La OMS llama a levantarse del sofá

La Organización Mundial de la Salud pide a los gobiernos que instrumenten políticas y medidas para favorecer el ejercicio físico de sus habitantes, pues la inactividad amenaza con enfermedades no transmisibles a 500 millones de personas. Foto: Jonathan Borba/Unsplash

GINEBRA – Casi 500 millones de personas desarrollarán, hasta el año 2030, enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes u otras enfermedades no transmisibles atribuibles a la inactividad física, si los gobiernos no toman medidas urgentes para promover los beneficios del ejercicio, advirtió este miércoles 19 la OMS.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que “necesitamos que más países amplíen la implementación de políticas para ayudar a las personas a ser más activas a través de caminatas, ciclismo, deportes y otras actividades físicas”.

La OMS, con sede en esta ciudad suiza de Ginebra, ha estimado que el precio de la inactividad y de quedarse en el sofá será severo, más de 27 000 millones de dólares anuales en costos adicionales de atención médica, unos 300 000 millones en la década.

El informe sobre el estado mundial de la actividad física es la primera evaluación dedicada al progreso en la implementación de las recomendaciones políticas del Plan de Acción Mundial sobre la Actividad Física, que la OMS lanzó en junio de 2018.

Los datos de 194 países muestran que, en general, el progreso es lento, que los países deben acelerar el desarrollo y la implementación de políticas para aumentar la frecuencia cardíaca y para ayudar a prevenir enfermedades, así como para reducir la carga de los servicios de salud, que ya están abrumados.

“Necesitamos facilitar programas inclusivos de actividad física para todos y garantizar que las personas tengan un acceso más fácil a ellos. Es bueno para la salud pública y tiene sentido desde el punto de vista económico”: Ruediger Krech.

Las estadísticas ponen al descubierto el alcance de los desafíos que enfrentan los países en todo el mundo en esta materia.

Menos de 50 % de los países tienen una política nacional de actividad física, de los cuales menos de 40 % están en funcionamiento, y solo 30 % de los países tienen pautas nacionales de actividad física para todas las edades.

Si bien casi todos los países informan sobre un sistema para monitorear el ejercicio de adultos, solo 75 % de ellos monitorean la actividad de los adolescentes y menos de 30 % la actividad física en niños menores de 5 años.

En política de transporte, poco más de 40 % de los países cuentan con estándares de diseño vial para hacer que caminar y andar en bicicleta sean más seguros.

Aunque las políticas nacionales para abordar las enfermedades no transmisibles y la inactividad física han aumentado en los últimos años, se informa que 28 % de esas políticas no están financiadas ni implementadas.

La pandemia covid-19 no solo estancó esas iniciativas, sino que también afectó la implementación de otras relacionadas, con lo cual se ampliaron las desigualdades para abordar el tema de aumentar el ritmo cardíaco en muchas comunidades.

Por otra parte, el informe recoge que más de 80% de la población adolescente del mundo no es suficientemente activa físicamente.

Para ayudar a los países a aumentar la actividad física, el plan de la OMS establece 20 recomendaciones de política, la primera de las cuales es tener vías más seguras, para fomentar más el andar en bicicleta y caminar.

De seguidas, se recomienda brindar más programas y oportunidades para la actividad física en entornos clave, como guarderías, escuelas, centros de atención primaria de salud y el lugar de trabajo.

Fiona Bull, directora de la Unidad de Actividad Física de la OMS, dijo que “nos faltan indicadores aprobados a nivel mundial para medir el acceso a parques, ciclovías y senderos para peatones, aunque existen datos en algunos países”.

“En consecuencia, no podemos informar o rastrear la provisión global de infraestructura para facilitar el aumento de la actividad física”, apuntó.

Por lo tanto “puede ser un círculo vicioso, sin indicador y sin datos, lo que conduce a la falta de seguimiento y rendición de cuentas, y luego, con demasiada frecuencia, a ninguna política y ninguna inversión”, lamentó Bull.

Con el objetivo de reducir en al menos 15 % la inactividad física de aquí a 2030, y ayudar a enfrentar enfermedades no transmisibles, el informe pide a los países integrar la actividad física en todas las políticas relevantes y desarrollar herramientas, orientación y capacitación sobre la materia.

“Necesitamos facilitar programas inclusivos de actividad física para todos y garantizar que las personas tengan un acceso más fácil a ellos. Es bueno para la salud pública y tiene sentido desde el punto de vista económico”, concluyó el director de Promoción de la Salud en la OMS, Ruediger Krech.

A-E/HM

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