La ONU despliega armas desarmadas en operaciones humanitarias y de paz

Un letrero en el exterior de la sede de la Organización de las Naciones Unidas advierte: “Zona sin drones. Está prohibido lanzar, aterrizar u operar aviones no tripulados o controlados a distancia en este área". Foto: IPS

NACIONES UNIDAS –  Un letrero en el exterior de las Naciones Unidas dice, quizás solo medio en serio, que es una «zona sin drones» y que «se prohíbe el lanzamiento, el aterrizaje o la operación de aeronaves no tripuladas o por control remoto en este área».

La advertencia llega incluso cuando los vehículos aéreos no tripulados (VAN), los drones, son algunas de las nuevas armas de guerra desplegadas principalmente por Estados Unidos y, más recientemente, por Irán, Rusia y Ucrania en los actuales conflictos armados.

Pero las versiones no armadas siguen siendo desplegadas por las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en todo el mundo y por organizaciones humanitarias nacionales e internacionales.

En un informe recién publicado, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) dice que para las mujeres de Botsuana, especialmente las que viven en comunidades remotas donde los suministros médicos y la sangre suelen no estar en stock, dar a luz puede ser una amenaza para la vida.

En 2019, el país registró una tasa de mortalidad materna de 166 muertes por cada 100 000 nacimientos, más del doble de la media de los países de renta media-alta.

Se cita a Lorato Mokganya, jefe de Salud del Ministerio de Salud y Bienestar, quien afirma que cuando una mujer ha perdido mucha sangre durante el parto y puede necesitar ser trasladada a un centro médico más grande, primero hay que estabilizarla en el lugar donde se encuentra antes de sacarla de allí.

En esa circunstancia, una entrega oportuna de sangre puede salvar la vida a la mujer.

“Se puede enviar un dron para que entregue la sangre y se estabilice a la paciente”, indica Mokganya.

En un esfuerzo por frenar las muertes maternas evitables en ese país del sur de África y superar las barreras geográficas, esta innovadora iniciativa revolucionará la entrega de suministros y servicios médicos esenciales en Botsuana, afirma el UNFPA.

El demógrafo Joseph Chamie, exdirector de la División de Población de la ONU, dijo a IPS que el aumento del uso de aviones no tripulados para las misiones humanitarias y de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas es ciertamente una buena idea y debe ser alentado.

“¿Por qué? Sencillamente porque los numerosos beneficios del uso de los drones superan con creces los posibles inconvenientes”, dijo.

Como ocurre con todas las nuevas tecnologías, señaló, es de esperar que haya resistencia al uso de drones. La desconfianza del público en el uso de drones es comprensible dada su utilización en operaciones militares y actividades de vigilancia.

“Además, hay que reconocer que los drones pueden ser utilizados de forma indebida y hay que esforzarse por garantizar la privacidad, la seguridad y la protección”, planteó Chamie.

“En resumen, debería promoverse y facilitarse el uso de drones en el trabajo de las operaciones humanitarias y de mantenimiento de la paz de la ONU, ya que mejorará en gran medida la eficacia de su vital labor», consideró el consultor.

Uno de los vehículos aéreos no tripulados que despliega las Naciones Unidas en sus misiones humanitarias. Foto: ONU

Desde 2013, la ONU ha desplegado drones en varias misiones de mantenimiento de la paz,  incluyendo la República Democrática del Congo (RDC), Ruanda y Uganda.

Aunque esta tecnología no es una solución mágica, «la promesa de los drones es realmente tremenda», dice Christopher Fabian, asesor principal de innovación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Para Unicef y otras agencias humanitarias y de desarrollo, dijo en una entrevista con Noticias ONU, la tecnología de los drones puede marcar una gran diferencia, de tres maneras.

En primer lugar, los drones pueden sobrevolar infraestructuras rotas en lugares donde no existen redes de transporte o carreteras desarrolladas, transportando suministros de bajo peso.

En segundo lugar, los VAN pueden utilizarse para la teledetección, como la recopilación de imágenes y datos, a raíz de catástrofes naturales como los corrimientos de tierra, para localizar dónde están los daños y dónde están las personas afectadas.

En tercer lugar, los drones pueden extender la conectividad inalámbrica, desde el cielo hasta el suelo, proporcionando a los campos de refugiados o a las escuelas acceso a Internet.

Los drones tienen una gran variedad de prestaciones y de tamaño, que puede ser tan grande como un avión de pasajeros Boeing 737 o tan pequeño como un colibrí.

Según la empresa de investigación Gartner, las ventas totales de unidades de drones ascendieron a 2,2 millones en todo el mundo en 2016, y los ingresos aumentaron 36% hasta alcanzar los 4.00 millones de dólares.

Aunque el uso de drones por parte de Unicef ha sido limitado, esta agencia de la ONU está explorando formas de ampliar el uso de los VAN en sus operaciones, dijo Fabian.

“El equipo informático por sí mismo no viola los derechos humanos. Son las personas que están detrás del hardware» las que lo hacen, dijo Fabian, y subrayó la necesidad de «asegurarse de que cualquier tecnología que introduzcamos o en la que trabajemos se ajuste a los documentos basados en los derechos», como la Convención sobre los Derechos del Niño.

Unicef tiene un conjunto de principios rectores para la innovación, que incluye elementos que van desde el diseño hasta el usuario final.

Para que las aplicaciones de los drones se extiendan más, dijo Fabian, la ONU tiene un papel importante en la defensa de esta tecnología y en asegurar que su política se comparte con los diferentes gobiernos.

Además, los gobiernos tienen que definir claramente por qué necesitan los drones y para qué se utilizarán específicamente, al tiempo que deben crear una infraestructura nacional que apoye su uso.

El sector privado debe entender que el mercado puede ofrecerles verdaderas oportunidades de negocio.

En 10 o 20 años, los drones podrían ser «tan básicos para nosotros como un bolígrafo o un lápiz», dijo Fabian.

“Creo que esta tecnología atravesará algunos años de dificultades normativas, pero acabará siendo tan omnipresente y sencilla que será como la versión de los teléfonos móviles que se tenga, en lugar de tener que usar el teléfono móvil en absoluto», afirmó.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Mientras tanto, los VAN armados se utilizan cada vez más en zonas de guerra de Medio Oriente, Asia, África y, más recientemente, de Ucrania.

Estados Unidos ha lanzado ataques con aviones no tripulados en Afganistán, Iraq, Libia, Pakistán, Siria, Somalia y Yemen, dirigidos principalmente contra grupos terroristas. Pero las consecuencias negativas han incluido la muerte de decenas de civiles y no combatientes.

En los últimos meses, el uso de VAN por parte de Rusia y Ucrania ha desencadenado una dura batalla en las Naciones Unidas, mientras que Irán ha lanzado ataques con drones  dentro de Iraq.

Alemania, Estados Unidos, Francia y Reino Unido han instado a la ONU a que investigue si los drones rusos tienen su origen en Irán. Pero Rusia ha negado la acusación e insiste en que los VAN usados en Ucrania son de fabricación propia.

El primer representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, el embajador Dmitry Polyanskiy, instó el 25 de octubre al secretario general, António Guterres, y a su personal a no emprender ninguna «investigación ilegítima» sobre los drones utilizados en Ucrania.

Mientras tanto, en 2017, Malaui, en colaboración con Unicef, puso en marcha el primer corredor aéreo de África para probar el uso humanitario de drones en su distrito de Kasungu.

También con Unicef, Vanuatu ha estado probando la capacidad, la eficiencia y la eficacia de los drones para suministrar vacunas que salvan vidas a comunidades inaccesibles y remotas en el pequeño país insular del Pacífico, según datos Naciones Unidas.

Vanuatu es un archipiélago de 83 islas separadas por más de 1600 kilómetros. A muchas de ellas solo se puede acceder por barco, y los equipos móviles de vacunación suelen ir a pie a las comunidades llevando todo el equipo necesario para las inmunizaciones, una tarea compleja dado el clima y la topografía.

Para ampliar el uso de drones, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han formado un grupo de trabajo.

Además, Unicef, junto con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), preside la Red de Innovación de las Naciones Unidas, un foro informal que se reúne trimestralmente para compartir las lecciones aprendidas y avanzar en los debates sobre la innovación entre las agencias, señala la ONU.

Los drones también se utilizan en otras actividades dentro del sistema de la ONU.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y sus socios, por ejemplo, introdujeron un nuevo dron cuadricóptero para cartografiar visualmente la radiación gamma en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi, dañada por el devastador tsunami de 2011.

Romeo, como se denominó a la Operación de Emisión de Mosquitos Operada a Distancia, cumplió el objetivo del concurso de mejorar la vida de las personas. Se diseñó para transportar y liberar mosquitos macho estériles como parte de un método de control de natalidad de plagas de insectos que frena el crecimiento de la población de plagas.

Algunas misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, como las de Malí, República Centroafricana y República Democrática del Congo han desplegado VAN de vigilancia no armados para mejorar la seguridad de los civiles.

Sin embargo, la ONU advierte que la tecnología de los drones puede ser un arma de doble filo. Los expertos en derechos humanos de la ONU se han pronunciado en contra de cualquier uso de los drones que pueda resultar letal.

T: MF / ED: EG

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