KINSHASA – La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) pidió medidas urgentes para proteger a población civil en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde ataques de grupos armados desplazaron el último mes a 20 000 personas en una sola provincia, Kivu del Norte.
“Los grupos armados continúan devastando la vida de la población civil a pesar de que el presidente Félix Tshisekedi decretó estado de emergencia el 6 de mayo en Kivu del Norte y en la provincia vecina de Ituri”, indicó una declaración de Acnur.
Desde el 22 de junio, las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF en inglés) “han matado brutalmente al menos a 14 personas y herido a muchas otras en la ciudad de Beni (de unos 230 000 habitantes) y sus alrededores”, según el reporte divulgado en la capital de este país centroafricano de 100 millones de habitantes.
ADF es una fuerza irregular de raíz islamista cuyos ataques son reivindicados en redes sociales por el movimiento fundamentalista Estado Islámico, que creció en Oriente Medio, y Washington la colocó en su lista de organizaciones terroristas.
Medio de prensa señalan que se sostiene de exacciones, secuestros y contrabando de oro y maderas, y se le considera el más letal del centenar de grupos armados que actúan en el oriente de la RDC, junto a las fronteras de Ruanda y Uganda.
El texto de Acnur recoge que “hay una sensación de pánico y ansiedad entre la comunidad, así como falta de confianza en las fuerzas de seguridad”.
Los ataques recientes “han obligado a miles de personas a huir de sus hogares para buscar seguridad en la parte oriental de Beni, y continúan debilitando y perturbando las actividades sociales, económicas y educativas” en la región.
En los últimos dos años, tan solo en Kivu del Norte (que cuenta unos siete millones de habitantes), cerca de dos millones de personas han sido desarraigadas debido a la inseguridad y la violencia, indicó Acnur.
Fenómenos como la erupción del volcán Nyiragongo junto a Goma, la capital regional, el 22 de mayo, agrava la situación de emergencia y e impacta la capacidad de auxilio de agencias como Acnur.
Más de 100 000 personas desplazadas fueron asistidas con alojamientos de emergencia en 2020, y casi 14 000 en lo que va de 2021. Las necesidades siguen siendo elevadas, ya que los ataques de los grupos armados continúan desplazando a la población de la provincia.
Acnur presentó el caso de Elodie Kavugho, de 41 años, quien huyó en marzo de 2020 de ataques de la ADF y durante nueve meses vivió con sus ocho hijos en una tienda de campaña horadada por goteras, hasta conseguir un alojamiento más estable, en una casa de ladrillo con techo de paja.
La mayoría de las personas que huyen consiguen alguna hospitalidad de las comunidades de acogida, aunque esto supone una enorme presión para las personas desplazadas y sus anfitriones.
Dusabé Irasebura, de 53 años, su esposa y sus seis hijos huyeron de su casa, por la violencia, hace ya muchos años, y encontraron seguridad en la ciudad de Kitchanga, al sur de la provincia. Después de vivir hacinados por años, ahora tienen su propia casa, con el apoyo de constructores de Acnur, según señalaron.
“Cuando no es posible regresar a casa, ayudamos a integrar a las personas desplazadas en la comunidad de acogida para que puedan seguir adelante y empezar a construir un futuro de nuevo”, expuso Justine Dede, quien actúa en Goma como oficial de campamentos de Acnur.
La agencia estima que en todo el interior de la RDC, el país más grande de África subsahariana, hay unos cinco millones de desplazados internos, y otras 900 000 personas han huido hacia países vecinos.
Para sus programas en el oriente del país este año, Acnur expuso que requiere financiamiento por 205 millones de dólares, pero hasta ahora solo ha conseguido 36 por ciento de ese monto.
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