La Guardia Costera de Libia intercepta un bote con migrantes africanos que se dirigen a las costas del sur de Europa, una travesía que solo este año ya cobró más de 500 vidas y comporta, para los sobrevivientes, malos tratos tanto si llegan a puertos europeos como si son devueltos a Trípoli. Foto: Neeske Beckmann/SeaWatch