La falta de auxilio internacional amenaza con dejar sin alimentos y medicinas a cerca de un millón de refugiados y desplazados por la guerra civil y otros desastres en Yemen, indicó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
La crisis humanitaria de Yemen está considerada como la mayor del mundo, con unos cuatro millones de desplazados internos, cifra solo superada por los conflictos vividos en Siria, Colombia y la República Democrática del Congo.
El país “ahora también se enfrenta a nuevas amenazas que se solapan: la pandemia de coronavirus y el impacto de las recientes lluvias torrenciales e inundaciones, que han causado graves daños en los espacios que acogen a los refugiados internos y en las infraestructuras públicas”, señaló Acnur en su sede en Ginebra.
Más de 100 000 personas en todo Yemen se han visto afectadas por las inundaciones, según los primeros informes recogidos por la agencia, que teme no poder atender a campamentos ocupados por decenas de miles de refugiados y desplazados.
Yemen ha sido el último país árabe en registrar casos de coronavirus, pero la pandemia ya llegó al territorio, con 12 casos y dos fallecidos hasta este lunes 4.
En el país, al sur de la península arábiga y de 30 millones de habitantes, 80 por ciento de la población depende de la ayuda internacional, dificultada desde hace seis años por la guerra civil que opone al gobierno respaldado por una coalición de Estados árabes y a rebeldes hutíes apoyados por Irán.
En el terreno además actúan disensiones regionales y grupos que responde a organizaciones internacionalmente proscritas, como Al Qaeda.
Acnur mantiene un programa de 208 millones de dólares en asistencia a un millón de personas refugiadas, desplazadas y en comunidades de acogida, para que accedan a alimentos y medicinas durante 2020.
Sin embargo, hasta finales de abril solo recibió 58,4 millones de dólares, 28 por ciento de los fondos necesarios para el programa, y la agencia dijo que necesita urgentemente 89,4 millones para atender la emergencia en el período de lluvias.
Si no los recibe, la reducción drástica de sus programas afectaría a 655 000 desplazados internos y al menos a otras 281 000 personas, refugiados y solicitantes de asilo que están en una situación de extrema necesidad, según Acnur.
Estas personas “carecerían de medios para obtener alimentos para sus familias o medicamentos para sus hijos enfermos, ni podrían encontrar cobijo o resguardarse de la lluvia y del frío, forzando a algunos de ellos a tener que a vivir a la intemperie durante esta temporada de lluvias”, abundó Acnur.
Se trata de un grupo poblacional altamente vulnerable ante el arribo de la covid-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló en una declaración que “el virus ya está circulando libremente por Yemen”.
El sistema de salud yemení está devastado por los años de guerrann escasean el jabón, los productos desinfectantes y las mascarillas, y en muchas áreas del país no hay agua corriente.
Ante ese sistema de salud “frágil, y de una escasez catastrófica”, hasta 16 millones de personas, más de la mitad de población, potencialmente podría ser afectada por el nuevo coronavirus, según la OMS.
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