El sargento Carlos Rivas se afana en las cocinas de uno de los ocho puestos instalados por el Ejército en La Matanza, un gigantesco municipio de la periferia de Buenos Aires con más de 100 asentamientos precarios. Tres repartos diarios de comida buscan contrarrestar el impacto en la población más vulnerable de la cuarentena impuesta para contener la covid-19. Foto: Daniel Gutman/IPS

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