Parte de la destrucción en la sede del Senado brasileño, producto de la invasión al parlamento por miles de seguidores radicales del expresidente Jair Bolsonaro, el 8 de enero. Daños similares sufrieron las sedes de la Presidencia y del Supremo Tribunal Federal. Bolsonaristas aseguran ahora que se trató de una manifestación pacífica –aunque en demanda de una intervención militar para un golpe de Estado-, y que fueron «infiltrados de izquierda» quienes protagonizaron los actos vandálicos. Foto: Pedro França / Agência Senado-FotosPúblicas