BULAWAYO, Zimbabue – Ante las sequías cíclicas y los bajos niveles de agua en las presas de abastecimiento, Zimbabue está recurriendo a las perforaciones de sondeo en busca de alivio, aumentando la preocupación por los ya precarios niveles de agua subterránea en todo el país.
La Autoridad Nacional del Agua de Zimbabue dice que perforará 35 000 de esos sondeos para 2025 en todo el país, centrándose en las zonas rurales resecas, donde la irregularidad de las lluvias ha afectado tanto a las personas como al ganado.
Los sondeos de agua son perforaciones muy estrechas con tuberías que se adentran hasta cientos de metros de la superficie en busca de acuíferos subterráneos alejados kilómetros de la superficie, muy diferentes a los pozos de agua de más anchura y mucha menos profundidad, aunque también los sondeos se conozcan como pozos de sondeo o pozos de perforación.
La crisis hídrica provocada por el cambio climático no ha dejado de afectar a los parques nacionales de este país del sur de África de algo más de 15 millones de habitantes, lo que ha obligado a los responsables del sector a recurrir a las aguas subterráneas profundas en busca de alivio.
Un estudio realizado en 2021 por el Instituto de Gestión de las Aguas Subterráneas de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional señaló que la capital de Zimbabue, Harare, tenía 28 000 perforaciones de sondeo registradas, y que 80 % de la población «depende de las aguas subterráneas para el suministro de agua potable».
«Con tal dependencia, se hace imperativo que el recurso esté bien supervisado para una gestión sostenible, y para mejorar las decisiones bien informadas a nivel de formulación de políticas», dijo el informe, añadiendo que «el agua subterránea es una fuente finita».
El presidente zimbabuense Emmerson Mnangagwa lanzó este mes un plan gubernamental de perforaciones de sondeo en todo el país, dirigido a zonas urbanas donde algunos residentes llevan años sin agua corriente.
La iniciativa de recurrir a los suministros de agua subterránea se produce a pesar de las advertencias anteriores de la Autoridad Nacional del Agua de Zimbabue (Zinwa) de que el país debía ser prudente a la hora de explotar sus aguas subterráneas, en especial las más profundas.
El gobernante ha incrementado las perforaciones desde que sucedió a Robert Mugabe (1980-2017), a pesar de que los expertos alertan que la filtración de agua de lluvia sigue siendo escasa para elevar el nivel de las aguas subterráneas, lo que pone de manifiesto los problemas del país con la mitigación de la crisis climática y sus esfuerzos de adaptación.
Esto ocurre a pesar de la preocupación de los expertos por lo que han llamado «conocimiento limitado de las áreas y tasas de recarga de los acuíferos», lo que expone aún más la sostenibilidad a largo plazo de los recursos de agua subterránea.
«Si se extrae un volumen excesivo de agua subterránea, es obvio que se agotará», afirmó el profesor Innocent Nhapi, consultor y experto en desarrollo resistente al clima.
Nhapi dijo a IPS que «tenemos que aumentar nuestros conocimientos sobre los recursos hídricos subterráneos creando un instituto dedicado a la formación y la investigación sobre las aguas subterráneas. A continuación, tenemos que utilizar técnicas modernas para cuantificar los recursos de aguas subterráneas que tenemos”.
A su juicio es solo “a partir de estos conocimientos, que debemos preparar planes de gestión de las aguas subterráneas para las diferentes subcuencas».
Las principales ciudades del país, incluida la segunda urbe más poblada e importante económicamente, Bulawayo, siguen sufriendo una grave escasez de agua, y los residentes cuestionan la calidad del agua de los pozos municipales.
Se ha convertido en una costumbre que los residentes sufran cortes de agua continuos por parte del municipio local. Esto ha supuesto largas colas en los pozos, y algunos se preguntan por qué los pozos tardan tanto en llenar los cubos.
«El agua no se bombea tan rápido como antes. Tardamos mucho en hacer cola», afirma Nomazulu Nxumalo, un gestor de casas de una zona residencial de Bulawayo.
La situación es aún más grave en las zonas rurales poco lluviosas del suroeste del país, donde los aldeanos y los funcionarios, como los profesores, comparten un pozo.
«Hoy en día se necesita mucha fuerza para bombear el agua», afirma Leonard Maphosa, un profesor afincado en Lupane, a unos 170 kilómetros de Bulawayo.
«Creo que el agua está ahora muy, muy por debajo. Tenemos un pozo que se ha llenado de arena porque ya no tiene agua», dijo Maphosa a IPS.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
Las autoridades de Zimbabwe, como también se conoce al país, siguen preocupadas por la capacidad de los acuíferos del país para almacenar agua, teniendo en cuenta la irregularidad de las lluvias.
Tirivanhu Muhwati, científico del clima y coordinador de proyectos en el Ministerio de Clima y Medio Ambiente del país dijo a IPS que lLas lluvias cortas e intensas, aunque proporcionan mucha agua, no dan tiempo suficiente para que el agua se infiltre y se filtre en los acuíferos. Un mayor porcentaje del agua fluye en forma de escorrentía rápida».
«Esto, sin embargo, no significa que los pozos de sondeo no deban hundirse como medida de adaptación. Simplemente significa que los pozos tienen que estar equipados con mecanismos de eficiencia en el uso del agua, y hay que instituir medidas de gestión de la demanda», aseguró.
Durante años, expertos y funcionarios del gobierno han señalado que una solución duradera a la crisis de agua de Zimbabue, a pesar de las inundaciones estacionales, es la construcción de presas. Sin embargo, como en muchos otros sectores, las autoridades han aducido la falta de recursos para construirlas.
A pesar de la expansión de la población, las grandes ciudades como Bulawayo no han construido ninguna presa nueva desde la independencia del país en 1980, lo que ha obligado a las autoridades a perforar más pozos de sondeo para aliviar la crónica escasez hídrica.
«Como se espera una mayor escorrentía superficial, el país debería intensificar la construcción de presas para captar el agua superficial», dijo Muhwati a IPS.
A su juicio, «esto debe ser apoyado por la infraestructura de transporte de agua asociada a donde se requiere el agua para uso agrícola, comercial y doméstico. Las aguas subterráneas sólo pueden utilizarse como último recurso».
Zimbabue no es el único país de la región que recurre a las aguas subterráneas.
El Banco Mundial afirma que, debido a la variabilidad del clima, que ha alterado la disponibilidad de las aguas superficiales, los países del sur de África buscan alivio con perforaciones o pozos d esondeo, pero el recurso ya está comprometido por las «amenazas de agotamiento».
Según la entidad multilateral, «al menos 70 % de los habitantes de los países del sur de África dependen de las aguas subterráneas como principal fuente de agua».
Para Zimbabue, donde se estima que 70 % de la población del país vive en zonas rurales, las aguas subterráneas son el único recurso disponible, lo que pone de manifiesto los retos del país para cumplir el 6 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pretende garantizar la disponibilidad de agua para todos en 2030.