EEUU da largas a la prohibición del mercurio odontológico

Ejemplo de mercurio empleado en la salud: un tensiómetro, amalgamas dentales y termómetro. Crédito: PNUD.
Ejemplo de mercurio empleado en la salud: un tensiómetro, amalgamas dentales y termómetro. Crédito: PNUD.

Estados Unidos está muy atrasado respecto de otros países occidentales, y quizá más que algunos grandes estados en desarrollo, en lo que respecta a tomar medidas contra el uso del mercurio en odontología, pues supone un problema para la salud y el ambiente.

La Unión Europea (UE), de 28 miembros y con unos 510 millones de habitantes, anunció hace poco su decisión de prohibir las amalgamas utilizadas en menores de 15 años y mujeres embarazadas y lactantes, a partir de julio de 2018.

“En cambio, el gobierno de Estados Unidos no ha hecho nada para proteger a las poblaciones más vulnerables de la exposición al mercurio de las amalgamas”, reza la petición presentada por Consumidores por la Elección Dental a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Desde su fundación en 1996, la organización estadounidense aboga por una odontología libre de ese metal.

En Noruega y Suecia, ya no se usa ese tipo de amalgama dental; en Japón, Finlandia y Holanda se retira paulatinamente; y en Mauricio y los países de la UE, se prohíbe su uso en niños.

Por su parte, Dinamarca solo usa las amalgamas dentales en cinco por ciento de las restauraciones, y en Alemania, en 10 por ciento. En Bangladesh, se retirará en 2018, y en India existe un requisito para cambiarlas por otras alternativas.

En Nigeria, el gobierno imprimió y distribuyó folletos con información para los consumidores, mientras que el de Canadá recomendó que todos los dentistas dejaran de usar amalgamas con mercurio en niños y embarazadas, así como en pacientes con problemas renales.

La amalgama dental, utilizada para restaurar dientes con caries, es una mezcla de metales que incluye mercurio y una aleación en polvo de plata, estaño y cobre.

La petición de los consumidores presenta argumentos de varias fuentes, como la Organización Mundial de la Salud, el Comité Científico de Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados, de la Comisión Europea, y la Organización Panamericana de la Salud.

El diario The Wall Street Journal, indicó en la última semana de julio que el comisario de la FDA, Scott Gottlieb, hizo frente a las tabacaleras al reclamar que nicotina en los cigarrillos fuera tan poca que ya no se consideraran adictivos, pero el mercurio dental parece tener vía libre.

Por su parte, el director ejecutivo de Consumidores por una Elección Dental, Charlie Brown, dijo a IPS que con “todos los empastes actuales sin mercurio, la FDA no tiene excusas para seguir siendo el mayor defensor de los implantes del mercurio neurotóxico en la boca de los niños, a muy pocos centímetros de su cerebro en desarrollo”.

Michael Bender, director del Proyecto de Política sobre Mercurio, en Vermont, dijo a IPS: “En las negociaciones, la posición de Estados Unidos fue ‘lograr la reducción con el objetivo de elimina paulatinamente’ la amalgama dental”.

“La FDA debería dejar de actuar como una agencia rebelde y seguir la posición de Estados Unidos”, apuntó.

Los consumidores reclaman a la FDA tres medidas clave para eliminar el uso del mercurio en menores de 15 y mujeres embarazas y lactantes:

Primero, emitir una alerta de seguridad a dentistas, padres y consumidores odontológicos para que la población objetivo deje de usar las amalgamas;

Segundo, obligar a los fabricantes a distribuir etiquetados que incluyan una alerta para que ese sector de la población no use las amalgamas en cuestión.

Tercero, desarrollar e implementar una campaña de información pública para alertar a los dentistas, a las asociaciones de odontólogos, de padres y de consumidores de que la población objetivo no use la amalgama.

Además, recuerda que el Convenio de Minamata sobre Mercurio, que obliga a las naciones a “eliminar de forma paulatina el uso de la amalgama odontológica”, fue suscrito por Estados Unidos el 6 de noviembre de 2013.

El convenio entrará en vigor, y será vinculante, a partir del 16 de agosto, tras su ratificación por parte de Jamaica, que en la última semana de julio se convirtió en el estado número 71 en hacerlo.

Al ser consultada por la posición de la FDA, la oficial de medios y de asuntos externos Stephanie Caccomo, dijo a IPS que la agencia no promueve el uso de amalgamas dentales ni apoya un incremento del uso.

“Estados Unidos apoyó activamente el convenio en todo su desarrollo, y la FDA sigue trabajando en estrecha colaboración con el Departamento de Estado (cancillería) sobre cómo este país implementará las obligaciones del tratado”, arguyó.[related_articles]

Estados Unidos está comprometido con el convenio al implementar por lo menos dos de las nueves medidas específicas presentadas en la Parte II del Anexo A del documento.

Además, dijo que la amalgama dental contiene mercurio elemental, que libera bajos niveles de mercurio, ingeridos o absorbidos por los pulmones. El alto nivel de exposición al vapor de mercurio se asocia con efectos negativos en el cerebro y los riñones.

Caccomo explicó que la evidencia científica revisada por la FDA no establece una asociación entre el uso de la amalgama dental y efectos adversos para la salud de la población. Los estudios clínicos en adultos y niñas y niños mayores de seis años no encontraron relación entre empastes y problemas de salud.

La cantidad de mercurio que se estima presente en la leche materna y que puede atribuirse a las amalgamas dentales es bajo y se ubica muy por debajo de los niveles generales de ingesta oral considerados seguros por la Agencia de Protección Ambiental, precisó.

“A pesar de la limitada información clínica, la FDA concluye que la información sobre los riesgos existentes apoya la conclusión de que los niños no están en riesgo de sufrir efectos de salud adversos por el mercurio en la leche materna de mujeres expuestas al vapor del mercurio de la amalgama dental”, añadió.

Algunas personas tienen alergia o son sensibles al mercurio u otros componentes de la amalgama y esta puede causarles lesiones orales u otras reacciones, acotó.

“La FDA no considera que se justifiquen en este momento acciones adicionales, pero sigue evaluando la literatura sobre amalgamas dentales y cualquier otra información nueva que reciba”, añadió Caccomo.

Por su parte, Charlie Brown sostuvo que es el momento de tomar una decisión. “Con nuestra petición en la mesa, la FDA debe elegir entre, por un lado, cumplir con su deber de agencia federal y, por otro, mantener su programa de cuatro décadas que beneficia a los dentistas favorables al mercurio por encima de la vida de los niños estadounidenses”.

La organización que presentó la petición busca “educar a los consumidores en el uso del mercurio en odontología para que puedan tomar decisiones informadas, frenar la contaminación con mercurio dental, proteger a los consumidores, en especial a las poblaciones vulnerables como niños o fetos, empoderar a los asistentes dentales e higienistas para que se protejan del mercurio en su empleo y promover alternativas de amalgama libres de mercurio”.

Traducido por Verónica Firme

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