En las riberas de los ríos en el este de India, conocidas localmente como ghats, las comunidades indígenas canalizan y desvían un arroyo perenne en una colina para que atraviese el centro de su aldea y les permita acceder al agua en la puerta de sus hogares, gracias a un programa de empleo rural. Aguas abajo, el líquido se recoge en un estanque para regar los cultivos y abrevar al ganado. Foto: Manipadma Jena/ IPS