GINEBRA – La pandemia de covid-19 puso al descubierto la incapacidad mundial para sostener los avances en derechos humanos logrados desde 1948, expuso la titular de las Naciones Unidas en la materia, Michelle Bachelet, con motivo de conmemorarse este 10 de diciembre el Día de los Derechos Humanos.
En los últimos 20 años “una serie de crisis mundiales han socavado esos progresos. Y la propagación de esta devastadora pandemia ha puesto al descubierto nuestra incapacidad de consolidar los adelantos que habíamos alcanzado”, dijo Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
“Las desigualdades agravaron los efectos de la pandemia y lo siguen haciendo. A su vez, la pandemia ha inducido un terrible aumento de la desigualdad”, añadió.
Desde que hace 73 años la asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos “se han alcanzado progresos significativos. El mundo en su conjunto se volvió más próspero y aumentó la longevidad de la población”, afirmó Bachelet.
“Creció el número de niños escolarizados y más mujeres pudieron alcanzar un mayor grado de autonomía. Más personas en más países tuvieron más oportunidades para romper las cadenas de la pobreza, la clase social, la casta y el género”, apuntó la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Pero el aumento de la desigualdad inducido por la pandemia “ha desembocado en tasas desproporcionadas de transmisión y mortalidad en las comunidades más marginadas, y ha agravado los niveles de pobreza, aumentado el hambre y reducido drásticamente los niveles de vida”, agregó.
“La propagación de esta devastadora pandemia ha puesto al descubierto nuestra incapacidad de consolidar los adelantos que habíamos alcanzado. Las desigualdades agravaron los efectos de la pandemia y lo siguen haciendo”: Michelle Bachelet.
Su declaración, divulgada desde esta ciudad suiza, destacó que entre los grupos de población más afectados por estas tendencias figuran las mujeres, los trabajadores informales y los de bajos ingresos, los jóvenes y los ancianos, así como los miembros de minorías étnicas, raciales y religiosas, y los pueblos indígenas.
Las desigualdades se han acentuado tanto dentro de los países como entre unas naciones y otras. Mientras se espera que las economías más avanzadas vuelvan a crecer en 2022, se calcula que los países de bajos ingresos seguirán en recesión, lo que hará que sus pueblos queden aún más rezagados.
Esas disparidades “se han visto agravadas por flagrantes divergencias en la cobertura vacunal”, registrándose que al 1 de este diciembre en el total de familias de bajos ingresos apenas ocho por ciento de los adultos había recibido la primera dosis de la vacuna, en comparación con 65 % en los países de altos ingresos.
La declaración expuso que “la crisis medioambiental se agrava por la discriminación, la marginación y la desigualdad”, y recordó que 2020 registró 389 desastres vinculados al cambio climático, que causaron más de 15 000 muertes, daños por 171 000 millones de dólares y afectaron a 98 millones de personas.
“La migración vinculada al cambio climático también va en aumento. Las medidas orientadas a tratar estas crisis no han sido suficientes para evitar sus consecuencias devastadoras en términos de derechos humanos”, se asentó.
También “la crisis de la deuda va en aumento y ejerce gran presión sobre numerosos países. En el mundo entero, más de la mitad de los países menos adelantados y de bajos ingresos se encuentran ya gravemente endeudados o están a punto de estarlo”.
En África oriental y meridional el costo del servicio de la deuda aumentó, de 60 % del producto interno bruto en 2018 a 70 % en 2021, y la necesidad de pagar ese servicio generó medidas de austeridad que limitarán el margen fiscal para inversiones esenciales en asuntos de derechos y en recuperación sostenible.
Pero “incluso en los contextos donde los recursos son escasos, disponemos del conocimiento y los medios para implantar medidas universales de protección social y emprender las acciones necesarias para erradicar la discriminación, fomentar el estado de derecho y defender los derechos humanos”, afirmó Bachelet.
Su declaración concluyó recordando que el programa “Nuestra Agenda Común”, presentado por el secretario general de la ONU, António Guterres, en septiembre de 2021, insta a crear un nuevo contrato social fundamentado en los derechos humanos y a revitalizar el multilateralismo “para enfrentar los desafíos contemporáneos”.
A-E/HM