La ONU pide auxilio récord para 230 millones de personas

Organizaciones religiosas y agencias de las Naciones Unidas sostienen programas de asistencia alimentaria a personas necesitadas en Venezuela, uno de los países de la región, junto con Colombia, Guatemala, Haití y Honduras, para los cuales la ONU solicita nuevos recursos de auxilio en 2023. Foto: Caritas

NACIONES UNIDAS – Un pedido récord de 51 500 millones de dólares para ayudar a 230 millones de personas que están “al borde del abismo” en 69 países, lanzó este jueves 1 la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha en inglés) de las Naciones Unidas.

“Las necesidades son escandalosamente altas; están aumentando porque hemos sido golpeados por la guerra en Ucrania, por el covid  y por el clima, y me temo que 2023 va a ser una aceleración de todas esas tendencias”, dijo el subsecretario general de la ONU y coordinador de la Ocha, Martin Griffiths.

Por ello “esperamos que 2023 sea un año de solidaridad, igual que 2022 ha sido un año de sufrimiento”, agregó Griffiths al presentar, en esta ciudad suiza, el Panorama Humanitario Global (GHO en inglés) para el año próximo.

El aumento de 25 % respecto al monto solicitado el año pasado se debe a que hay 65 millones más de personas que necesitan ayuda humanitaria de urgencia o “un salvavidas al borde del abismo” en que se encuentran, según Griffiths.

En 2023, un récord de 339 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria y protección, un aumento significativo respecto de los 274 millones de personas en esa situación a comienzos de 2022. El objetivo de Ocha es poder ayudar a 230 millones.

Explicó que numerosos países se han visto afectados por sequías e inundaciones letales, desde Pakistán hasta el oriental Cuerno de África y, además, la guerra de Ucrania “ha convertido una parte de Europa en un campo de batalla”.

Afirmó que más de 100 millones de personas están ahora desplazadas en todo el mundo “y todo eso además de la devastación que ha dejado la pandemia entre los más pobres del mundo”.

“Las necesidades son escandalosamente altas; están aumentando porque hemos sido golpeados por la guerra en Ucrania, por el covid  y por el clima, y me temo que 2023 va a ser una aceleración de todas esas tendencias”: Martin Griffiths.

El GHO pinta una imagen cruda de lo que se avecina, comenzando porque al menos 222 millones de personas en 53 países enfrentan inseguridad alimentaria y 45 millones en 37 países corren el riesgo de morir de hambre.

La salud pública está bajo presión debido a la covid, la viruela símica, las enfermedades transmitidas por vectores y los brotes de ébola y cólera.

El cambio climático está aumentando los riesgos y la vulnerabilidad. A finales de siglo, el calor extremo podría cobrar tantas vidas como el cáncer.

Se necesitarán cuatro generaciones, 132 años, para lograr la paridad de género global, y 388 millones de mujeres y niñas viven en la pobreza extrema.

África oriental y meridional tienen el mayor número de personas necesitadas, 76,8 millones, y de ellas 28,6 millones solo en Etiopía. En Asia los mayores requerimientos se refieren a Afganistán y Yemen, países donde más de dos tercios de sus poblaciones necesitan asistencia humanitaria.

En Haití, para auxiliar a tres millones de entre los 5,2 millones de personas que necesitan asistencia, Ocha solicita 715 millones de dólares.

Para otros países de la región también se solicita ayuda: Colombia (280 millones de dólares), El Salvador (98 millones), Guatemala (125 millones), Honduras (280 millones), y Venezuela (795 millones de dólares, así como 1700 millones de dólares para programas en los países que acogen a migrantes y refugiados venezolanos).

En un aparte sobre Ucrania, el funcionario de la ONU explicó que 13,6 millones de personas han recibido asistencia, y que se ha solicitado un total de 5700 millones de dólares para el país y la región en general para el próximo año.

“A medida que nos adentramos en el invierno (boreal) esto no se hace más fácil”, comentó Griffiths.

Los planes de respuesta en el GHO detallan cómo las agencias que trabajan juntas en tipos específicos de ayuda, que incluyen refugio, alimentos, salud materna, nutrición infantil y protección, pueden salvar y apoyar las vidas de un total de 230 millones de personas en todo el mundo.

Griffiths considera “muy difícil” conseguir la totalidad de la cantidad solicitada a los donantes, tanto estatales como privados, cuya generosidad no ha podido seguir el ritmo de las crecientes demandas.

De hecho, el llamamiento humanitario mundial de 2022, dirigido por la ONU, sólo está financiado en 47 %, lo que supone un fuerte descenso respecto a años anteriores, en los que esa financiación solía alcanzar entre 60% y 65 %, explicó.

A-E/HM

 

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