WASHINGTON – El auge de los pagos digitales que acompañó la pandemia covid-19 ha contribuido a reducir las disparidades de género en la tenencia de cuentas y a la expansión de los servicios financieros formales en todo el mundo, indicó un estudio del Banco Mundial.
David Malpass, presidente de la entidad multilateral multilateral, dijo que “la revolución digital ha catalizado aumentos en el acceso y el uso de los servicios financieros en todo el mundo, lo que ha significado una transformación en las formas en que las personas realizan y reciben pagos, concretan préstamos y ahorran”.
Al cierre de 2021, ya 76 % de los adultos en el mundo contaban con una cuenta en un banco, en otra institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil, un aumento respecto del 68 % que existía en 2017 y del 51 % registrado en 2011.
Por primera vez desde el banco empleó la base de datos Global Index en 2011, se registró una reducción de las disparidades de género en la tenencia de cuentas, lo que se traduce en mayor privacidad, seguridad y control del dinero para las mujeres.
“Desde el último estudio de 2017, la disparidad presentó una disminución de siete a cuatro puntos porcentuales a nivel mundial, y de nueve a seis puntos porcentuales en los países de ingreso bajo y mediano”, indicó el reporte del banco.
Malpass dijo que “entre las prioridades para mitigar los reveses sufridos en materia de desarrollo, a causa de las múltiples crisis en curso, están crear un entorno normativo propicio, promover la digitalización de los pagos y expandir el acceso a cuentas y servicios financieros formales para las mujeres y los sectores pobres”.
El informe del banco mostró que el aumento en la tenencia de cuentas se dio con una distribución equitativa en muchos más países. Según estudios anteriores, durante la última década gran parte del crecimiento se concentró en India y China, pero a partir de 2017 el porcentaje de esa tenencia aumentó en dos dígitos en 34 países.
La covid también generó un mayor uso de los pagos digitales. En economías de ingreso bajo y mediano (sin incluir a China), más de 40 % de los adultos que realizaron pagos a comercios minoristas en tiendas o en línea con una tarjeta, un teléfono o internet, lo hicieron por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Lo mismo ocurrió con más de una tercera parte de los adultos en todas las economías de ingreso bajo y mediano que pagaron una factura de servicios públicos directamente desde una cuenta formal.
En India, más de 80 millones de adultos realizaron su primer pago digital a comercios minoristas tras el inicio de la pandemia, mientras que en China lo hicieron más de 100 millones de adultos.
Las cuentas de dinero móvil generaron un gran aumento en la inclusión financiera en África subsahariana.
En América Latina y el Caribe creció 18 puntos porcentuales la tenencia de cuentas desde 2017, el mayor aumento de todas las regiones en desarrollo, lo que resultó en que 73 % de la población adulta sea titular de una cuenta.
En la actualidad, dos terceras partes de los adultos de todo el mundo realizan o reciben pagos digitales, mientras que la proporción en las economías en desarrollo subió de 35 % en 2014 a 57 % en 2021.
Cerca de 36 % de los adultos en economías en desarrollo ya reciben en una cuenta pagos de salarios o del gobierno, pagos por ventas de productos agrícolas, o pagos de remesas internas.
Los datos sugieren que recibir un pago en una cuenta en vez de dinero en efectivo puede servir como puntapié inicial para que las personas comiencen a utilizar el sistema financiero formal: 83 % de las personas que recibieron pagos digitales también usaron sus cuentas para realizar pagos digitales.
Alrededor de dos terceras partes usaron su cuenta para la gestión de caja, mientras que cerca de 40 % la usaron para ahorrar, “lo cual fomenta el crecimiento ecosistema financiero”, según el análisis del banco.
A pesar de los avances, muchos adultos de todo el mundo aún no cuentan con una fuente confiable de dinero para emergencias.
Solo cerca de la mitad de los adultos en economías de ingreso bajo y mediano afirmaron que podían acceder a dinero adicional durante una emergencia con poca o ninguna dificultad, y que suelen recurrir a fuentes de financiamiento poco confiables, como familiares y amigos.
En África subsahariana, por ejemplo, la falta de un documento de identidad sigue siendo un importante obstáculo que atenta contra la tenencia de cuentas de dinero móvil para 30 % de los adultos que no poseen cuentas, lo que sugiere una oportunidad para invertir en sistemas de identificación accesibles y confiables.
Más de 80 millones de adultos que no poseen una cuenta siguen recibiendo pagos del gobierno en efectivo, y la digitalización de algunos de estos pagos podría permitir ahorrar dinero y reducir la corrupción, consideró el Banco Mundial.
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