NACIONES UNIDAS – Desde el inicio de la pandemia covid-19, más de 45 000 niños y niñas han sido excarcelados en el mundo y devueltos de forma segura a sus familias o liberados mediante otra alternativa adecuada, reportó este lunes 15 el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Elogiamos a los países que atendieron nuestro llamamiento y han liberado a los niños detenidos”, dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef.
Según el informe, los gobiernos y las autoridades penitenciarias de al menos 84 países han liberado a miles de niños desde abril de 2020, cuando Unicef llamó la atención acerca del mayor riesgo que corrían de contraer la covid en espacios confinados y hacinados, y pidió su liberación inmediata.
El estudio es uno de los análisis que ilustran la situación de cientos de miles de niños a quienes cada año se les priva de libertad, y se publica en vísperas del Congreso Mundial sobre Justicia para los niños, niñas y adolescentes que alberga formalmente esta semana la Suprema Corte de Justicia de México.
Según Unicef, en el primer análisis de este tipo que se realiza desde 2007, en todo el mundo hay 261 000 niños en conflicto con la ley que se encuentran detenidos: son niños que presuntamente han cometido un delito o que están acusados de cometerlo.
Unicef advierte que es probable que la cifra sea mucho mayor, debido a los registros incompletos y a los sistemas de datos administrativos deficientes en muchos países.
“La detención de cualquier niño es una prueba del fracaso del sistema, pero ese fracaso tiene más consecuencias porque los sistemas de justicia destinados a proteger y apoyar a los niños suelen agravar su sufrimiento”: Henrietta Fore.
“Sabemos desde hace tiempo que los sistemas de justicia están mal equipados para atender las necesidades específicas de los niños, una situación que se ha visto agravada por la pandemia”, dijo Fore.
Expuso que “al proteger a los niños de unas condiciones que podrían haberles expuesto a una enfermedad grave, estos países han sido capaces de superar la resistencia de la opinión pública y de impulsar soluciones judiciales innovadoras que se adaptan a la edad de niños”.
Agregó que “se ha demostrado algo que ya sabíamos: las soluciones judiciales adaptadas a los niños son más que posibles”.
Las soluciones pueden alcanzar a los niños, niñas y adolescentes que se encuentran bajo custodia antes y después del juicio, los detenidos por motivos de inmigración, los que se encuentran retenidos por motivos de conflicto armado o seguridad nacional, o los que viven con sus progenitores detenidos.
Esos niños suelen estar recluidos en espacios confinados y en una situación de hacinamiento, carecen de acceso adecuado a servicios de nutrición, atención sanitaria e higiene, y son vulnerables al abandono, los abusos físicos y psicológicos y la violencia de género, según el informe de Unicef.
A muchos de esos niños se les niega la posibilidad de consultar con abogados y la atención familiar, y no pueden impugnar la legalidad de su detención.
La covid ha afectado profundamente el sistema de justicia para los niños, ya que ha obligado a cerrar los tribunales y ha restringido el acceso a los servicios sociales y de justicia esenciales, de acuerdo con el reporte.
Unicef recogió pruebas de que “muchos niños, incluidos los que viven en la calle, han sido detenidos por violar las órdenes de toque de queda y las restricciones al movimiento” en el contexto de las medidas para encarar la pandemia.
Para rediseñar la justicia infantil y poner fin de forma segura a la detención de todos los niños, Unicef pidió a los a los gobiernos y a la sociedad civil un conjunto de medidas, la primera de las cuales es que se invierta en la difusión de información sobre los derechos legales de los niños en los sistemas de justicia y bienestar.
Luego, que se amplíe la asistencia jurídica gratuita, la representación y los servicios para todos los niños, y que se otorgue prioridad a la prevención y a la intervención temprana, para evitar que los niños cometan delitos, y se establezcan alternativas apropiadas a la detención.
Para poner fin a la detención de niños, Unicef avala reformas legales para elevar la edad de responsabilidad penal.
También se requiere garantizar la justicia para los niños supervivientes de la violencia sexual, los abusos o la explotación, e incluir la inversión en procesos de justicia que tengan en cuenta a los niños y las cuestiones de género.
Se deben establecer tribunales especializados y adaptados a los niños, así como tribunales virtuales y móviles.
“La detención de cualquier niño es una prueba del fracaso del sistema, pero ese fracaso tiene más consecuencias porque los sistemas de justicia destinados a proteger y apoyar a los niños suelen agravar su sufrimiento”, concluyó Fore.
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