Mientras las Naciones Unidas planean conmemorar su Día Anual de la ONU, el 24 de octubre, el secretario general António Guterres debe gobernar un organismo mundial que permanece cerrado desde marzo , como parte de las restricciones mundiales para contener la propagación de la pandemia del covid-19.
«En un mundo al revés, este salón de la Asamblea General es uno de los lugares más extraños de todos», dijo Guterres en septiembre, al describir la sede del máximo órgano de formulación de políticas de la ONU.
En la conmemoración de su 75 aniversario, el 21 de septiembre, la ONU parecía una ciudad fantasma, sin un solo líder mundial a la vista. Pero una abrumadora mayoría se dirigió a la Asamblea General por videoconferencia, por primera vez en la historia de la Organización de 193 miembros.
Aun así, Estados Unidos estuvo ostentosamente desaparecido en acción ese día, aunque el presidente Donald Trump sí intervino un día después por video en la fase de alto nivel de la Asamblea General por videoconferencia, como todos los demás participantes.
«Fue como poner en escena Hamlet sin el príncipe de Dinamarca», comentó un delegado, utilizando una metáfora una de las más famosas obras del dramaturgo William Shakespeare.
Estados Unidos, que tradicionalmente tiene un lugar de honor como país anfitrión de la ONU, no estuvo representado ni por el presidente, el secretario de Estado ni el representante permanente ante la ONU (en ese orden jerárquico). El orador designado fue un representante permanente adjunto.
Vijay Prashad, director de Tricontinental: Instituto de Investigaciones Sociales, dijo a IPS que Estados Unidos está casi solo en su desdén hacia la ONU y sus objetivos de la Carta de la ONU de 1945.
Recordó que lo que considera una “falta de respeto” a la ONU, al ningunear su 75 aniversario, se suma a la retirada de Estados Unidos o las promesas de hacerlo de la Unesco, Unicef, la UNRWA (para palestinos refugiados) o la OMS.
Hay que tener en cuenta, dijo Prashad, que la administración de Washington ha sancionado a altos miembros de la Corte Penal Internacional (CPI) y que impone unilateralmente sanciones violatorias del derecho internacional contra países como Cuba, Irán y Venezuela son una violación del derecho internacional.
No es de extrañar que ningún alto funcionario asistiera a la reunión de aniversario; de hecho, era de esperar, agregó.
Las Naciones Unidas siguen siendo la institución mundial más comprometida con la paz y el desarrollo internacional, consideró el especialista, autor de una treintena de libros sobre las Naciones Unidas, la relación de Estados Unidos con el organismo y la situación del Sur en desarrollo.
Mientras tanto, a medida que continuaba el cierre de actividades en muchas partes del mundo para contener la pandemia, la inmensa mayoría de los más de 3000 empleados de la ONU y sus agencias afiliadas en Nueva York trabajan desde sus hogares.
Barbara Adams, presidenta de la junta del Foro de Política Global, dijo a IPS que el mundo fue testigo una vez más, durante la celebración del 75 aniversario de la ONU “de la enorme brecha entre el diagnóstico bien articulado de dónde estamos y lo que hay que hacer, no solo frente a la covid-19, sino también ante las desigualdades preexistentes, las vulnerabilidades y la violencia multidimensional”.
La especialista, quien también fue jefa de Alianzas Estratégicas y Comunicaciones del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (sustituido por ONU Mujeres), recordó que en la jornada de conmemoración de los 75 años, algunos participantes se preguntaron si la ONU ha sido o quiere ser “capturada” por una o más potencias mundiales.
Joseph Chamie, exdirector de la División de Población de la ONU y actualmente consultor independiente en demografía, dijo a IPS que los discursos de los participantes en los 75 años de la ONU no estuvieron a la altura de lo que se estaba conmemorando, ni de los desafíos actuales en que las diferentes crisis colocan a la humanidad y a sus dirigentes.
Durante los últimos 75 años, argumentó, las Naciones Unidas han logrado mucho y han contribuido enormemente en muchas áreas críticas, incluida la paz, la seguridad, los derechos humanos, la salud, la educación, la igualdad de la mujer y el desarrollo.
«En los próximos 75 años, las Naciones Unidas deben promover y expandir su trabajo esencial para una población mundial que ahora se acerca a casi 8000 millones, cuatro veces su tamaño cuando se establecieron las Naciones Unidas», analizó.
Si bien quedan muchos desafíos, incluida la pandemia actual, este es un momento oportuno para que los líderes mundiales apoyen y fortalezcan a las Naciones Unidas y trabajen juntos para abordar eficazmente los problemas críticos de hoy y mañana, dijo Chamie.
«El espíritu, el liderazgo y la visión de 1945 pueden reavivarse y las Naciones Unidas pueden revitalizarse para su papel indispensable en el siglo XXI», aseguró.
La declaración final, que fue adoptada por los 193 países miembros en conmemoración del 75 aniversario, señaló a la ONU como la única organización mundial con el poder de unir a los países, dar «esperanza a tantas personas para un mundo mejor y … lograr el futuro que queremos».
«Ninguna otra organización mundial da esperanza a tanta gente por un mundo mejor y puede entregar el futuro que queremos. La urgencia de que todos los países se unan, para cumplir la promesa de las naciones unidas, rara vez ha sido mayor», destacó el documento.
Mandeep Singh Tiwana, director de programas de Civicus, una alianza mundial de la sociedad civil, dijo a IPS que las declaraciones de los líderes mundiales en la conmemoración aniversaria, estuvieron en su mayoría dentro del guion, al reflejar las prioridades políticas de sus gobiernos.
Pero también hubo un apoyo significativo a la cooperación internacional a través del multilateralismo. La continua relevancia de los principios clave de la Carta de la ONU fue reafirmada incluso cuando su realización sigue siendo un trabajo en progreso, dijo.
En una señal de los tiempos, señaló Tiwana, Estados Unidos, a pesar de ser el país anfitrión y el país cuyos líderes jugaron un papel clave en el establecimiento de la ONU, eligió rebajar su participación en una cumbre que así fuese virtual era de un nivel muy especial.
Tiwana añadió que «una cosa que nos gustaría ver como resultado de las celebraciones de 75 años es la creación de una oficina de un enviado especial para la sociedad civil a fin de defender la participación de los pueblos y las organizaciones de la sociedad civil en los asuntos de la ONU».
Tal oficina, destacó, podría ayudar a facilitar una participación más consistente de la sociedad civil en los foros, agencias y departamentos de la ONU, convocatorias más inclusivas por parte de la ONU de varios tipos de actores de la sociedad civil, y un mejor alcance de la ONU para sociedad civil en todo el mundo.
Es una propuesta, dijo el director de Civicus, que cobra más peso en estos 75 años de la ONU, cuya carta comienza con la invocación “Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas…”.
T: MF