OMS pide más esfuerzo y dinero para vencer a la malaria

Una mujer recibe medicamentos para tratar a su hija de cuatro años que padece malaria, en Jonglei, Sudán del Sur. Más de 90 por ciento de los casos de paludismo en el mundo, y de las muertes por ese mal, se registran en África al sur del Sahara, y las esperanzas de derrotarlo se centran en el desarrollo y producción de nuevas vacunas. Foto: Mark Naftalin/Unicef

GINEBRA – La Organización Mundial de la Salud (OMS) planteó este martes 25, Días Mundial de la Malaria, la necesidad de que los países inviertan más recursos e implementen las herramientas ya disponibles para combatir esa enfermedad, también conocida como paludismo.

 

Tedro Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que “tenemos las herramientas para reducir la malaria, un paquete de intervenciones que incluye control de vectores, medicamentos preventivos, pruebas y tratamiento”.

“A eso se une una vacuna segura y eficaz contra la malaria, que podría salvar la vida de decenas de miles de niños cada año. Con una inversión sostenida y mayores esfuerzos para llegar a las personas en mayor riesgo, la eliminación de la malaria en muchos países está al alcance”, agregó Tedros.

Por ejemplo, millón y medio de niños con alto riesgo de enfermedad y muerte por paludismo en Ghana, Kenia y Malawi ya recibieron su primera dosis de la primera vacuna contra el paludismo, RTS,S, gracias a uno de los programas coordinados por la OMS desde 2019.

El Día Mundial de la Malaria 2023 se celebra bajo el lema “Es hora de lograr cero malaria: invertir, innovar, implementar”. Dentro de este tema, la OMS insta a una implementación más efectiva de las herramientas y estrategias disponibles para prevenir, diagnosticar y tratar el mal, sobre todo entre las poblaciones marginadas.

Según el último Informe mundial sobre el paludismo, publicado en diciembre de 2022, se estima que hubo 247 millones de nuevos casos de paludismo en 2021.

La región de África de la OMS sigue soportando la carga más pesada de la enfermedad, que representa aproximadamente 95 % de todos los casos de paludismo. (234 millones) y 96 % de todas las muertes (593 000) en 2021.

Casi 80 % de las muertes por paludismo en la región de África se produjeron entre niños menores de cinco años.

En América Latina y el Caribe se calculó que había 600 000 casos en 2021 (1,5 millones en 2000), y 79 % de ellos en tres países: Brasil, Colombia y Venezuela, país este último que pasó de 35 500 casos en 2000 a más de 482 000 en 2017, aunque la situación se redujo a partir de 2019, y en 2021 había 205 000 casos.

También en Brasil, Colombia y Perú hubo reducciones importantes de casos entre 2019 y 2021, y más modestas en República Dominicana, Guatemala, Guayana Francesa, Guyana y México en ese mismo periodo.

En cambio, se duplicaron los casos entre 2019 y 20921: Honduras pasó de 444 a 2290 casos, y Panamá de 1849 a 4585.

En ese lapso tres países, Argentina, El Salvador y Paraguay, se certificaron por la OMS como libres de malaria, y en 2021 Belice notificó cero casos autóctonos de malaria por tercer año consecutivo.

En distintas regiones del mundo muchas personas con alto riesgo de malaria todavía carecen de acceso a servicios que puedan prevenir, detectar y tratar la enfermedad.

Los desafíos para ampliar el acceso a los servicios contra la malaria se vieron agravados, particularmente en África subsahariana, por la pandemia de covid-19, las crisis humanitarias convergentes, la financiación restringida, los sistemas de vigilancia débiles y la disminución de la eficacia de las herramientas básicas.

El paludismo es una enfermedad febril aguda causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmiten a las personas por la picadura de hembras infectadas del género de mosquito Anopheles.

Los mosquiteros tratados con insecticidas son la principal herramienta para el control de vectores utilizada en la mayoría de los países donde el paludismo es endémico.

La OMS considera que la inversión continua en el desarrollo y despliegue de nuevas vacunas contra la malaria y herramientas de próxima generación será clave para lograr los objetivos mundiales contra la malaria para 2030.

Una segunda vacuna contra la malaria, la R21, si se aprueba, podría ayudar a cerrar la brecha considerable entre la oferta y la demanda, y reducir aún más la enfermedad infantil y la muerte por malaria.

Es una prioridad para la OMS continuar la revisión exhaustiva y eficiente de la R21 una vez que los datos clave adicionales de seguridad y eficacia del ensayo de fase tres en curso estén disponibles y proporcionados a la OMS.

Se espera que las introducciones por etapas de la vacuna contra la malaria RTS,S en otros países de África comiencen a principios de 2024.

En control de vectores, hay 28 nuevos productos en proceso de investigación y desarrollo. Incluyen nuevos tipos de mosquiteros tratados con insecticida, cebos específicos que atraen a los mosquitos, repelentes espaciales, señuelos domésticos letales (tubos de alero) e ingeniería genética de mosquitos.

El Informe mundial sobre el paludismo 2022 mostró que la brecha de financiación entre el monto invertido en la respuesta mundial a la enfermedad y los recursos necesarios se ha ampliado, particularmente en los últimos tres años.

Mientras que para el control de la enfermedad se necesitarían 7300 millones de dólares, el monto invertido es de 3500 millones. Ante la escasez de recursos, la OMS insiste en priorizar a las poblaciones más vulnerables.

A-E/HM

 

 

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe