Es hora de encontrar una “fórmula mágica” para incentivar a las personas a poner fin a los conflictos, a frenar el aumento del extremismo violento y los distintos tipos de odio e impulsar la convivencia pacífica, urgió la directora general de la Unesco, Irina Bokova, al cierre de una conferencia internacional realizada en esta capital de Azerbaiyán.
También expresó su esperanza y optimismo de que el mundo “camina por la senda correcta” hacia la construcción de sociedades “inclusivas y resilientes”, en el cierre del 4 Foro Mundial sobre Diálogo Intercultural, organizado por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).[pullquote]3[/pullquote]
Más de 500 jefes de gobierno, ministros y otros delegados gubernamentales, expertos, académicos, periodistas, empresarios y representantes de la sociedad civil procedentes de 120 países participaron en el foro realizado el 5 y 6 de este mes en Bakú, bajo el lema Promover el Diálogo Intercultural – Nuevas avenidas para la seguridad humana, la paz y el desarrollo sostenible, que contó con la colaboración de la Alianza de las Civilizaciones de las Naciones Unidas, entre otras instituciones.
El foro se concentró en el papel de la fe, la religión, las migraciones, la seguridad humana, el deporte, la educación, el arte, el desarrollo sostenible, y el sector privado en la construcción de confianza y la cooperación entre las culturas y las civilizaciones. El encuentro permitió analizar respuestas efectivas para los desafíos.
La Alianza de las Civilizaciones destacó que el foro ofrece una plataforma para debatir sobre la forma de construir sociedades basadas en un genuino respeto por los derechos de todos, como la libertad de pensamiento, la igualdad de oportunidades y la buena gobernanza, así como un marco inclusivo de tolerancia y de respeto por la diversidad.
En la organización también participaron el Consejo de Europa, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Centro Norte Sur.
Bokova también pidió a los presentes actuar ya para erradicar el extremismo y “construir la paz en las mentes de los hombres y de las mujeres”, reiterando el lema de la propio Unesco de aprovechar al máximo todas las oportunidades para impulsar la coexistencia pacífica en nuestro mundo globalizado con mayores interconexiones y creciente diversidad.
“Creo que todos tenemos un sentido de urgencia de que tenemos que actuar; el mundo es muy frágil y la paz es muy frágil”, observó.
Bokova elogió al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, por su “prolongado liderazgo en la promoción del diálogo intercultural”, al igual que la incansable participación de la primera dama, Mehriban Aliyeva, como embajadora de buena voluntad de la Unesco para las tradiciones orales y musicales.
Azerbaiyán tiene una larga historia como centro de intercambio desde la antigua “Ruta de la Seda”, así como de erudición y arte. La ciudad amurallada de Bakú también está en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Muy pronto para cantar victoria
El foro contó con numerosos debates, paneles de discusión, exhibiciones y conciertos de reconocidos artistas, reunidos para atraer a distintos tipos de personas, evitar el terrorismo en el ciberespacio, promover la educación de las niñas como forma de combatir el extremismo y cambiar las percepciones de la gente con respecto a los inmigrantes.
También formaron parte de la agenda otros temas como el papel de la fe, las religiones, la seguridad humana, el deporte, la educación y el arte.
Es demasiado pronto para “cantar victoria” o considerar el Foro de Bakú como un fracaso porque eso lo determinará lo que suceda luego, opinó Maher Nasser, secretario general adjunto interino para comunicaciones globales.
“Los debates que presencié refuerzan la importancia del diálogo y del uso de la cultura como forma de conectarse y de conectar a las sociedades, a veces dentro de un mismo país, y en cómo la cultura nos une en tanto que seres humanos”, indicó.
“Podremos pensar diferente, pero a veces también hay cosas que pueden unirnos. La cultura y el arte son elementos importantes de eso”, explicó.[related_articles]
Nasser también subrayó la conexión importante entre el turismo y la cultura.
“El turismo es uno de los mayores empleadores del mundo y depende de la estabilidad. Nadie quiere ir a una región en conflicto, a menos que sea un corresponsal de guerra. El turismo tiene interés en promover la paz”, añadió.
Diversidad, diálogo y mutua comprensión
El alto representante para la Alianza de las Civilizaciones, Nassir Abdulaziz Al Nassir, remarcó que las operaciones militares y las medidas de seguridad no pueden ser la única respuesta a los desafíos actuales.
“La naturaleza interconectada de las crisis actuales requiere que conectemos nuestros esfuerzos por la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible y los derechos humanos, no solo en palabras, sino en la práctica”, observó.
“El desafío actual es realizar los cambio correspondientes a nuestra cultura, estrategia, estructuras y operaciones. Debemos comprometernos a lograr la seguridad humana y el desarrollo sostenible, en asociación con nuestras organizaciones regionales, movilizando a todo el espectro de personas con influencia, desde autoridades religiosas hasta la sociedad civil y el mundo empresarial”, subrayó.
Las mujeres y los jóvenes también deben sentarse a la mesa de negociaciones, añadió.
El Proceso de Bakú se convirtió en una exitosa plataforma para promover “la paz y las sociedades inclusivas” en el mundo.
Desde su creación, precisó Al Nasser, el foro alentó e impulsó a personas y comunidades de todo el mundo a tomar medidas concretas para apoyar la diversidad, el diálogo y la mutua comprensión entre las naciones.
El foro también permitió impulsar el Decenio Internacional para el Acercamiento de las Culturas, 2013-2022, del cual la Unesco es la agencia responsable.
Traducido por Verónica Firme