Tropas eritreas que combaten en el estado etíope de Tigré mataron sistemáticamente a cientos de civiles desarmados en la ciudad de Axum, en el norte de Etiopía, los días 28 y 29 de noviembre de 2020, afirmó la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) en un informe publicado este viernes 26.
“Las pruebas son convincentes y apuntan a una conclusión escalofriante: la de que los soldados etíopes y eritreos cometieron múltiples crímenes de guerra en su ofensiva por el control de Axum”, dijo Deprose Muchena, director de AI para África oriental y austral.
Además, “las tropas eritreas arrasaron el lugar y mataron sistemáticamente a cientos de civiles a sangre fría, lo que aparentemente constituye un crimen de lesa humanidad”, sostuvo Muchena.
La masacre dejó al menos 800 muertos, según reportes de prensa divulgados esta semana y que atribuyeron la demora en conocer los hechos al apagón informativo en que está sumida la provincia de Tigré, debido al conflicto armado entre el ejército nacional etíope y un movimiento regional.
El conflicto se inició a comienzos de noviembre, cuando el gobierno central acusó a milicias del Frente Popular de Liberación de Tigré, que gobernaba la región, de atacar una de sus bases, y al estallar las hostilidades se cortaron las comunicaciones.
Decenas de miles de civiles que huyen de esa violencia han cruzado la frontera noroccidental de Etiopía para refugiarse en el vecino Sudán.
Las versiones de intervención de fuerzas regulares de Eritrea en el conflicto, y la masacre que se les atribuye, han sido negadas por el gobierno eritreo.
Pero AI, con base en una investigación y recolección de testimonios, sostiene que el 19 de noviembre de 2020 fuerzas militares etíopes y eritreas tomaron el control de Axum, en una ofensiva a gran escala, causando muertes y desplazamientos de civiles mediante disparos y bombardeos indiscriminados.
En los nueve días siguientes, el ejército eritreo llevó a cabo ejecuciones extrajudiciales así como saqueos generalizados de bienes civiles, según AI.
Sus investigadores hablaron con 41 sobrevivientes y testigos, tanto refugiados recién llegados al este de Sudán como en entrevistas telefónicas logradas con personas que viven en Axum, y con 20 personas más que tenían conocimiento de los hechos.
“Todos coincidieron en describir ejecuciones extrajudiciales, bombardeos indiscriminados y saqueos generalizados tras la ofensiva llevada a cabo por tropas etíopes y eritreas para tomar el control de la ciudad”, reportó AI.
Los testigos “identificaron sin dificultad a las fuerzas eritreas: llevaban vehículos con matrícula eritrea, el distintivo uniforme de camuflaje y calzado utilizados por el ejército eritreo, y hablaban en árabe o en tigriña, lengua que no se habla en Etiopía”.
Varios tenían en el rostro las cicatrices rituales del grupo étnico beni-ahmer, ausente en Etiopía, y algunos soldados no ocultaron su identidad sino todo lo contrario, dijeron abiertamente a los residentes que eran eritreos, según el reporte.
Además, indicó que el análisis de imágenes de satélite realizado por el programa de respuesta a las crisis de AI, corroboró los informes de bombardeos indiscriminados y saqueos generalizados, y señaló indicios de nuevas fosas comunes junto a dos iglesias de la ciudad.
“Estas atrocidades están entre las más graves documentadas hasta la fecha en este conflicto. Aparte de la altísima cifra de víctimas mortales, la población de Axum experimentó durante días un trauma colectivo en medio de la violencia, el duelo y los entierros masivos”, dijo Muchena.
La matanza se produjo justo antes de la celebración de Tsion Mariam (Santa María de Sion) en Axum, importante fiesta cristiana ortodoxa etíope que se celebra el 30 de noviembre, y que tradicionalmente atraía peregrinos y turistas a esa “ciudad santa”.
Tradiciones etíopes sostienen que el Arca de la Alianza, un símbolo de gran valor para las religiones judía y copta, podría estar guardada en un templo de Axum.
Muchena dijo que “con carácter urgente, debe llevarse a cabo una investigación dirigida por las Naciones Unidas sobre las graves violaciones de derechos humanos cometidas en Axum. Los presuntos responsables de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad deben ser procesados y juzgados con las debidas garantías”.
A las familias de las víctimas en Axum debe ofrecerse una reparación y el gobierno etíope debe permitir el acceso pleno y sin trabas de organizaciones de derechos humanos a la región de Tigré, concluyó el informe de AI.
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