La expansión del cultivo de caña en Colombia tiene su epicentro en la zona del valle del río Cauca, en el sudoeste del país, y ha dejado una estela de explotación hídrica, reducción de biodiversidad y contaminación por uso de plaguicidas y fertilizantes sintéticos, que no equilibra la dedicación de parte de la producción para biocombustibles. Foto: Emilio Godoy / IPS

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