NACIONES UNIDAS – Cinco agencias de las Naciones Unidas pidieron, de manera conjunta, una acción urgente para proteger a millones de niños desnutridos en los 15 países más afectados por una crisis alimentaria y nutricional sin precedentes.
David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), indicó que “más de 30 millones de niños están gravemente desnutridos en los 15 países más afectados, por lo que debemos actuar ahora y debemos actuar juntos”.
“Es fundamental que colaboremos para fortalecer las redes de seguridad social y la asistencia alimentaria para garantizar que los alimentos nutritivos especializados estén disponibles para las mujeres y los niños que más los necesitan”, dijo Beasley.
Junto al PMA divulgaron el llamado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los países a los que dirige la acción urgente son Afganistán, Burkina Faso, Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Haití, Kenia, Madagascar, Malí, Níger, Nigeria, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Yemen.
El texto de la ONU indicó que más de 30 millones de menores de cinco años sufren emaciación o malnutrición aguda, provocada por los conflictos, las perturbaciones climáticas, los efectos de la pandemia covid-19 y el aumento del costo de la vida.
Los niños que padecen esta enfermedad tienen el sistema inmunitario debilitado y corren un mayor riesgo de morir de enfermedades infantiles comunes.
Ocho millones padecen emaciación grave, la forma más mortífera de desnutrición, lo que significa que tienen 12 veces más probabilidades de morir que los niños que comen lo suficiente.
Las agencias instaron a la comunidad internacional a acelerar los avances en el Plan de Acción Mundial para la prevención de la emaciación en los niños, a fin de evitar que la creciente crisis se convierta en una tragedia.
Qu Dongyu, director general de la FAO, advirtió que es probable que la situación se deteriore aún más este año.
«Debemos garantizar la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de dietas saludables para los niños pequeños, las niñas y las mujeres embarazadas y lactantes. Necesitamos actuar con urgencia ahora para salvar vidas”, dijo Qu.
Un análisis de la FAO en 2022 estimó en 500 millones de dólares las necesidades financieras de la organización para el combate de la emaciación en áreas críticas de África, Asia y el Caribe.
El plan contempla acciones específicas para abordar la desnutrición aguda en países afectados por conflictos, desastres naturales y en emergencias humanitarias, así como mejorar el análisis de los factores determinantes de la emaciación infantil y e intervenciones esenciales de nutrición materna e infantil para la prevención precoz.
También se plantea introducir productos alimenticios nutritivos especializados como parte de la ayuda alimentaria de emergencia.
Filippo Grandi, titular de Acnur, expuso la necesidad de “esfuerzos por mejorar el análisis y la selección de los beneficiarios para llegar a los niños más expuestos, incluidos los desplazados internos y los refugiados”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, destacó que “la crisis alimentaria mundial es también una crisis sanitaria, y un círculo vicioso: la malnutrición lleva a la enfermedad, y la enfermedad a la malnutrición”.
La emaciación “es dolorosa para el niño y, en casos graves, puede provocar la muerte o daños permanentes en el crecimiento y desarrollo del niño”, advirtió por su parte Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.
“Podemos y debemos revertir esta crisis nutricional a través de soluciones comprobadas para prevenir, detectar y tratar la emaciación infantil de manera temprana”, afirmó Russell.
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