Isabel Arias, de 85 años, mientras contaba cómo su padre tuvo la suerte de salvarse de las balas con que mataron junto a él a decenas de personas echadas en el suelo, sin que hubiesen hecho nada, como parte de la masacre de 1932, en varios lugares del oeste de El Salvador, entre ellos La Guacamaya, parte del municipio de Nahuizalco. Foto: Karla Rodas / IPS

Isabel Arias, de 85 años, mientras contaba cómo su padre tuvo la suerte de salvarse de las balas con que mataron junto a él a decenas de personas echadas en el suelo, sin que hubiesen hecho nada, como parte de la masacre de 1932, en varios lugares del oeste de El Salvador, entre ellos La Guacamaya, parte del municipio de Nahuizalco. Foto: Karla Rodas / IPS

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe

Relacionadas