BULAWAYO, Zimbabwe – la niña nigeriana Suwaiba Hassan publicó una historia apasionante, que se convirtió en un éxito al usar aplicaciones digitales que están impulsando la alfabetización en África.
Hassan, una estudiante del estado de Katsina, en el norte de Nigeria, ganó un concurso nacional de lectura por una historia que creó utilizando la aplicación de lectura African Storybook (libros de cuentos africanos) y la aplicación African Storybook maker (creadores de libros de cuentos africanos).
Saide, una organización no gubernamental (ONG) dedicada a la educación en el continente, desarrolló las aplicaciones a través de su proyecto African Storybook (ASb).
Esas aplicaciones son herramientas para el desarrollo de libros de cuentos fáciles de usar que permiten a los niños escribir y publicar sus propias historias, de manera que pueden ser leídas y compartidas sin conexión a internet.
Hassan recurrió a las aplicaciones en línea para que le ayudaran a escribir y publicar su premiado cuento «Titi y el burro». La historia trata de una niña que se libra por poco de perder el dinero de su abuela a manos de un astuto burro.
Al escribirlo, Hassan quería inspirar a otras niñas a escribir y leer. Ella hizo más. Su historia motivó a los padres de su estado natal a animar a más niñas a ir a la escuela después de que Hassan ganara un Concurso Nacional de Lectura y becas con todos los gastos pagados para cubrir todos sus niveles educativos.
El norte de Nigeria tiene un elevado número de niños sin escolarizar, una situación que se repite por gran parte de los países de África.
Alfabetizar cuento a cuento
El proyecto African Storybook ha creado una biblioteca digital de libros de cuentos africanos de licencia abierta para abordar el reto de la inclusión educativa y el acceso a materiales de lectura adecuados para los niños africanos pequeños. Ya se puesto a prueba en 15 países del continente.
“Las aplicaciones están ayudando a vencer el analfabetismo, cuento a cuento, proporcionando material de lectura en las lenguas originarias de diferentes poblaciones que reflejan el contenido local para que los niños lean”, dijó Jenny Glennie, directora ejecutiva de Saide.
Saide contribuye al desarrollo de nuevos modelos de aprendizaje abierto, incluido el uso de la tecnología educativa y los recursos educativos abiertos en el África subsahariana.
“Promovemos la idea de que uno tiene una editorial en su bolsillo y una biblioteca en su teléfono, detalló Glennie en una entrevista con IPS desde Johannesburgo, la ciudad sudafricana donde la organización tiene su sede principal.
Hasta ahora, se han publicado en línea 2000 libros de cuentos en 222 lenguas africanas, creados principalmente por estudiantes, profesores y bibliotecarios.
Más de 1,5 millones de niños en África se han beneficiado de los libros de cuentos descargados del sitio web de ASb, especialmente desde que estalló la pandemia de covid-19, que llevó al cierre de muchas escuelas en el continente y el resto del mundo.
El proyecto ASb trabaja con educadores e ilustradores locales, incluidos niños, para desarrollar, publicar y utilizar libros de cuentos relevantes en lenguaje infantil.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), alrededor de 40 % de la población mundial no tiene acceso a la educación en un idioma materno o que entienda.
La Unesco advierte que el fomento de la alfabetización debe contemplarse desde la perspectiva del multilingüismo, ya que varias lenguas internacionales y regionales se han expandido como lenguas abiertas. En cambio, numerosas lenguas minoritarias e indígenas están en peligro de extinción.
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“La alfabetización en las lenguas locales fomenta la lectura y la escritura entre los alumnos porque utilizan el material en su lengua materna todos los días”, señaló Belina Simushi, responsable del programa de educación en Zambia de Impact Network, una organización con su sede central en Nueva York, que gestiona escuelas en ese país, dentro de su orientación de impulsar el acceso a la educación en el mundo rural africano.
En Zambia, dijo, se enseña a los alumnos en inglés, una lengua extranjera.
“Nuestros alumnos necesitan que los libros estén escritos en la lengua local, lo que creo que puede servir de trampolín para el aprendizaje de la lectura y la escritura”, dijo Simushi a IPS desde Lusaka, la capital zambiana.
La especialista dirigió un proyecto de escritura de cuentos en el que los profesores escribieron más de 300 libros de cuentos que subieron a internet utilizando el ASb Storybook Maker.
“También creo que, al acceder a libros escritos en cinyanja (una lengua muy hablada en Zambia y Malawi), nuestros alumnos pueden leer sobre historias, culturas y otros temas que pueden ayudarles a disfrutar de la lectura de libros y a desarrollar el amor por la lectura”, explicó.
Corregir el analfabetismo
Nueve de cada 10 niños del África subsahariana no alcanzan los 10 años de alfabetización básica, según el Rastreador de Potencial Perdido, una herramienta de análisis interactivo que mide la magnitud de la crisis mundial del aprendizaje.
La herramienta, creada conjuntamente en 2021 por las organizaciones internacionales One Campaign, la Asociación Mundial para la Educación y Save the Children, muestra la profundidad de la crisis mundial del aprendizaje.
Alice Albright, directora general de la Asociación Mundial para la Educación, afirma que la lectura y la escritura son elementos esenciales para que los niños tengan éxito.
“Esta herramienta muestra la profundidad de la crisis mundial del aprendizaje y la situación crítica a la que se enfrenta el mundo si no damos prioridad a la educación», asegura.
Por su parte, Inger Ashing, directora general de Save the Children International, advirtió que el mundo se enfrenta a una emergencia educativa sin precedentes, agravada por la pandemia de covid. Los niños de algunos de los países más pobres y afectados por conflictos son los más perjudicados.
“Si queremos cumplir nuestros compromisos de alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el derecho de los niños a la educación, es imprescindible mejorar los niveles de alfabetización”, señaló Ashing, y subraya que saber leer es una habilidad fundamental que permite a los niños desarrollar todo su potencial.
Las aplicaciones de ASb también han abierto nuevas oportunidades para promover y preservar algunas de las lenguas menos habladas de África, que están a punto de desaparecer porque no están escritas, dijo Dorcas Wepukhulu, coordinadora en Saide de Desarrollo de Socios de Cuentos de África Oriental y Occidental.
“Las aplicaciones han permitido un proceso de aprendizaje diferente que va más allá de la habitual concatenación de palabras. Es motivador. El hecho de que las historias que han escrito puedan ser publicadas y leídas por otros es algo de lo que los niños se sienten muy orgullosos y quieren hacer”, dijo Wepukhulu.
Explicó que están animando a muchas personas de toda el África subsahariana a utilizar las aplicaciones, al tiempo que ayudan a los marginados a hablar de sus experiencias y a impulsar las lenguas que no han sido publicadas en la creación de materiales de lectura.
Smangele Mathebula, coordinador de desarrollo de socios de African Storybook para el sur de África, señaló que las aplicaciones habían dado a los niños la oportunidad de estar plenamente presentes al interactuar con la tecnología para compartir sus experiencias.
La aplicación African Storybook Story Maker ganó los premios Tech4Good 2021 en el ámbito de la educación, otorgados por la organización británica Tech4Good Awards.
Estos premios reconocen a empresas, personas e iniciativas fantásticas que utilizan las tecnologías digitales para mejorar la vida de los demás y hacer del mundo un lugar mejor. Saide también resultó elegida como “Ganadora de Ganadores” en la ceremonia virtual de entrega de estos premios.
“Ser los ganadores de los premios de este año refuerza nuestros esfuerzos por seguir promoviendo el uso del Story Maker en el África subsahariana como forma de capacitar a los niños para que cuenten sus propias historias y para que las comunidades se autoediten”, dijo Glennie.
T: MF / ED: EG