Los refugios hacinados para los venezolanos, en el fronterizo estado brasileño de Roraima, tienen que hacer frente a problemas de higiene, abuso de alcohol y violencia. A medida que los venezolanos continúen llegando, deben encontrarse nuevas soluciones para ayudar a las poblaciones más vulnerables. Crédito: Bram Ebus/CrisisGroup

Relacionadas