GINEBRA – Los flujos mundiales de inversión extranjera directa, que sumaron 852 000 millones de dólares en el primer semestre de 2021, muestran una recuperación más sólida de la esperada, aunque el crecimiento es más notable en los países de altos ingresos, mostró este martes 19 un nuevo informe de la Unctad.
Esa recuperación “oculta la creciente disparidad entre las economías desarrolladas y en desarrollo, así como el retraso en la recuperación generalizada de la inversión en capacidad productiva”, advirtió James Zhan, director de inversión y empresa en la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo).
Los países de renta alta duplicaron sus entradas trimestrales de ese tipo de inversión respecto a los niveles mínimos de 2020, las economías de renta media crecieron 30 por ciento y las de renta baja sufrieron un nuevo descenso de nueve por ciento.
La confianza de los inversores en la industria y en las cadenas de valor mundiales continúa siendo inestable, de acuerdo con el informe.
En conjunto, los flujos de inversión recuperaron ya en el primer semestre de este año más de 70 por ciento de las pérdidas que la pandemia covid-19 produjo en 2020.
Las economías desarrolladas registraron el mayor aumento, con inversión extranjera estimada en 424 000 millones de dólares durante el primer semestre de 2021, lo que supone más del triple respecto al nivel excepcionalmente bajo de 2020.
Esos flujos también crecieron significativamente en las economías en desarrollo al sumar 427 000 millones de dólares en el primer semestre de 2021, con aceleración del crecimiento en Asia oriental y sudoriental, recuperación en América Central y del Sur, y repuntes en otras economías de África y Asia occidental y central.
Entre el total del “aumento de recuperación” de los flujos mundiales de inversión extranjera directa en el primer semestre de 2021, que fue de 373 000 millones de dólares, 75 % se registró en las economías desarrolladas.
La confianza creciente de los inversores se manifiesta sobre todo en infraestructura, impulsada por las favorables condiciones de financiación a largo plazo, los paquetes de estímulo para la recuperación y los programas de inversión en el extranjero.
La financiación de proyectos internacionales aumentó 32 por ciento, con incrementos considerables en la mayoría de las regiones de renta alta, Asia y América del Sur.
En cambio, la confianza de los inversores en la industria y en las cadenas de valor mundiales sigue siendo inestable.
Los anuncios de proyectos de inversión en nuevas plantas continuaron su trayectoria decreciente (-13 por ciento), así como los nuevos planes en los sectores electrónica, automoción y productos químicos, que sufrieron un descenso todavía mayor.
Sigue frágil la recuperación de los flujos de inversión en los sectores relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países en desarrollo, pues bajaron durante la pandemia en registros de dos dígitos en casi todos los sectores.
La financiación internacional de proyectos en energías renovables y servicios públicos sigue siendo el sector de mayor crecimiento. Sin embargo, el número de planes de inversión relativos a los ODS en los países menos desarrollados sigue disminuyendo precipitadamente.
Las tendencias en inversión extranjera directa señalan unas tasas de crecimiento más moderadas en el segundo semestre de 2021, pero aun así es posible que los flujos superen los niveles anteriores a la covid-19.
Factores de incertidumbre siguen siendo la duración de la pandemia y el ritmo de las vacunaciones, especialmente en los países en desarrollo, así como la velocidad de aplicación de los estímulos a la inversión en infraestructuras.
Otros factores de riesgo importantes, como los cuellos de botella de la mano de obra y la cadena de suministro, los precios de la energía y las presiones inflacionistas, también afectarán a los resultados del último año.
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