Combatir la deforestación amazónica volvió más difícil durante el gobierno saliente de Jair Bolsonaro, que durante los dos mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva. El crimen organizado se diseminó en la región y tornó más violentas las acciones ilegales. Asesinatos de indígenas, ambientalistas y líderes sociales aumentaron. Foto: Elineudo Meira: Fotos Públicas