ROMA – Alemania dispuso una contribución de 25 millones de euros (27,1 millones de dólares), para auxiliar con alimentos y otros bienes esenciales a comunidades de cuatro países del este de África muy afectados por la sequía, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Agradecemos al gobierno de Alemania esta generosa contribución a la respuesta de la FAO a la sequía en África oriental en un momento tan crítico”, declaró este miércoles 22 Rein Paulsen, director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la organización.
La situación actual en Etiopía, Kenia, Somalia y Sudán “demuestra la necesidad urgente de brindar ayuda humanitaria sostenida, y a escala, para sacar a las personas al borde de la hambruna”, dijo Paulsen.
Además se requiere “aumentar masivamente las inversiones y las políticas para la reducción del riesgo de desastres y la construcción de resiliencia, destacando el papel crucial de la agricultura para lograr un futuro sostenible para la gente de la región”.
Una sequía prolongada de varias estaciones está provocando altos niveles de inseguridad alimentaria aguda en África oriental, con más de 22 millones de personas en el sur de Etiopía, Kenia y Somalia que necesitan asistencia alimentaria humanitaria urgente a partir de este marzo.
Esa es la Fase tres de la CIF (Clasificación Internacional por Fases), una escala internacional que va desde uno, con las necesidades alimentarias de la población satisfechas, hasta cinco, cuando se produce una situación de hambruna.
La cifra de afectados incluye 2,6 millones de personas en emergencia (Fase 4 de la CIF) en Kenia y Somalia, y más de 96 000 personas en situación de catástrofe (Fase 5) en Somalia.
Los reportes dan cuenta de que las cosechas fallan, los animales mueren y las poblaciones se desplazan por toda la región.
En Sudán deteriora la situación alimentaria una combinación de conflicto e inseguridad, períodos secos que provocan la pérdida de la producción de cultivos en la temporada agrícola 2021/2022, aumento vertiginoso de los precios de alimentos e insumos agrícolas, y los extremos climáticos.
Se estima que hasta 11,7 millones de personas se enfrentan a niveles críticos de inseguridad alimentaria (Fase 3 de la CIF o peor), de los cuales 3,1 millones se encuentran en Emergencia (Fase 4 de la CIF).
Las perspectivas para este año permanecen sombrías, con crecientes preocupaciones sobre el rendimiento de las lluvias para la temporada lluviosa de marzo a mayo en el Cuerno de África, el extremo oriental del continente.
Independientemente del desempeño estacional durante la próxima temporada de lluvias, la recuperación de una sequía de esta magnitud llevará años y se espera que las necesidades de asistencia humanitaria sigan siendo extremadamente altas durante 2023, de acuerdo con los expertos de la FAO.
La región enfrenta su tercer episodio severo de sequía inducido por La Niña (evento de vientos fríos sobre el Pacífico central, fenómeno que afecta a gran parte del planeta) y está al borde de una catástrofe, si la asistencia humanitaria no se amplía y se mantiene con urgencia.
La sequía combinada con los altos precios de los alimentos, el acceso deficiente al agua, el saneamiento y los servicios de salud está exacerbando la situación en una región que ya sufre altos niveles de inseguridad alimentaria.
La subregión región es uno de los 16 mayores focos de hambre en el planeta -si no el mayor- señalados en un reciente estudio de varias agencias de las Naciones Unidas junto al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que reportó inseguridad alimentaria aguda para 349 millones de personas en 79 países.
El nuevo financiamiento alemán “representa una contribución significativa para mitigar los impactos de la sequía en la seguridad alimentaria y los medios de vida” en el área, “al aumentar el acceso inmediato a los alimentos en comunidades rurales, y salvaguardar y restaurar medios de vida”, indicó el reporte de la FAO.
La intervención busca llegar a casi un millón de las personas más vulnerables en áreas rurales prácticamente inaccesibles o de difícil acceso, abarcando todos los medios de vida afectados.
A Etiopía se destinarán 7,6 millones de dólares, a Kenia siete millones, a Somalia 8,1 millones y a Sudán 4,3 millones de dólares.
Parte del proyecto consistirá en entregar a hogares rurales con inseguridad alimentaria transferencias de efectivo no condicionadas en un programa denominado “Cash+”, para cubrir gastos básicos en alimentación, salud y educación.
También se prevé impulsar la autosuficiencia en la producción de alimentos con paquetes de asistencia para agricultores, compuestos por semillas, herramientas, servicios subsidiados y fertilizantes, así como la distribución de alimentos para animales y apoyo al transporte de agua para los pastores.
La FAO sostiene que cuesta de tres a siete veces menos salvar un sustento que restaurarlo, una vez que se ha perdido. Es mucho más barato salvar una cabra con tratamiento veterinario (40 centavos) que comprar una (40 dólares).
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