeléctrico, de hidrógeno verde, de almacenamiento de energía de larga duración y geotérmico.
¿Qué no se logró en la COP27?
La principal fuente de decepción en la COP27 fue la falta de ambición en materia de mitigación. Hubo una notable falta de nuevas y ambiciosas NDC de los gobiernos.
Lo que esto significa es que la aguja crítica no se ha movido cuando se trata de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, o incluso por debajo de 2 °C.
Según el Climate Action Tracker, nuestros escenarios a largo plazo todavía están muy por encima de los 2 °C en la mayoría de los escenarios, y alcanzan los 3,4 °C en su estimación más pesimista. Esto significa que las cosas realmente no han mejorado desde la COP26.
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Además, el estudio publicado justo antes de la COP27 mostró que el Norte Global todavía no está cumpliendo su compromiso de proporcionar u$s 100 mil millones al año al Sur Global. Un lado positivo de esta nube oscura es que este objetivo finalmente puede alcanzarse a tiempo para la COP28. Aún así, eso es tres años demasiado tarde.
Mientras tanto, la COP27 hizo menos de lo que muchos esperaban para aclarar las nuevas reglas para el mercado mundial del carbono. Si bien la COP26 en la ciudad galesa de Glasgow proporcionó más detalles sobre el Artículo 6 del Acuerdo de París (que establece un marco para la cooperación internacional y los mercados de carbono), aún se necesita una orientación más granular.
Algunos temen que sin más detalles sobre la rendición de cuentas y la medición, por ejemplo, en términos de compensaciones de carbono, podríamos terminar con un «lejano oeste» en lo que respecta a los mercados.
También hubo poco progreso en las negociaciones destinadas a alentar la eliminación gradual de la energía del carbón y la eliminación gradual de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.
Por el lado del sector privado, aunque muchas empresas han establecido objetivos de cero emisiones netas, el estudio sugiere que muchas no tienen planes sólidos para lograrlo, y existe incertidumbre sobre cómo el sector privado utilizará las compensaciones de carbono.
Sin mayor claridad, esta “ola” exagerada de compromisos de las empresas alrededor de la COP26 puede terminar en un petardo mojado.
Con la mirada en la conferencia climática de Bonn
El contexto político de la conferencia climática de la ONU en Bonn en junio es complejo. En el lado negativo, los gobiernos todavía están saliendo de la pandemia de COVID y muchos todavía están enfocados y sintiendo el impacto de la guerra en Ucrania.
En el lado positivo, el costo de la energía solar y eólica continúa cayendo y los países europeos se están moviendo más rápido porque quieren ser independientes de los combustibles fósiles rusos.
Aunque otros se están aprovechando de la reducción de la demanda de Europa para aumentar las compras de combustibles fósiles de Rusia a precios reducidos, el creciente enfoque en las energías renovables en muchos países debe verse como algo positivo en general en términos de mitigación climática.
Con algunos logros importantes en la COP28 a fines de este año, la conferencia de Bonn en junio nos dará algunas señales de cuán cerca estaremos de lograr el éxito en diciembre.
Inventario Global: Se espera que los negociadores climáticos de la ONU hagan un balance del progreso del Acuerdo de París cada cinco años. La COP28 marca la culminación del primer “balance” y se espera que dé forma y catalice acciones futuras.
El inventario tiene tres fases. En la primera, que comenzó en la COP26, se recopila y prepara información de varias fuentes para ayudar a evaluar el progreso. La fase 2, que comenzó el año pasado, incluye “diálogos técnicos” en persona centrados en la mitigación, la adaptación y la implementación. Estos concluirán en Bonn este junio.
Finalmente, el balance terminará en la COP28 con una presentación de hallazgos y debates sobre cómo responder. Por lo tanto, la reunión de Bonn brindará la oportunidad de tomar el pulso a estas discusiones. ¿Qué tan sólidos han sido los diálogos técnicos? ¿Hay un aumento del apoyo de los gobiernos para hacer de la COP28 un hito importante para la acción climática? Bonn debería proporcionar pistas sobre esto.
Fondo para Pérdidas y Daños: El comité de transición se estableció y tuvo su primera reunión en Luxor, Egipto, en abril. Se reunirá de nuevo en Bonn. Su función es hacer recomendaciones sobre cómo hacer operativos tanto los nuevos acuerdos de financiación como el fondo en la COP28. ¿Cómo avanzan estas discusiones? Bonn debería dar algunas indicaciones sobre el progreso, así como posibles áreas de discordia y desacuerdo.
Objetivo Global de Adaptación: Con un cambio significativo ya “integrado” en nuestro sistema climático, la adaptación efectiva será crítica. El Objetivo Global de Adaptación fue acordado bajo el Acuerdo de París y reconoce la necesidad de desarrollar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y limitar la vulnerabilidad.
La adaptación se abordará en Bonn bajo el Órgano Subsidiario de Implementación (SBI) y el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA). También se vincula con el trabajo del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, una iniciativa de la ONU relacionada que tuvo su «revisión de mitad de período» en la sede de la ONU en Nueva York del 18 al 19 de mayo.
Nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre financiamiento climático: el objetivo de proporcionar u$s 100 mil millones en apoyo anual para el Sur Global para 2020 se estableció originalmente en 2009. Ahora está pendiente de revisión. Dado que ese objetivo anterior fue visto como un «piso» en lugar de un techo, muchos esperan objetivos más ambiciosos en el futuro.
Se supone que se fijará un nuevo objetivo antes de 2025, lo que significa que la COP29 en 2024 debería marcar el momento en que se acuerde un nuevo número (o conjunto de números).
Una vez más, Bonn marcará un momento para evaluar cómo van esas conversaciones, especialmente dadas las amplias diferencias en el tipo de cifras en dólares que manejan el Norte Global y el Sur Global (muchos de los cuales piden billones). Quienes sigan este tema pueden consultar el 6º Diálogo de expertos técnicos, que se está llevando a cabo en Bonn, para tener una idea del progreso.
Mercados de carbono: como se mencionó anteriormente, a pesar del progreso, muchos todavía esperan detalles más granulares sobre los mercados de carbono. Esto será vital para reducir el “lavado verde” con compensaciones.
Coaliciones de los voluntarios: Sultan Al Jaber, el presidente designado de la COP28, destacó recientemente el papel del sector privado en la lucha contra el cambio climático. De hecho, todas las partes interesadas deberán participar plenamente si queremos tener alguna posibilidad de mantenernos dentro de los 1,5 °C de calentamiento.
Las coaliciones voluntarias de gobiernos, el sector privado y muchos otros serán vitales, especialmente cuando se trata de avanzar en temas en los que los más de 190 gobiernos que son parte del tratado climático de la ONU y el Acuerdo de París aún no están listos o dispuestos a ponerse de acuerdo.
Tales iniciativas voluntarias ofrecen un margen considerable para aquellos que quieren avanzar. A su vez, esto tiene el potencial de sentar precedentes y afianzar ideas que podrían ser adoptadas por todos los gobiernos en futuras negociaciones formales de la ONU. Un ejemplo de esto es el compromiso de metano, que involucró a unos 50 países que informaron sobre el progreso en la COP27. Se debe buscar más en la COP28.
Del mismo modo, la Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto en emisiones, que supuestamente ha tenido algunos problemas iniciales desde su lanzamiento en 2021, con suerte utilizará la COP28 como un momento para mostrar el progreso y dejar atrás sus dificultades del comienzo.
¿La COP28 lanzará una nueva ola verde?
Las cejas se levantaron cuando los Emiratos Árabes Unidos fueron designados por primera vez como anfitriones de una COP climática. ¿Por qué, se preguntó la gente, se celebraría una COP climática en un Estado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)?
Además, muchos se preguntaron públicamente si Al Jaber, quien presidiría la cumbre, debería hacerlo dado su papel como director ejecutivo de la compañía petrolera nacional de los Emiratos. ¿Esto representa un conflicto de intereses?
Estas son preguntas justas que solo serán respondidas completamente por la COP y lo que logre. Sin embargo, vale la pena señalar que las probabilidades de que un país productor de combustibles fósiles sea sede de la COP28 siempre fueron bastante altas.
Como saben los expertos de la ONU, las COP climáticas generalmente se organizan de forma rotativa en cada uno de los cinco «grupos regionales» de la ONU. Esta vez, fue el turno de Asia-Pacífico.
Muchos países de esta región, incluidas más de una docena de pequeñas naciones insulares, probablemente no tengan la capacidad interna para albergar un evento de esta magnitud. De los que lo hacen, muchos, desde Arabia Saudí hasta India, de Indonesia a China, de Irán a Australia, son productores de combustibles fósiles.
Además, si bien Al Jaber tiene un historial en la industria de los combustibles fósiles, también se ha destacado en el trabajo de los Emiratos sobre energías renovables y es el director ejecutivo fundador y actual presidente de Masdar, una empresa de energías renovables propiedad de ese Estado.
Representarlo simplemente como un «dinosaurio» de combustible fósil no hace justicia a una situación más matizada y complicada.
En última instancia, el papel de los Emiratos como anfitrión de la COP28 se juzgará en función de los resultados. ¿La COP ofrecerá un fondo operativo y significativo para pérdidas y daños? ¿Producirá un balance global que vigorice la acción internacional? ¿Cómo se perfilarán las discusiones sobre un nuevo objetivo financiero global? ¿Y las propuestas de Al Jaber hacia el sector privado convertirán el goteo constante de promesas en una ola gigante de acción?
Finalmente, ¿se aceptarán y darán la bienvenida a otras partes interesadas, como las organizaciones no gubernamentales? También debemos tener en cuenta la importancia de nombrar a Razan al Mubarak como Campeona de Alto Nivel de Cambio Climático de la ONU para la presidencia de la COP28, dado que también es presidenta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y e directora de la Agencia de Medio Ambiente de Abu Dhabi.
Un primer indicador en Bonn será una actualización esperada sobre la logística de la COP28. Es probable que esto incluya más detalles sobre la “Zona Azul” (donde se llevan a cabo las negociaciones y muchas partes interesadas suelen tener pabellones y puestos).
¿Ofrecerá la Zona Azul fácil acceso a todas las partes interesadas? ¿Y cómo funcionará la “Zona Verde”, que en pasadas COP ha estado abierta al público?
Solo el tiempo dirá si la COP28 marca el comienzo de una nueva ola verde o termina en un olvido desafortunado.
El profesor Felix Dodds es director de Asuntos Multilaterales del Instituto de Sostenibilidad e Innovación Rob y Melani Walton de la Universidad Estatal de Arizona. Profesor adjunto del Instituto del Agua de la Universidad de Carolina del Norte y miembro asociado del Instituto Tellus, es también embajador internacional de la ciudad de Bonn en Boston.
Chris Spence es consultor y asesor de una variedad de organizaciones internacionales sobre el cambio climático y el desarrollo sostenible, y un escritor galardonado.
Spence y Dodds son coeditores de Heroes of Environmental Diplomacy: Profiles in Courage (Héroes de la diplomacia ambiental: perfiles valientes) (Routledge, 2022).
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