Niñas leen libros de texto en una escuela de Dasht-e-Barchi, en el oeste de Kabul habitado por afganos de la etnia hazara donde el 30 de septiembre un atentado suicida cobró al menos 20 vidas de jóvenes estudiantes, niñas y jóvenes, que practicaban para una prueba de acceso a la universidad. Foto: Shehzad Noorani/Unicef