La crisis climática es ya una realidad agobiante para islas del Pacífico

La plaza principal de la isla Nui todavía bajo el agua, un mes después de que el ciclón Pam azotara Tuvalu, antes de seguir a Vanuatu, donde dejó damnificada a casi la mitad de la población del país insular. Foto: Silke von Brockhausen / PNUD

SHARM EL SHEIJ – Los países insulares del Pacífico son muy vulnerables al cambio climático, y varios han visto desaparecer parte de su territorio y otros podrían hundirse bajo el mar debido a la subida del nivel de las aguas.

Según cifras de las Naciones Unidas, las graves condiciones meteorológicas provocadas por el cambio climático ya están provocando el desplazamiento de unas 50 000 personas cada año. Se necesita asistencia urgente para ayudarles a adaptarse y disminuir sus impactos.

La 27 Conferencia de las Partes (COP27) sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas se inauguró en esta turística ciudad de Egipto con un apasionado llamamiento del primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano, que pidió que en la cumbre anual se alcance un tratado de no proliferación de combustibles fósiles.

Dirigiéndose a los líderes mundiales que llegaron a Sharm el Sheij para los primeros días de la COP27, inaugurada el día 6, Netano aseguró que  Tuvalu se ha unido a Vanuatu y a otras pequeñas naciones insulares para pedir un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles.

El objetivo, dijo, es “orientar nuestro modelo de desarrollo hacia las energías renovables y una transición justa lejos de los combustibles fósiles”.

Nelson Kalo, funcionario superior de Mitigación del Ministerio de Cambio Climático en Vanuatu, en la COP27, en Sharm el Sheij. Asegura que los países insulares del Pacífico requieren recursos para desarrollar la capacidad de adaptación. Foto: Busani Bafana / IPS

Una batalla perdida contra el daño climático

En 2015, la isla de Vanuatu fue azotada por un ciclón de categoría cinco que mató a muchos de sus habitantes, desplazó a miles de personas y dañó las infraestructuras. Y no fue el último. Otro ciclón severo azotó la isla en 2020 después de hacer lo mismo con las vecinas Islas Salomón.

Vanuatu es uno de los 20 países que componen las islas del Pacífico. Tienen una población de algo más de dos millones de personas cuyo sustento está ligado al mar. Las naciones insulares se enfrentan a un futuro bajo el agua si no pueden hacer frente a los impactos del cambio climático y reparar los daños que ya ha causado.

“En Vanuatu, la adaptación es una cuestión fundamental para garantizar la resiliencia; de lo contrario, seguiremos viendo cómo Vanuatu es destruido por los ciclones y se hunde bajo el mar”, detalló Nelson Kalo, funcionario superior de mitigación del Ministerio de Cambio Climático de Vanuatu, durante la COP27.

Kalo afirmó a IPS que las catástrofes naturales provocadas por el cambio climático están afectando ya a la zona.

“Necesitamos recursos para desarrollar nuestra capacidad de adaptación, de modo que en el futuro seamos resistentes al cambio climático”, dijo.

La subida del nivel del mar, el aumento de las temperaturas, la frecuencia e intensidad de los ciclones tropicales y las mareas de tempestad son algunos de los impactos del cambio climático a los que se enfrentan las naciones insulares, algunas de las cuales se encuentran en zonas bajas de apenas cinco metros sobre el nivel del mar en el punto más alto.

“En las islas del Pacífico, la población depende de los sectores primarios, en particular de la agricultura y la pesca, para su subsistencia, y estamos viendo una variedad de efectos del cambio climático en toda la región que están repercutiendo en los medios de subsistencia”, abundó Dirk Snyman, coordinador de la Unidad de Financiación del Clima de la Comunidad del Pacífico (SPC).

La SPC es una organización intergubernamental conformada por 26 países, que promueve el desarrollo, los derechos y el bienestar de los isleños del Pacífico.

En esos pequeños países insulares, la acidificación y el calentamiento de los océanos están afectando a la pesca y provocando la decoloración de los arrecifes de coral, que sirven de hábitat a los peces, fuente clave de alimento para los pobladores de las islas.

“En las islas del Pacífico, el cambio climático no es un escenario futuro basado en modelos proyectados; es una realidad vivida diariamente”, dijo Snyman a IPS.

Añadió que “cada vez es más difícil, sobre todo con los cultivos y el agua potable, que la gente satisfaga sus necesidades diarias y que ahora dependa de alimentos y agua potable importados, que tienen un alto coste».

Snyman dijo que las naciones insulares han sufrido pérdidas económicas y no económicas, como las culturales, y que un fondo de pérdidas y daños es una intervención oportuna para ellas.

La cuestión del fondo de pérdidas y daños ha entrado en la agenda de las negociaciones de la COP27, que se intensifican a medida que en el Centro de Convenciones de Sharm el Sheij se intensifican los debates, por el fin previsto de la COP27 el viernes 18.

Espen Ronneberg, asesor principal de Acuerdos Multilaterales sobre cambio climático de la Comunidad del Pacífico, que participa en la COP27, en Egipto. Subraya que los pequeños países insulares de la región necesitan medidas ambiciosas de mitigación y de reducción de las emisiones contaminantes. Foto: Busani Bafana / IPS

Mitigación

Los países insulares del Pacífico tienen unas emisiones muy bajas y emiten menos de 1 % de las emisiones mundiales como región. Pero a pesar de estas bajas emisiones, esos países han desarrollado ambiciosas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, en inglés) para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030.

Las NDC son la base del Acuerdo de París, aprobado en la COP21 de 2015, realizada en la capital francesa, que pretende contener el incremento de las temperaturas en un tope de 2 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales.

Sin embargo, criticó Snyman, los países de las islas del Pacífico tienen dificultades para conseguir dinero para la transición a las energías renovables para descarbonizar sus economías, porque el argumento es siempre que son demasiado pequeños o que tienen muy poca reducción de emisiones, por lo que no reciben el dinero para financiar sus NDC.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Las necesidades de financiación climática de las islas del Pacífico se estiman entre 6,5 y 9 % del producto interno bruto (PIB) anual, lo que supone unos 1000 millones de dólares al año.

Snyman dijo que actualmente la financiación aprobada no pasa de 200 millones de dólares, lo que supone solo 20 % de los 1000 millones de dólares necesarios. Añadió que los mecanismos multilaterales tardan hasta cinco años en obtener financiación, momento en el que los países habrán experimentado los peores impactos del cambio climático.

“Los países del Pacífico están convencidos de que hay que destinar dinero a las pérdidas y daños para compensar estas pérdidas económicas y no económicas que son inevitables y a las que no pueden adaptarse y que seguirán afectando a las comunidades durante décadas”, concluyó.

Espen Ronneberg, asesor principal de Acuerdos Multilaterales sobre el Cambio Climático del SPC, afirmó a IPS que las pérdidas y los daños se producirán si no se adoptan medidas ambiciosas de mitigación y se reducen las emisiones de GEI.

“Ya estamos experimentando algunas de estas cosas hasta cierto punto, en el sentido de que los impactos se están sintiendo ahora mismo, pero también estamos mirando hacia el futuro y cómo esos impactos serán mucho peores, a menos que la mitigación se incremente y a menos que la asistencia técnica, la financiación, por ejemplo, también se incremente”, dijo.

Ronneberg remarcó que los recursos disponibles no son los adecuados para hacer frente a los impactos actuales del cambio climático en los países insulares del Pacífico.

Insistió en que los países insulares del Pacífico son ambiciosos en cuanto a la mitigación, ya que tienen algunos de los costes energéticos más altos del mundo debido a lo caro que resulta la importación de combustible y gas natural.

Para afrontar el problema tratan de avanzar a una transición energética eficiente, mediante el impulso a las fuentes fotovoltaica y eólica, al mismo tiempo que exploran la procedente de las olas del mar, conocida como undimetriz, al igual que de las mareas, la mareomotriz.

“Hay que tener en cuenta la lentitud de los impactos, como la subida del nivel del mar y los cambios en el régimen de lluvias. Puede haber oportunidades de adaptación, pero hay un punto en el que no se puede seguir adaptando y en el que una isla se vuelve inhabitable debido a las condiciones”, dijo Ronneberg.

Anne-Claire Goarant, directora de la División de Cambio Climático y Sostenibilidad Medioambiental de la SPC, afirmó que la adaptación es vital para aplicar las NDC en las islas del Pacífico, pero que es necesario centrarse en programas de mitigación sólidos.

“Necesitamos flexibilidad para describir los objetivos de adaptación de forma que reflejen la realidad sobre el terreno, y en esta fase, necesitamos una acción transformadora, dijo  a IPS.

A su juicio, “tenemos que acelerar la escala y la cantidad de dinero disponible para poner en marcha acciones que den algunos resultados a corto y largo plazo, por ejemplo, plantar árboles a gran escala a lo largo de las costas”.

“No se trata solo de un pequeño punto de acción de adaptación”, subrayó la experta.

“Realmente necesitamos un objetivo global que pueda ser implementado a nivel local por las comunidades locales, porque el trabajo será realizado localmente por la gente que necesita entender qué es el cambio climático y por qué es importante adaptarse y cómo pueden ser apoyados”, concluyó.

T: MF / ED: EG

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